Riesgo de desarrollar enfermedades del corazón aumenta con la menopausia

La enfermedad cardiaca más común es la enfermedad de las arterias coronarias. Esta afección implica la acumulación dentro de las arterias de colesterol, calcio y otras células, lo que se conoce como placa ateroesclerótica, y eso puede llevar a sentir dolor en el pecho o hasta a un ataque al corazón cuando el suministro de sangre disminuye.
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La enfermedad cardiaca más común es la enfermedad de las arterias coronarias. Esta afección implica la acumulación dentro de las arterias de colesterol, calcio y otras células, lo que se conoce como placa ateroesclerótica, y eso puede llevar a sentir dolor en el pecho o hasta a un ataque al corazón cuando el suministro de sangre disminuye.

El riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria aumenta con la menopausia. A pesar de que todas las mujeres tienen riesgo de presentar enfermedades del corazón, éstas son más comunes durante la menopausia que a otras edades, porque es cuando se acelera el riesgo. Las mujeres más jóvenes, especialmente las diabéticas y las fumadoras, también tienen riesgo de desarrollar enfermedad coronaria antes de empezar la menopausia.

Las mujeres jóvenes corren riesgo de otros tipos de enfermedad cardiaca, como el desarrollo de un espasmo en las arterias coronarias, la existencia de problemas congénitos del corazón y la presencia de una enfermedad coronaria rara y fulminante, llamada disección espontánea de las arterias coronarias, que puede ocurrir después de dar a luz. Según nos acercamos a la menopausia, sabemos que los niveles de estrógeno se reducen y que el riesgo de enfermedad cardiaca aumenta. Durante la menopausia, los factores de riesgo, como la presión alta y el nivel alto de colesterol LDL, tienden a empeorar. Todo esto va cambiando según envejecemos y por ello, las mujeres debemos prestar atención a los síntomas.

En cuanto a la terapia de reemplazo hormonal, durante años se recetaron hormonas para prevenir la enfermedad cardiaca; pero ahora sabemos que la terapia de reemplazo hormonal NO reduce su riesgo y que en aquellos casos en que se las empieza a usar tarde, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca y de accidente cerebrovascular. Por lo tanto, apoyamos el uso de la terapia de reemplazo hormonal solamente para controlar los síntomas de la menopausia, pero no la recomendamos a largo plazo debido al riesgo de presentar cáncer de mama y coágulos.

Hasta el momento, todavía se cree que las hormonas naturales protegen, de manera que la menopausia prematura es un factor de riesgo para la enfermedad cardiaca. Sin embargo, cuando una mujer fuma o tiene diabetes, los beneficios del estrógeno natural se neutralizan.

Los factores de riesgo más comunes para la enfermedad cardiaca incluyen la diabetes, el tabaquismo, la hipertensión, los niveles altos del colesterol dañino y un historial familiar de enfermedad cardiaca prematura.

Todas las mujeres, no importa su edad, necesitan mantener estos factores de riesgo bajo control para prevenir el desarrollo futuro de una enfermedad cardiaca. Las mujeres que sufren de hipertensión, incluso presión un poco alta antes de la menopausia, corren mucho riesgo de desarrollar problemas cardiacos más adelante. Por ello, es importante prestar atención a lo que llamamos pre-hipertensión, o presión sistólica (la cifra de arriba) entre 120 y 130 mmHg. La presión sanguínea sistólica superior a 130 mmHg actualmente se considera hipertensión leve.

Con las mujeres, ahora también prestamos atención a un indicador de inflamación llamado proteína C reactiva. Cuando alguien tiene un nivel alto de la proteína C reactiva, además de colesterol total alto, entonces el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca en el futuro aumenta significativamente.

Otros factores de riesgo que pueden exponer a las mujeres a la enfermedad cardiaca son, entre otros, los ciclos irregulares de la menstruación y el síndrome poliquístico en los ovarios. En el caso de las mujeres en edad reproductiva, se sabe que quienes tienen presión alta durante el embarazo pueden tener mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca más adelante. La diabetes gestacional es un factor de riesgo para desarrollar diabetes más adelante, lo cual presenta un riesgo importante para el desarrollo de la enfermedad cardiaca.

Los síntomas de la enfermedad coronaria sí pueden ser diferentes entre los hombres y las mujeres, aunque depende de la situación. Durante un ataque al corazón, por ejemplo, ambos sexos tienden a presentar síntomas similares, tales como dolor intenso o pesadez en el pecho, una sensación de opresión y estrechez que no es necesariamente dolor, sudor y náusea. El dolor puede irradiarse hacia el brazo, la espalda, el cuello o la mandíbula. Las mujeres con frecuencia suelen negar sus propios síntomas, de manera que las señales de advertencia pasan desapercibidas o son ignoradas por los médicos.

Uno de los verdaderos problemas es que las mismas mujeres minimizan sus síntomas y no reconocen que éstos pueden vincularse a una enfermedad del corazón. Las mujeres deben mantenerse informadas sobre los exámenes existentes. Cuando una mujer no presenta síntomas, probablemente no necesita una prueba de esfuerzo, por ejemplo; pero si tiene un historial familiar fuerte, o si uno o más de los factores de riesgo es predominante, entonces posiblemente se le ofrezca una variedad de pruebas.

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