El debate presidencial mexicano y la campaña en Quintana Roo

A mí me dio mucha pena el debate presidencial. Los candidatos estuvieron mal; faltó frescura y sobró previsibilidad. Algunos señalan que la culpa del desencanto fue del formato cuadriculado del IFE, que permitía que los candidatos no necesitaran improvisar mucho. Sin embargo casi todos dicen que su candidato fue el vencedor.
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Al día siguiente del debate aparecen reacciones en la totalidad de los medios de comunicación mexicanos, y especialmente en las redes sociales, en donde todo el mundo siente la necesidad de mostrar su opinión, y de ampliar las informaciones que no quedaron claras de los candidatos (como las fotos y cuadros que se trataron de mostrar). Encontramos los comentarios más jocosos, en los que se evidencia al candidato del PANAL, Gabriel Quadri, que sin disimulo observa la belleza de la edecán del IFE, y luego reconoce que le puso nervioso, o por el contrario se critica la concentración de Peña Nieto, candidato del PRI, que no mira a la señorita y por no hacerlo es denostado como poco masculino (lo que en un país como México es una afrenta seria). Encontramos también las opiniones de los militantes activos, o medios de comunicación comprados: todos estos vieron sobresalir a su candidato, y hacer el ridículo al otro.

En algunos medios encontramos un análisis de las propuestas que se plantearon, tratando de "rescatar" alguna idea entre las que arrojaron los candidatos, mientras que en otras notas se señalan los ataques que no despeinaron a Peña Nieto, de Vázquez Mota (PAN) y de Andrés Manuel López Obrador (PRD), conocido por AMLO por el común de los mexicanos, y se reclama a Quadri que no se identifique como político, y juegue a ser el "outsider", a pesar de ser el representante de Elba Esther Gordillo, líder del poderoso sindicato de maestros, omnipresente en la política nacional desde tiempos inmemoriales.

Por otra parte los resultados de las primeras encuestas son menos fiables, que los propios comentarios de los políticos en escena, ya que cada medio de comunicación da una cifra y un ganador diferente, dependiendo de los intereses que tenga que defender. Sin embargo las estrategias parecieron funcionar y el PRI minimizó los daños que pudiera haber sufrido, y además denunció una supuesta alianza PAN-PRD para desgastarlo.

A mí me dio mucha pena el debate presidencial. Los candidatos estuvieron mal; faltó frescura y sobró previsibilidad. Algunos señalan que la culpa del desencanto fue del formato cuadriculado del IFE, que permitía que los candidatos no necesitaran improvisar mucho. Sin embargo casi todos dicen que su candidato fue el vencedor. No sé por qué se debe ser tan parcial. Sin embargo eso muestra que el debate no gustó ni convenció a nadie (quizás resulta que si fue buena idea que Salinas Pliego programara un partido de futbol al mismo tiempo en TV Azteca).

Quadri fue el que más propuestas lanzó, pero ese aspecto de intelectual sobrado no le ayudó en nada, y sólo nos recordó que sigue existiendo en el escenario político y cultural el defeño "inteligente" que se cree que puede despreciar a todos porque es el más listo. AMLO estuvo muy triste. Me recordó un viejito acomplejado anclado en el 2006; nada nuevo, reiterativo y sin aprovechar su experiencia como candidato. Peña y Josefina muy grises. Ninguno transmitía ilusión, ni convicción. Fueron prudentes y no ambicionaron mostrar sus ganas por llegar a la presidencia de la nación.

En mi opinión el verdadero ganador fue Genaro García Luna, actual Secretario de Seguridad Pública, o incluso el propio presidente Calderón que vieron como Quadri explicaba con precisión y defendía la política de seguridad que está en marcha; y como en las pocas cosas concretas que dijo Peña, asumió la herencia y se comprometió a continuar esta política y Josefina, desubicada, y posiblemente mal aconsejada por militares, reinterpretaba esta política, militarizándola de una forma consciente, y ofreciendo una versión del PAN todavía más conservadora y machista de la que el electorado imaginaba. Mientras, AMLO hablaba de otra cosa... como si lo que pasa en el país no fuera con él.

