Tito Jacobson: el periodista que cambió el estilo de hacer periodismo

Hace unos días y con mucho para dar todavía, falleció el gran periodista argentino, Roberto "Tito" Jacobson... Mi gran maestro.
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Hace unos días y con mucho para dar todavía, falleció el gran periodista argentino, Roberto "Tito" Jacobson... Mi gran maestro.

Tito, como todos lo conocíamos, fue mucho más que un periodista. Nunca se conformó con lo ya establecido, revolucionó la forma de contar las historias y se atrevió, antes que nadie, a darle voz a lo que era tabú en los años 70s, 80s y 90s.

Nacido en familia dedicada a los medios, Tito comenzó su carrera en 1963 en la televisión como comentarista deportivo, para luego dedicarse a lo que fue su gran pasión: el entretenimiento y la gráfica.

Su gran momento llegó cuando fue nombrado director de la revista Flash, la primera que rompió con lo hasta el momento establecido y se atrevió al género del tabolide convirtiéndola no solo en la más vendida en todo el Cono Sur, sino también en la más exitosa.

Muchos se escandalizaron cuando decidió que era hora de que los medios dejaran de ser sordos a los temas que importaban y necesitaban salir a la luz. Fue el primero que le dio voz a la comunidad gay y lésbica en Argentina. Se metió en los sectores más pobres de la sociedad y mostró una realidad que nadie quería ver.

Y de la misma manera, pasaron por las páginas de sus revistas, las exclusivas más importantes de su país e internacionales. Cada semana, la edición de Flash era esperada no solo por el público, sino también por los otros medios de comunicación para armar sus pautas.

Y además de ser uno de los periodistas más reconocidos, arriesgados y exitosos de Argentina, fue mi maestro, mi mentor y el que me enseñó mucho más que lo que aprendí en mi carrera universitaria.

Tito fue mi padre del periodismo. Aunque apenas había salido de la universidad y mi experiencia era muy poca, sin dudarlo, me dio mi primera oportunidad en un medio grande, pero no me regaló nada.

Me hizo hacer guardias de casi 24 horas, al frío, en la lluvia. Con 20 años perseguía a famosos locales e internacionales para conseguir una exclusiva.

Lo mismo me mandaba a cubrir la visita de Lady Di o de Shakira, como meterme en una zona considerada de alto riesgo para entrevistar a una mamá que buscaba desesperada a su hija que le habían robado.

Fueron 7 años maravillosos hasta que la vida me llevó a cambiar de rumbo y más tarde mudarme a Miami. Años en los que aprendí a hacer periodismo, en donde gracias a Tito y a su exigencia entendí que nada es imposible si uno pone por delante la pasión, la perseverancia y el corazón, incluso más que el profesionalismo.

Muchos de los que pasamos por la revista hoy trabajamos en medios importantes. Varios de mis colegas, amigos y excompañeros hoy manejan medios de comunicación y son reconocidos en el mundo entero.

Y aunque la vida nos llevó por caminos diferentes, todos coincidimos en que después de Tito, nada fue difícil porque él nos enseño y nos dio nuestras mejores armas.

Hoy, su legado queda en su hija, María Soledad Jacobson, quien lleva la misma sangre y la misma pasión por el periodismo que su padre y en ella nuestra esperanza de que lo mejor de la profesión que amamos no se pierda.

Por todo lo que nos dio y le dio al periodismo, hoy le digo un "hasta luego" mi querido maestro y me quedo con sus dos frases que jamás olvidaré: "¿Qué tenés, Andreita?" y "Lo importante es intentarlo".

Tito Jacobson en la redacción de la revista Flash

Tito Jacobson... Mi gran maestro

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