Fuentes, voz irreemplazable

En este momento en el que trato de sobreponerme al impacto y a la tristeza que me ha causado la pérdida del maestro no puedo evitar el sentir una especie de orfandad intectual, un vacío que difícilmente podrá ser llenado por alguien más.
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La noticia del fallecimiento de Carlos Fuentes me llega justo cuando acabo de ver un video donde el maestro advierte sobre la gran la tragedia que sería para México que Peña Nieto llegara al poder, por varias razones, pero principalmente por su ignorancia.

Planeaba justamente dedicar mi columna semanal que se publica en varios medios a reflexionar sobre las propuestas de los distintos candidatos a la presidencia para enfrentar los grandes retos de México, en especial el del combate al crimen organizado. Y en ese afán recurrí, como lo he hecho incontables veces, a buscar inspiración y guía en las sabias palabras de Fuentes.

Dicen que en esta vida nadie es imprescindible y es probable que así sea. Pero en este momento en el que trato de sobreponerme al impacto y a la tristeza que me ha causado la pérdida del maestro no puedo evitar el sentir una especie de orfandad intectual, un vacío que difícilmente podrá ser llenado por alguien más. Como periodista interesada en todo lo relacionado con México, mi país de origen, Fuentes era uno de mis principales referentes para poner en perspectiva lo que acontece allá, especialmente ahora que la violencia y la corrupción nos ha avasallado y es claro que hemos perdido el rumbo.

Lamento también, profundamente, que no le hayan dado el Premio Nobel, pese a su enorme estatura como novelista, ensayista y pensador.

Tuve el privilegio de entrevistarlo varias veces y comprobar que no sólo era un escritor extraordinario, dueño de una prosa impecable y de una imaginación prodigiosa, sino todo un caballero.

Recuerdo, en especial, cuando vino a Los Ángeles en marzo de 1999 a presentar su libro "Los años con Laura Díaz". Nos citaron para una conferencia de prensa en uno de los salones del Hotel Biltmore, frente a la Plaza Pershing. Ahí, el escritor habló de su obra y de lo difícil que en ese entonces se presentaba la contienda presidencial entre los principales partidos, el PRI, el PAN y el PRD.

Al término de la conferencia, me acerqué y le pedí unos minutos para entrevistarlo en exclusiva. Inmediatamente me dijo que sí. Le pregunté acerca de las drogas, y me dijo que era partidario de la legalización. "Borrachos y drogadictos siempre habrá, pero al menos se acabará con los que lucran a costa de ellos".

De manera clara y directa, criticó también al gobierno de Washington por su postura frente a este problema. "La posición de Estados Unidos es de absoluta hipocresía. Señalan la falta de esfuerzos de otros países, pero ellos no hacen nada. Aquí están no sólo la demanda sino los principales capos y los dólares que se obtienen como producto de esta actividad", sentenció.

Me habló también, entre otros temas, de los indocumentados y de la urgente necesidad de que Estados concediera una nueva amnistía, como la de 1986. Después de casi 20 minutos de conversación, me animé a pedirle que me autografiara el libro de "Los años con Laura Díaz". La dedicatoria es uno de mis más preciados tesoros: "A María Luisa, interrogadora sagaz".

A pesar de todo lo que había hablado, se veía jovial y sonriente. Le pregunté entonces si podíamos tomarnos unas fotos. Ciro César, fotógrafo de muchos años en La Opinión, sugirió que saliéramos del salón para aprovechar la luz del día. Para mi sorpresa, Fuentes aceptó de la mejor manera. Mi amigo Esteban León, que se había quedado a escuchar, nos acompañó. Ya afuera, bromeamos sobre el hecho de que yo lo había tomado del brazo para la foto y después lo había soltado. Me preguntó por qué y, al ver que me había sentido un poco fuera de lugar, él decidió colgarse de mi brazo en medio de risas. Las fotos demuestran su excelente estado de ánimo ese día.

Al final, le pregunté: "¿Cuál es su secreto para mantenerse tan jovial?"

"El amor", me contestó sin pensarlo y con una sonrisa pícara. "Eso es lo que nos hace vivir".

**María Luisa Arredondo es directora ejecutiva de Latinocalifornia.com

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