Ante todo, este nuevo texto es un intento más de hacer literatura. Porque como nos dijo Ivette Fuentes de la Paz, una querida amiga -- parodiando al rey Midas--: todo lo que tocamos tratamos de convertirlo en literatura. Quizás sea porque mi revista digital Palabra Abiertawww.palabrabierta.com, (y ahora HuffPost Voces, , como eco en colaboración literaria) son ambos proyectos un hecho primordial que nos inspira y nos hace creer que el oro resulta ser también un sinónimo de lo literario. Lo que queremos significar es que en la literatura la imaginación --como la alquimia, que buscaba no sólo transformar los metales en oro, sino también la transmutación intelectual en "oro filosófico"-- contiene la fuerza suficiente para cambiar la existencia real en una dimensión otra, diferente, nueva, con la que podamos sentirnos más humanos.
Por tanto, aprovecho la ocasión de este nuevo espacio de Huffington Post en español para proyectar lo que es uno de los aspectos más importantes en la propia naturaleza de Palabra Abierta: una opción de lectura inteligente, personal e intuitiva de lo imaginario dentro de la realidad cotidiana.
De manera que intentamos ofrecer una voz diversa que discurra sobre el mundo invisible (también muy real) y el que nos rodea, en la valoración y evocación del entorno social, intelectual y emocional; la necesidad de una voz de voces con la que se demuestre que los temas, cualquiera sean, según la intensidad de talento con que se presenten, siempre reflejarán el sentido de una verdadera creación: es esa posibilidad entonces de hacer sentir una mezcla de lo intuitivo y lo indecible como una proyección hacia la comunicación e interrelación humanas.
Temas periodísticos, poéticos, narrativos, críticos, ensayísticos y representaciones plásticas pueden aquí identificarse por su distinción; es decir, por la intención de decir algo diferente de una manera diferente. Es --en otras palabras-- el riesgo luminoso de la creación estética; eso de unir una lógica de lo imaginario con los sucesos del mundo exterior en busca de una comunicación con lo maravilloso.
Entraríamos así en una región más metarreal, pongamos por caso, o de reconocimiento de una realidad más amplia, o quizás de la verdadera realidad; sería una visión más subjetiva, en la que se desenvuelven asuntos de las circunstancias diarias pero descubriendo su trascendencia. Para decirlo de otra manera: expresar y aprehender una forma de pensar más velada, que subyace en el sentido original de nuestro ser escondido, y que surge en su aspecto de prosa, verso e imagen, en un todo o conjunto, embriagado por el misterio interior de ideas que, al fin y al cabo, superan creativamente cualquier explicación directa de los hechos de la existencia.
El mundo de lo imaginario (la Imago) entonces --como dijimos alguna vez-- también tiene su discurso lógico; y es esta lógica de lo imaginario lo que sería, en lo literario, el hilo de Ariadna para poder salir del subconsciente cargado de revelaciones... Pero el lector (entiéndase asimismo receptor visual) no debe sólo sentir, sino además manejar esa nueva realidad de la lectura o de la imagen plástica lo suficiente como para entrar mejor en su propio mundo íntimo. Es decir, hace falta que el lector encuentre un proceso discursivo y metafórico --sea narrativo, poético, de prosa crítica o ensayística y de imágenes creativas bien visuales-- con el que se sienta entusiasmado para reinventar y proponer imaginativamente su propio ámbito de intuiciones, sugerencias y/o reflexiones, como sabiendo que él también podrá re-crear su autoría cortaziana. O sea, para que el lector esté consciente de su identificación con lo que lee y reaccione con su comentario. Así se traza un camino sensible que le puede conducir a una nueva manera de comprender el mundo, más subjetiva pero auténtica y reveladora, con la sola salvedad de tomar partido por las mejores causas y valores humanos.
Por otra parte, es alentador que en el surgimiento de las revelaciones imaginarias, al leer un texto, al menos se vislumbre una forma de rebeldía contra los cánones, contra la lógica del discurrir del orden conocido, para acercarnos a una lectura sin pre-juicios. Por ello, habría que indagar detrás de las palabras, los sentidos ocultos que el autor nos da, sus revelaciones, y que a veces hasta el mismo autor desconoce. La creación es así: ¡sorprendente!, y de muchas maneras consta en los textos aquí presentados.
De modo que ustedes y nosotros no debemos enmarcarnos en categorías rígidas, exclusivamente racionalistas, políticas o partidistas, y mucho menos utópicas, digamos, puesto que la vida en todos sus matices es compleja y cambiante, como profundas son las revelaciones de la imaginación, que en su juego siempre nos provocan un deseo vibrante por ser irreverentes con el orden establecido, cualquiera sea.
Así, el ímpetu de lo imaginativo nos puede resonar como un eco plural de poemas, historias, temáticas y visualizaciones plásticas que interrogan y polemizan; aspectos todos que tendrían su propia sustancia de disconformidad, con la siempre supuesta reposada confianza de la repetida circunstancia que nos rodea, y en la que muchas veces se pierde la esperanza, debido a la degradación de los órdenes conocidos y actuales.
En resumen, uno de los objetivos que nos hemos propuesto es persuadir al lector de vivir el mundo con imaginación, y que así, en las lecturas, descubra sus propias secretas irreverencias desde las ocultas revelaciones de su otredad para con la esencia de los escritos ... En fin, también nos complace darles el pretexto para sentir el instante inefable que cada uno (de ustedes y nosotros) llevamos dentro.