Existen muchos caminos, muchos senderos y muchas rutas donde elegir caminar. Algunos de esos caminos son bonitos y muy agradables al andar; pero otros son un poco más dificultosos, llenos de espinas y obstáculos en el trayecto.
La elección de qué dirección seguir al final es sólo tuya. Puedes escoger el camino con los paisajes más hermosos, o seguir el camino más difícil. Aunque muchas veces sentimos que la vida nos empuja hacia una dirección en concreto y pensamos que no podemos controlar todo lo que nos está pasando, siempre tendrás el poder de elegir la manera como quieres reaccionar ante cada situación.
Con el tiempo te darás cuenta que siempre tuviste en tus manos todo el control del destino de tu vida. Quizás recibiste sorpresas que no esperabas, pero éstas fueron, son y serán siempre necesarias para ajustar la dirección de tu vida y regresar al camino que tienes que viajar para llegar a tu destino final.
Algunas veces es posible que lleguemos a un punto sin salida donde no tengamos más opción que regresar de nuevo donde estábamos; otras veces, encontraremos por sorpresa un atajo que nos hará sentir que estamos volando y avanzando muy rápido; otras puede ser que elijas un camino, que aunque te desvíe un poco de tu destino, te hará descubrir nuevos horizontes que antes no conocías; y otras muchas, simplemente andamos sin darnos cuenta del camino que estamos recorriendo perdido en nuestros propios pensamientos, quehaceres y preocupaciones. Así es la vida.
De joven tienes ganas de conquistar el mundo, buscas un trabajo, te casas, tienes hijos, creas un hogar, y llega un día, en el cual de repente, sientes que estás viajando en círculos y ya no sabes quien eres, ni a dónde vas. Te has olvidado cuáles fueron tus sueños, tus ilusiones, tu deseos, y ya no sabes qué dirección tomar. Si ignoras este momento de despertar es muy probable que sigas dando vueltas en círculos sin sentir que estás avanzando. Y con el paso de los años sentirás que la vida se te ha escapado de tus propias manos. Al final se te agotan todos los caminos, y te sientes perdido, agotado y sin fuerzas para dar un paso más.
Si estás en un cruce en el camino donde no sabes qué rumbo tomar, o simplemente necesitas una nueva dirección, hoy te digo que las opciones que tienes son mucho mayores de las que te imaginas.
Si en lugar de estar siempre reaccionando ante todo lo que te está pasando, empiezas primero por enfocarte en ti y responsabilizarte de tus necesidades básicas, de tus prioridades, de tus deseos, de tu bienestar, tu vida se transformará al instante. La elección es toda tuya.
Puede pensar que muchas de las cosas que te han pasado o están sucediendo están completamente fuera de tu control y que tu vida ya estaba predestinada a ser como es; sin embargo, te aseguro que tienes el control absoluto de otros muchos aspectos de tu vida de los cuales no les estás prestando nada de tu atención: la salud de tu cuerpo, la paz y la claridad de tu mente, y el poder y la fuerza de tu espíritu.
De ti depende decidir qué alimentos consumir para dar energía a tu cuerpo, si haces o no ejercicio físico para mantenerte en forma, el control que tengas sobre tus pensamientos y emociones negativas, la actitud con la que decidas enfrentarte a los problemas, y el amor con el que decidas hacer todas las cosas. Y cuando finalmente empieces a ocuparte de verdad de todas estas áreas donde sólo tú, y nadie más que tú tiene todo el control, automáticamente sentirás como se ilumina ante ti el camino que tienes que seguir para convertirte en la persona que siempre deseaste ser, saliendo finalmente con éxito del laberinto donde tú mismo te habías metido.
Tú tienes el poder de elegir no participar en el drama y la negatividad de tus propios pensamientos, ni en el drama y negatividad de otras personas. De nada te sirve alimentar este tipo de pensamientos y emociones que nunca te llevan a ninguna parte y sólo te hace dar vueltas en círculos sin ningún propósito.
Al igual que si vas a visitar una persona enferma, ésta no se pone mejor porque tu estés o no enferma, lo mismo sucede cuando eres testigo de pensamientos y emociones negativas de la gente que tienes a tu alrededor. Tú no tienes que estar, ni participar, ni ser parte del drama de nadie, sino todo lo contrario, tienes que estar lo más saludable posible para poder ayudar a las personas que necesitan de ti a encontrar su propio camino.
Si eliges voluntariamente elegir el sendero del amor, terminarás encontrando lo que estás buscando, pues cuando dejas de mirar hacia fuera, y diriges tu atención hacia adentro, sentirás que finamente estás viajando el mejor camino de todos, el de tu propia vida.
EL ARTE DE VIVIR - MARTIN LLORENS
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