El poema del votante... mmm... irreflexivo

Alguien a quien agradezco que crea que sé más de lo que sé, me preguntó con una especie de mueca de pánico en su rostro como si supiera lo que le iba a contestar, que si creía que Enrique Peña Nieto va a ganar las elecciones presidenciales en México.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

Alguien a quien agradezco que crea que sé más de lo que sé, me preguntó con una especie de mueca de pánico en su rostro como si supiera lo que le iba a contestar, que si creía que Enrique Peña Nieto va a ganar las elecciones presidenciales en México.

No soy adivino ni soy experto, pero existe bastante información para que podamos esperar una de dos cosas: primera, que la gente, desilusionada con el PAN y temerosa del PRD (o más bien de López Obrador) prefieran el regreso del PRI; o segunda: que de plano se dé cuenta de que comparar a López Obrador con Hugo Chávez ya es un chiste de Vicente Fox bastante pasado de moda y piense que sí vale la pena darle una oportunidad al llamado "Peje".

Aunque, desde luego, puede sobrevivir la opción de permitirle al PAN que siga en el poder otro sexenio a ver si así logra cumplir el cambio que prometió hace una docena de años y que todavía no termina de conseguir (para algunos ni siquiera ha empezado).

Sin embargo, con problemas o sin ellos, todo sigue indicando que el PRI y su acartonado candidato se van a reinstalar en Los Pinos (la casa presidencial).

Bueno (volviendo a la persona que me hizo la pregunta), cuando le dije que sí, me respondió de manera tal que me hizo sentirme culpable por haberlo dicho.

"¡Pero detrás de él está Salinas de Gortari... no puede ser que gane Peña Nieto!", me dijo como si le hubiera afirmado que el próximo presidente de Estados Unidos va a ser el sheriff Joe Arpaio.

"Es cierto, -me autorespondí-, no puede ser... pero es. Siempre es como no puede ser". Las cosas menos deseables son las que más frecuentemente suceden y no por alguna ley natural o divina sino porque somos nosotros mismos quienes hacemos que sucedan.

Y entonces me acordé que hace unos días mi amigo Jesús "Jesse" Armenta, el famoso compositor de "El Circo", una canción que fue gran éxito de Los Tigres del Norte hace poco más de una década y que denuncia las tropelías de los Salinas de Gortari -Carlos, el ex presidente, y Raúl, el "hermano incómodo"- se encontró por ahí y me hizo llegar vía Facebook una poesía festiva, que en cierta forma nos explica por qué "no puede ser pero es" que en las elecciones ganen quienes no deberían.

El texto que acompaña al poema dice que éste es anónimo y que fue publicado en EI cronista del Valle, de Brownsville, Texas, el 26 de mayo de 1926, aunque agrega: "La hipótesis del escritor Antonio Saborit, es que el poema fue escrito por Guillermo Aguirre y Fierro (Autor del Brindis del Bohemio)".

Y es todo lo que sabemos del poema, así que pasemos a leerlo:

El león falleció ¡triste desgracia!
y van, con la más pura democracia,
a nombrar nuevo rey los animales.
Las propagandas hubo electorales,
prometieron la mar los oradores,
y... aquí tenéis algunos electores:
Aunque parézcales a ustedes bobo
las ovejas votaron por el lobo;
Como son unos buenos corazones
por el gato votaron los ratones;
A pesar de su fama de ladinas
por la zorra votaron las gallinas;
La paloma inocente,
inocente votó por la serpiente;
Las moscas, nada hurañas,
querían que reinaran las arañas;
EI sapo ansía, y la rana sueña
con el feliz reinar de la cigueña;
Con un gusano topó
que a votar se encamina por el topo;
EI topo no se queja,
más da su voto por la comadreja;
Los peces, que sucumben por su boca,
eligieron gustosos a la foca;
EI caballo y el perro, no os asombre,
votaron por el hombre,
Y con dolor profundo
por no poder encaminarse al trote,
arrastrábase un asno moribundo
a dar su voto por el zopilote.
Caro lector que inconsecuencias notas,
dime: ¿no haces lo mismo cuando votas?

Como ven, según la original visión del poeta, las cosas allá por 1926 (hace cerca de un siglo) no parecían muy distintas a como son ahora. Los votantes de entonces eran como somos los de hoy: bastante animales (sin ánimo de ofender a nadie, sólo para continuar con el símil que hace el autor).

Y si hoy es igual de errada e irreflexiva la decisión que hacemos al tener en mano la boleta electoral, también es igual nuestro lamento. ¿No lo cree? Pues haga una prueba: Eche un vistazo a Facebook, a Twitter o a las docenas de "emails" que le llegan y verá la cantidad de cosas que todos ponen en contra de Peña Nieto, de Josefina, del Peje y de Quadri. Cosas tan feas de todos ellos, de verdad tan feas, que no me imagino a un solo mexicano dándoles su voto.

Pero sin tener ninguna duda, puedo asegurar que después de las elecciones vamos a comprobar que las cosas sucedieron exactamente igual que en el poema.

(Termino con una aclaración: no vivo en México y no me registré para votar en el extranjero, así que no estoy incluido en el poema).

Popular in the Community

Close

What's Hot