Peña se defendió ligeramente atacando a Vázquez Mota sin mucho mordiente, ignorando al candidato del PRD, y por supuesto al mirón "grillo", que es el único que dijo alguna cosa interesante (quizás de esta forma logra que su partido consiga los votos suficientes para seguir registrado en el sistema).

Es habitual que todo el mundo diga que ha ganado, pero ayer vimos que sea quien sea el próximo presidente de México, éste no será brillante.... por mediocre, conservador, falto de ideas, o por pagado de sí mismo según sea el caso. Por otra parte me dio la impresión que el candidato de la continuidad gubernamental es Enrique Peña Nieto, que quizás debidamente asesorado por Quadri, para entender de una forma completa lo complejo de la política actual, está en disposición de seguir la política del presidente Calderón sin muchas variaciones (lo que por otra parte seguramente le agradecerán la mayoría de los gobernadores del país que tienen una filiación priista como la que él tiene).

Por su parte la campaña libra sus batallas más sucias en los estados. En Quintana Roo, que es la entidad federativa en la que me encuentro, la "guerra" ha continuado sin piedad ni misericordia. Finalmente el gobierno logró que el candidato del PRD Greg Sánchez, renunciara a su candidatura al senado. Ésta comprometía con mucha seriedad la victoria del PRI y la posibilidad de que el ex gobernador Félix González Canto, fuera electo senador. Hace dos años, en la contienda por la gubernatura, el gobierno encarceló a Greg, por supuestos vínculos con el narcotráfico, ahora volvieron a amenazarlo con hacerlo, por la deuda en la que dejó a Cancún cuando fue alcalde. Ante la inminencia de una nueva detención, y fuertes rumores del secuestro de un hermano suyo, Greg se retiró de la campaña. Desde ese momento no se han vuelto a escuchar noticias sobre su posible regreso a prisión.

El gobierno local sigue atacando a medios de comunicación como "Noticaribe" y "Luces del Siglo". Se ha señalado que apoyó a candidatos internos del PRD para dificultar la elección como candidato de Greg Sánchez. Posteriormente éstos denunciaron ante los tribunales electorales a otro antiguo alcalde de Cancún, reconocido ex priista, que fue anunciado como candidato del Sol Azteca por el propio Andrés Manuel López Obrador tras la retirada de Greg, por no cumplir con ciertas formalidades para ser designado candidato. Joaquin González Castro, sucesor en la candidatura de Greg Sánchez, fue apeado de la contienda después de las denuncias de siete precandidatos del PRD y la posterior resolución del tribunal; hasta la fecha todavía no se ha decidido el candidato del PRD al senado.

En Quintana Roo es difícil hablar de democracia. Son diferentes las personas que han señalado que se está obligando a los funcionarios públicos a entregar a sus jefes listas de diez personas con sus números de credencial de elector, y nadie dice ni hace nada. El león de la maquinaria electoral ruge con fuerza y la gente común no se atreve a levantar la voz. El Congreso recibió una petición en la que un tribunal acusaba al ex gobernador Félix González Canto de mal manejo de fondos públicos, y se decidió no investigarlo, lo que hubiera supuesto que éste no pudiera competir para el Senado. Las viejas técnicas políticas autoritarias mexicanas se encuentran presentes y es muy previsible el resultado electoral final.

En las calles, tras todo lo que ha sucedido, sólo se encuentra publicidad priista, y en mucho menor medida del PAN y del PRD. Todavía falta tiempo; sin embargo no parece que los poderes fácticos de la entidad permitan la competencia libre, ni la libertad de expresión en esta contienda. Son muchos los intereses en juego y Quintana Roo debe hacer senador a González Canto, actual cacique local, y darle a Peña Nieto un resultado suficiente para conservar la influencia en el que se piensa que va a ser un más que probable gobierno del PRI en México.

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