Tijuana Blues: El mural efímero

La primer ironía y quizás la parte más triste del asunto, es que no se trata de una simple pinta propagandística a favor de AMLO, sino del trabajo de un conjunto de artistas, muchos de ellos dedicados desde hace varios años a la promoción de la cultura y las artes, y que a la par de decenas y decenas de artistas de distintas disciplinas, escritores e intelectuales, han logrado una explosión cultural en Tijuana, que ha provocado la atención y los espacios en distintos foros internacionales.
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"Ya no queremos vivir en un país decadente y
oscuro, militarizado y sin alegría" [Sergio Brown].

El pasado domingo 3 de junio a punto de las 11:00 horas, el candidato priista a la presidencia Enrique Peña Nieto, se presentó en la Plaza Monumental de Playas de Tijuana ante un aforo de unos 30,000 "simpatizantes".

Sabemos por los medios de comunicación oficiales que el evento fue un éxito, y que Peña Nieto concedió un discurso apabullante, aunque la evidencia presentada mediante videos en YouTube, así como diversos soportes fotográficos aportados por ciudadanos a través de distintas redes sociales, demuestra que al evento fueron "acarreadas" miles de personas que arribaron en camiones y autobuses de transporte público alineados a los arcaicos sindicatos de transporte, como en los peores tiempos del corporativismo priísta.

También nos enteramos por estos mismos medios alternativos, que en pleno discurso de Peña Nieto, centenares de esos "simpatizantes" abandonaban la Plaza de Toros y que afuera de la Plaza de Toros, Peña Nieto y su comitiva fueron increpados por las voces de protesta de un centenar de jóvenes que apoyan el movimiento originado por estudiantes, "YoSoy132".

Sin embargo, veinticuatro horas antes de este evento, tuvo lugar un suceso cargado de ironías, que expone de manera profunda que los métodos del viejo PRI, son la marca de agua en el sello del nuevo PRI.

El sábado 2 de Junio, también alrededor de las 11:00 a.m., un grupo de siete personas que colaboran con el colectivo multi-proyecto "Casa Brown", se reunieron en Playas de Tijuana con el objeto de pintar un mural como parte de su proyecto de arte político pro AMLO [Andrés Manuel López Obrador], que lleva meses desarrollándose en las ciudades de Tijuana y Rosarito y el cual cuenta con "una serie de mensajes públicos a favor del proyecto alternativo de nación".

El muro donde se colocaría el mural, es propiedad de un particular quien dio permiso expreso a los artistas para llevar a cabo su proyecto. Los fondos para financiarlo, provenían de los bolsillos de los artistas y de los de algunos amigos que contribuyeron con donativos. El trabajo consistió en una combinación de esténciles, aerosol, serigrafía y engrudo, y siete horas de trabajo manual de los siete artistas bajacalifornianos, sin incluir las incontables horas de trabajo creativo preparatorio.

Alrededor de las siete de la noche del sábado 2 de junio, el mural de quince metros quedó listo.

Así lucía el mural ya terminado:
mural01

Lo siguiente es la versión de Sergio Brown, sobre lo que ocurrió después:

"El mural quedó terminado entre seis y siete de la tarde y me enteré a las seis de la mañana del día siguiente (domingo 3 de junio) que lo habían borrado "rodillos sospechosistas".

La motivación que encuentra Sergio Brown en este acto vandálico es la de evitarle a Peña Nieto la molestia de ver a su adversario político a la entrada de Playas, antes de su mitin masivo.

"Por su ubicación [del mural], tenía que pasar por ahí a fuerza".

El suceso ha librado el anonimato gracias, de nuevo, a las redes sociales y a distintos blogs donde fue denunciado este hecho, y a un par de medios tradicionales que han publicado notas al respecto.

Así lucía horas después:
mural02

Por su parte el presidente estatal del PRI en Baja California -René Mendívil Acosta-, asegura que,

"No fue una instrucción del partido. No tenemos esa necesidad, contamos con la simpatía de la gente. No se requieren esas tácticas".

Quiero suponer que el presidente estatal del PRI, tendrá la absoluta confianza de lo que afirma y habrá solicitado al presidente municipal de Tijuana y al delegado de Playas, como favor de coleguitas de partido, que le permitan revisar la grabación de las cámaras que se encuentran instaladas en esa zona desde el periodo de la "fiebre Robocop" de Hank Rhon, mejor conocido como la "Rebelión de las Resorteras" [período en la historia de Tijuana donde los policías municipales fueron despojados de sus armas por el Ejército Mexicano. Por esa misma época se instalaron cientos de cámaras de vigilancia en las principales avenidas de la ciudad].

La primer ironía y quizás la parte más triste del asunto, es que no se trata de una simple pinta propagandística a favor de AMLO, sino del trabajo de un conjunto de artistas, muchos de ellos dedicados desde hace varios años a la promoción de la cultura y las artes, y que a la par de decenas y decenas de artistas de distintas disciplinas, escritores e intelectuales, han logrado una explosión cultural en Tijuana, que ha provocado la atención y los espacios en distintos foros internacionales.

Este mismo movimiento cultural ha inspirado decenas de publicaciones enfocadas en el estudio y la apreciación del fenómeno cultural de la frontera, y que en suma representa un esfuerzo que intencional o incidentalmente, desde la creación artística y la producción cultural, le han dado un nombre a Tijuana distinto al de las balas.

De esto último se desprende la segunda ironía: que justamente el nombre del candidato que ha sido vapuleado gracias al descarado exhibicionismo de su profunda ignorancia y total desconexión con la cultura y las letras de nuestro país, se ve involucrado en la destrucción de una producción artística local inspirada en AMLO, pero también en la combinación de distintos conceptos del México antiguo, el psicoanalista Carl Jung y el arte público contemporáneo.

Sergio Brown, parafraseando a Carl Jung, lo explica en los siguientes términos:

"La identificación retrospectiva con los antepasados humanos y animales significa desde el punto de vista psicológico una integración del inconsciente y propiamente un baño renovador en la fuente de la vida en la que se vuelve a ser pez, esto es, inconsciente como en el sueño, en la borrachera o en la muerte." [Carl G. Jung. Psicología y Alquimia]

Y ¿qué hay de los símbolos utilizados en el mural: el tigre, el ave y la serpiente?, le pregunto. Este es su concepto:

"..Sobre el Tigre, nos referimos al poder simbólico del inconsciente colectivo. El poder invencible de lo invisible: las ideas. También al elevado concepto interior del gobernante antiguo en México: Hombre-Tigre-Pájaro-Serpiente."

Me llamó la atención que durante nuestro intercambio epistolar, Sergio Brown se refirió a su trabajo como "El Mural Efímero", y considerando que el mural duró menos que la flor de El Principito, este podría ser el epíteto más adecuado.

Sin embargo, al reflexionar en el profundo ejercicio filosófico que hay detrás de este proyecto de casa Brown, denominado Animal(es)Hombre, en la colaboración interdisciplinaria, en el desapego a las reglas de las finanzas electoreras, en la recuperación del ser histórico-mitológico que dio origen a esta sociedad rotundamente confundida e ignorante de su origen, no deja de parecerme paradójico que el efecto provocado por el Mural "Efímero", llegue precisamente a transformarlo en algo permanente y aún mejor, relevante en el escenario público nacional. Tercer ironía.

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