Podría ser yo

Hace algunos meses, llegó a mis manos unescrito porque me marcó mucho, porque fue una de las veces en las que sentí esa sensación de.
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Hace algunos meses, llegó a mis manos un artículo escrito por Rosa Montalvo que me marcó mucho, porque fue una de las veces en las que sentí esa sensación de yo podría ser una de ellas.

El artículo comienza comentando el caso de una chica colombiana, que se fue a Ecuador y que desapareció. Fue buscada por su familia y por su amigos. No apareció nunca: ni viva, ni muerta. No hay rastros. El artículo prosigue contando el caso de otras tantas chicas que recorren América Latina en búsqueda de aventuras, con una mochila al hombro cargada con algo de ropa y muchas ilusiones y desaparecen como si se las tragara la tierra.

Nadie las vio, nadie las ve, nadie sabe nada. La policía no sabe, las guardias fronterizas aseguran que no se fueron y pasa el tiempo, que en vez de calmar, sólo suma incertidumbre y angustia. Queda un recuerdo congelado en la memoria de las familias, que se culpan por haberla dejado ir y se desesperan ante cada relato que asegura haberla visto a la muchacha. Luego, se transforman en números y estadísticas para ONG y gobiernos. No sin antes convertirse en causa y motivo de incansable lucha, casi siempre solitaria, de sus seres más queridos, ante la terrible incertidumbre de no poder ayudarla, esté donde esté, si es que está.

¿Seguirá viva? ¿Qué pasó con ella? ¿Será presa de una red de trata? ¿La encontraré algún día? ¿Estará sufriendo? ¿Tendrá frío?

Es que muchas de ellas caen bajo las temibles garras de redes de trata de personas para explotación sexual. Pero no sólo la tierra se traga a las chicas que salen con una mochila al hombro a recorrer América Latina.

María de los Ángeles - o Marita- tenía 23 años en 2002, cuando salió a una consulta médica y nunca volvió a su casa hasta el día de hoy en la provincia de Tucumán, Argentina. Su mamá, Susana Trimarco , emprendió su búsqueda y en el camino se inició como investigadora poniendo al descubierto una escalofriante red delictiva de traficantes en Argentina que operan en distintas provincias del país, con lazos en el extranjero. Susana - valiente y decidida- se infiltró, investigó, se enfrentó, es qué ¿cómo quedarse quieta ante la desaparición de una hija?

En el camino, Susana liberó a otras tantas Maritas que estaban presas de redes de trata y prostitución. Ella y su Fundación María de los Ángeles ayudaron a recuperar a más de un centenar de víctimas. También, las escuchó: a varias de las mujeres que liberó les brindó contención, las ayudó a reencontrarse con sus familias y también, con ellas mismas. Es que a veces, en el camino, nosotros- los comunicadores- nos olvidamos que estamos hablando de personas reales, con vidas reales: hijas de alguien, hermanas de alguien, sobrinas, nietas.

Susana y su Fundación son los responsables del primer refugio especializado para víctimas de trata de personas- que ya fue replicado en otras partes del país. Algunas chicas que han logrado ser liberadas o escaparse de estas redes mafiosas que operan especialmente en el NOA del país cuentan historias terribles de cómo son sometidas a torturas y amenazas de muerte contra sus familiares, que muchas veces se cumplen

Esta mamá no está sola, su Fudanción tampoco. Hay muchos en su país que a partir de este caso emblemático la ayudan y comenzaron a hablar sin más sobre la trata de personas, organizando talleres y puntos de encuentro para que todos en el país tomen conciencia que esto existe, alerten, denuncien pero por sobre todo que sepan que nadie- pero nadie-, está exento.

Para finalizar, les quiero contar que con una fuerza increíble que sólo creo que puede tener una madre, Susana ha llevado a juicio a los presuntos perpetradores del secuestro y desaparición de su hija.- juicio que ya comienza la etapa de alegatos.

Es que su hija Marita representa a tantas otras millones de víctimas en América Latina y en el mundo que son reducidas a la esclavitud sexual por mafias que actúan impunemente en nuestros países, porque las víctimas de la trata de personas son víctimas de las redes mafiosas, pero también son víctimas de un sistema que no nos protege lo suficiente.

Videos sobre la Fundación María de los Ángeles en YouTube.com:

¿Conoces a personas que hayan sido víctimas de grupos que secuestran personas con fines de explotación sexual u otro?

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