Cuando Natalie Machado comience otro nuevo año escolar, seguramente lo que menos pensará es que las 30 horas que dedica a la semana preparándose para ser, algún día, una bailarina profesional, es una de las mejores asignaturas que puede cursar. "Es difícil, pero he podido manejar mi práctica de baile con mi escuela, en la que cada año me he destacado como la mejor estudiante", afirma Machado.
Y, es que precisamente, Natalie - sin saberlo- podría ser prueba de lo que estudios recientes indican en cuanto al impacto de la actividad física y el mejor desempeño escolar.
Un estudio de la Universidad de Illinois en la que estudiantes fueron evaluados en áreas de lectura, ortografía y matemática, y previa actividad física, por tan solo 20 minutos, mostraron mejores resultados en las pruebas que cuando no hicieron actividad física.
"Uno de los aspectos de la actividad neuro-eléctrica que más nos interesó evaluar es la que se refiere al potencial P3, que no es más que la capacidad mental de enfocar la atención en un solo estímulo, independientemente de lo que esté sucediendo alrededor", afirma Charles Hillman, profesora en Kinesiología y líder del estudio.
En otras palabras, si Instagram, texting, y cualquier otra nueva forma de colocar un emoji son tu preocupación con el examen de matemática que tiene tu hijo; probablemente, en vez de "luchar contra esto", la mejor manera de combatirlo es dejarlo en esa actividad física "extra curricular" que seguramente es la primera que pones a un lado porque "hay que estudiar".
Suplemento para la memoria
¿La capital de Grecia?... todos pasamos por esa tarea de repetir y recitar cuanto material, desde matemática hasta geografía durante los años escolares, a fin de "no olvidar" ¡Atenas! Pero, tal vez, una forma mucho más sencilla de recordar en que año se descubrió América, podría ser asegurándote que tu hijo esté en excelentes condiciones físicas.
Nuevamente, la actividad física regular incrementa, entre muchas otras cosas, la capacidad aeróbica, lo que significa que cuando Natalie esté haciendo sus dos horas de saltos y vueltas, está condicionando sus músculos y su cerebro a transportar oxígeno mucho más rápido. ¿Y qué significa esto?
Significa que tu hijo está desarrollando mejores condiciones físicas. En un estudio en el que se midió la condición física de adolescentes, aquellos que reportaron mejor resultado en la prueba cardiovascular, demostraron un desarrollo mayor en una de las áreas más importantes del cerebro relacionadas con la memoria y el aprendizaje - el hipocampo- . En otras palabras, el volumen de esta área era mayor; ya que significativamente aumentaron las neuronas y la capacidad de las mismas de sobrevivir; lo que se relaciona con los resultados de test de memoria de quienes estaban en mejores condiciones físicas, en comparación con los que menos condiciones demostraron, sostiene Hillman.
¿Coincidencia? Tal vez, pero las materias favoritas de Natalie son matemática e inglés "porque hay que pensar bastante para hacerlo bien..." Quizás, la próxima vez que tengas que decidir entre si llevar a tu hijo a la clase de estudio o a la práctica de alguna actividad física, en la que esta última se ve como un hobby, no dudes en lo que parece la mejor oferta escolar "dos por uno": un hijo más saludable por dentro y por fuera.
"Llevo ya diez años bailando y aspiro seguirlo haciendo", dice Natalie. En inglés, smart girl!
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