Pronto será un adolescente, y es el momento de hablar con él sobre drogas, una de las muchas discusiones difíciles que acompañarán esta etapa. Las conversaciones de abstinencia absoluta no funcionan. No es real, no es honesto, y sólo impulsará cualquier experimentación con las drogas fuera de mi ayuda, consejo y atención. Dependerá de mí enseñarle lo que necesita saber sobre el alcohol y otras drogas, lo que no se debe hacer (por lo menos hasta que él sea mucho mayor), y cómo las consecuencias de un arresto le pueden herir más que el uso de drogas.
¿Pero cómo puedo hablar con él acerca de las drogas, protegerlo del abuso de drogas y de los daños de la prohibición? ¿Por dónde empiezo?
La semana pasada, una nueva edición de La Seguridad Ante Todo fue publicado por la Drug Policy Alliance, un folleto que ofrece estrategias realistas para evaluar y discutir la protección de los adolescentes con nuevas secciones útiles sobre el uso de drogas y el desarrollo del cerebro y la legalización de la marihuana.
Yo fui criada por mi madre, una puertorriqueña muy tradicional que migró al área de Nueva York en los años 70, y las drogas era un tema tabú cuando yo era joven. De hecho, pasamos más tiempo hablando de la gente que conocíamos que estaban en la cárcel por drogas, o de aquellos luchando con adicciones.
Además, hace poco en una cena festiva, ella miró a su alrededor y susurró la palabra "drogas" cuando preguntó si un miembro de la familia tenía una adicción, como si fuera algo tan vergonzoso que no podría mencionarse. Como resultado de esta creencia largamente sostenida y la postura de mi madre, tomé muchos riesgos cuando era joven y curiosa sobre el alcohol y otras drogas, riesgos que quiero mi hijo evite.
Los adolescentes toman sus propias decisiones hoy en día, tal como nosotros lo hicimos. Al ayudar a mi hijo a navegar la presión de grupo y tomar mejores decisiones, quiero dejar en claro que la seguridad es mi más alta prioridad y debe ser también la suya. Es vital tener un diálogo abierto y honesto con mi hijo acerca de estos temas hablando con él sobre el alcohol, la marihuana, y otras drogas para que distinga entre el uso y el abuso.
La Seguridad Ante Todo les dice a los padres que nuestra principal prioridad debe ser la seguridad de los adolescentes. Para protegerlos debemos aplicar un enfoque realista que les permita tomar decisiones responsables por medio de brindar información honesta con fundamentos científicos, alentar la moderación si persiste el deseo del joven de experimentar, dar prioridad a la seguridad a través de la responsabilidad personal y el conocimiento, y facilitar la comprensión de las consecuencias jurídicas y sociales del uso de drogas.
Estos son grandes consejos para los padres y serán de gran valor cuando hable con mi hijo sobre el uso de drogas, pero el último punto es lo que resuena más en mí y nuestra familia:facilitar la comprensión de las consecuencias jurídicas y sociales del uso de drogas.
Cuando hable con mi hijo, le voy a decir que las leyes de drogas se aplican de manera desproporcionada en contra de los latinos y los afroamericanos, y que la "experimentación" puede tener consecuencias legales y sociales más graves para nosotros que para otros. Y eso es a lo que más le tengo miedo.
Desde las pruebas de drogas en las escuelas, los perros detectores de drogas, y las políticas de cero tolerancia hasta la expulsión de la escuela, antecedentes penales, o la denegación de préstamos universitarios, la guerra contra las drogas no ha hecho nada para proteger a nuestros niños, al contrario, la guerra contra las drogas ha hecho sus vidas más peligrosas.
Como madre, sé que estos son temas muy personales, y sé que no hay respuestas sencillas o fáciles a estas preguntas. A la larga, la ciencia, la educación, la comunicación amorosa, y -lo más importante- la seguridad, guiarán mis conversaciones con mi hijo.
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