Hace algunos días, estuve conversando por telefono con una amiga periodista, llamada Luciana Mazza. Ella dirige uno de los pocos medios que dedican gran parte de sus ediciones a informar y prevenir sobre la trata de personas en la Argentina. Su portal tiene, por ejemplo, una sección entera dedicada a la trata de personas y su columnista, es el apoderado de la Fundación María de los Angeles. Y en caso que no les suene el nombre de la fundación, les cuento que es la fundación que hizo la grandísima Susana Trimarco.
Desde hace algunos meses, esa lucha tambien se expandió a otros rincones de América Latina. Con mucha paciencia, pero con mucho más compromiso, Luciana comenzó a tejer lazos y a construir puentes entre distintos activistas en la región. En el camino ha conocido gente maravillosa e historias que le han hecho llorar, como a todos nosotros, que estamos comprometidos con poner fin a este flagelo. Pero nada le ha quitado un poco de esperanza: esta lucha la podemos ganar si nos comprometemos y nos unimos.
Por medio de Luciana fue que también llegué a conocer un poquito más sobre Susana Trimarco y sobre Mica, la hija de Marita Verón. Y es dificil no conmoverse con las historias cuando uno más conoce sobre la lucha y la vida de una madre, y la de una hija.
Micaela ha ideado un spot para alertar sobre la trata de personas y Luciana y sus Medios Lentos, han sido quienes la han ayudado a poner en práctica el mismo. Convocaron a actrices, actores, deportistas y cantantes argentinos, quienes no dudaron en unirse al llamado de Mica.
Me es dificil no conmoverme cuando la veo hablar: a su mamá se la robaron y ella casi, no la conoce. Tenía tres años cuando todo sucedió... pero Mica no está sola y tiene a su abuela Susana con ella, que la cuida, la acompaña y quien le debe contar una y mil historias de su mamá.
Pero no solo eso: su abuela es un ejemplo a seguir, de mujer y de luchadora.
Susana ha liberado a muchas mujeres que estaban en condiciones de esclavitud sexual en la República Argentina. Se enfrentó con quien tuvo que hacerlo, para dejar en claro que nadie puede robarte a un ser querido sin más y por sobre todo, Susana no descansa hasta encontrar a Marita, su lucha y su vida es en nombre de su hija.
Yo no soy famosa, ni mucho menos, pero también me uno a la lucha de Susana y al llamado de Mica. Y les pido que nos unamos a sus luchas y a la de Ana, a la de Laura, a la de Carlos y a la de tantos otros, en tantos rincones de nuestra querida e inmensa América a quienes les han arrancado a un ser querido.
Estemos atentos, no nos dejemos estar, llevemos siempre nuestro documento de identidad y denunciemos. No tengamos miedo a denunciar. Y si no confiamos en las fuerzas de seguridad, acudamos a la sociedad civil.
Pero no nos quedemos callados ante la injusticia. Eduquemos y prevengamos. Ayudemos a cuidarnos, en el nombre de nuestras madres y de nuestros hijos.