Beauties es un foto-ensayo en el que investigo la interpretación de la belleza y la cultura femenina en Medellín, Colombia.
Medellín es la segunda ciudad mas grande de Colombia, en los años 80 y 90 la ciudad se transformo en el epicentro del narcotráfico en Latinoamérica. A pesar de esto, tras muchos esfuerzos institucionales, Medellín ha conseguido posicionarse en el escenario internacional como una ciudad de cambio y progreso en la que la economía se muestra floreciente.
Sin embargo, cuando algo tan grande y complejo sucede en una sociedad, es inevitable que afecte a todos los aspectos de esta, y uno de ellos fue la interpretación de la belleza femenina. Y es que durante la época del narcotráfico, el cuerpo de la mujer se convirtió en el reflejo de un estilo de vida de ostentación. Los traficantes, que iban a cerrar tratos a Estados Unidos, importaron un modelo de belleza de las prostitutas americanas de aquel entonces: rubias, voluptuosas y con nariz fina. De vuelta a casa, disponían del dinero para transformar a cualquier mujer dentro de esa imagen.
Esta forma de entender el cuerpo femenino, a menudo calificada como narco-estética, caló hondo en la cultura femenina de la ciudad. Las mujeres en Medellín, históricamente, han sido considradas como figuras fuertes en la sociedad, han representado el trabajo duro, la cabeza de la familia, las madres. Sin embargo, durante este periodo, ese rol cambio, para ser vistas como la belleza y sus cuerpos".
Es así como la cirugía plástica estética se ha convertido en algo muy común entre las mujeres en la ciudad, y aunque los cánones estéticos con el tiempo se han suavizado, tendiendo a que se busquen formas mas armónicas en el cuerpo, historia de la ciudad hace pensar sobre por qué es tan popular el uso de las cirugías. El foto-ensayo da a conocer historias de mujeres que han querido cambiar sus cuerpos a través de la cirugía, desde adolescentes que decidieron someterse a una liposucción a los 15 años de edad a chicas que buscaban verse tan bien como sus amigas ya operadas y recurrieron a médicos sin la formación adecuada, poniendo en riesgo sus vidas.
Aun así, el principal objetivo no era centrarme en el auge de la cirugía plástica, sino en cómo la interpretación de la belleza y nuestros propios cuerpos se ven afectada por factores culturales e históricos. Simplemente quería estudiar cómo se ven las mujeres y la belleza en este espacio y tiempo particula. Sin embargo, era inevitable que aquí se reflejara lo común que se han vuelto las cirugías en la ciudad. Obviarlo hubiera sido ignorar gran parte de la realidad.
En Beauties, muestro, con una mezcla de retratos e imágenes de la cotidianidad -en las que se contextualiza cómo se manifiesta la belleza y el cuerpo de la mujer en la ciudad- una visión dentro de cómo se ha entendido lo femenino en la sociedad.
Me gustaría pensar que mi trabajo ayudará a que nos demos cuenta en la sociedad, y sobre todo las mujeres, de que lo que se nos establece en términos de belleza es solo una interpretación cultural, y que no debe condicionar nuestros cuerpos y nuestras aspiraciones como personas.
MANUELA HENAO
Elena (izquierda) tiene 18 años y Tita, 19. "Me hice una liposucción cuando tenía 15 años y me pusieron implantes en los pechos con 18. No puedo ni acordarme de cuándo empecé a cambiar mi cuerpo. Fue algo que siempre deseé", explica Elena. "Ahora es el momento de hacerse otra liposucción, y también me gustaría operarme el trasero y hacerme algo en la cara".
MANUELA HENAO
"Empecé a ahorrar dinero para la cirugía cuando tenía 18 años. Estaba tan centrada en conseguir el dinero que no seguí estudiando".
MANUELA HENAO
Las píldoras para adelgazar se han hecho muy populares entre las mujeres de Medellín. Algunas se venden a través de las páginas de Facebook de modelos.
MANUELA HENAO
Aleida se ha inyectado biopolímeros, que es como se llama a las sustancias líquidas de origen no siempre identificado que se utilizan en este tipo de cirugía estética no cualificada, algo muy peligroso para la salud.
Puedes visitar aquí la web de la autora
-- Este blog fue originalmente publicado en la edición española de El Huffington Post.
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