Diáspora salvadoreña a Quijano: ¡Si no ayuda, no estorbe!

A inicios de la semana, la fundación de corte ultraconservador, Heritage, dio a conocer los detalles de un estudio en el que argumentaban que la reforma migratoria sería una enorme carga económica de $6.3 trillones de dólares. De inmediato, grupos dentro del mismo partido republicano reaccionaron indignados. ¿Sorpresa?
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El "enamoramiento" de votantes salvadoreños en los Estados Unidos está en pleno apogeo. Esta semana fue el turno del candidato presidencial del partido conservador ARENA, Norman Quijano, quien decidió visitar la capital de la nación, Washington DC. La agenda del candidato fue manejada por ex oficiales de la cancillería salvadoreña radicados en la zona metropolitana. Al parecer, el candidato y su equipo no estaban al tanto de las noticias de la semana y se llevaron senda sorpresa.

A inicios de la semana, la fundación de corte ultraconservador, Heritage, dio a conocer los detalles de un estudio en el que argumentaban que la reforma migratoria sería una enorme carga económica de $6.3 trillones de dólares. De inmediato, grupos dentro del mismo partido republicano reaccionaron indignados. ¿Sorpresa? Sólo para los que no están en el ajo político. En abril de este año, la fundación eligió al infame Jim DeMint como su nuevo presidente. Este es el mismo político que lideró el movimiento xenófobo del Tea Party desde el senado federal cuando ocupaba una silla representando al estado de Carolina del Sur.

DeMint no es amigo de la comunidad inmigrante y particularmente la hispana. De su gusto ya hubiesen deportado a los 11 millones de indocumentados y todos sus familiares sin importar que eso significa trillones de dólares al erario estadounidense. Para ese fin, según su visión, no vale la pena poner atención a esos detalles fiscales, pero él si cree que hay que recortar la ayuda internacional que permite la ejecución de proyectos de desarrollo económico en países latinoamericanos que ayudan a disminuir la migración ilegal.

Esa información es pública. Bastaría con leer algún periódico en EEUU, saber buscar o conocer un poco el campo político en Washington para darse cuenta que como asesor, uno no quiere exponer a un candidato presidencial a semejante "resbalón político". Aún más, si parte de los 2.5 millones de potenciales votantes, que supuestamente viene a cortejar, se verán beneficiados de esa reforma migratoria que precisamente están tratando de derrotar, las personas con las que se va a reunir. ARENA en el pasado no ha titubeado para negar reuniones o visitas a grupos que no comulgan con su agenda. ¿Cuál es la diferencia hoy? ¿Acaso los salvadoreños en el exterior no están en su agenda? ¿La similitud ideológica pesa más que los intereses de los salvadoreños en EEUU?

Dime con quien andas y te diré quien eres, dice el popular adagio. El problema principal de Norman se llama Francisco Flores Pérez, su titiritero. Basta ver los operadores políticos que manejan su agenda tanto en El Salvador como en Estados Unidos y ver el énfasis que ponen en la defensa de las medidas adoptadas durante la administración de Flores Pérez, robándole a la campaña de Norman valiosos recursos: tiempo, dinero y asesores. He ahí la disyuntiva de Quijano: ¿dedicarse a defender los problemas del pasado como el caso ENEL o hablar de su propia agenda?

Flores Pérez convenientemente olvida que la era de sus contemporáneos en el poder como W (Bush 43) y Aznar, ya se acabó. Ni siquiera Jeb, el hermano de W y potencial candidato presidencial, defiende las acciones del hermano. Todos esos dinosaurios que ven la política exterior desde el prisma de la guerra fría ya pasaron de moda. ¿Será por eso que la Embajadora Roberta Jackson, encargada de asuntos del hemisferio occidental, no les dedico tiempo? Los "neocons" están desfasados. Den paso a nuevas generaciones. ¿Acaso no fue evidente el cambio con los relevos en el Banco Mundial?

Como a Flores Pérez y su equipo les gusta hablar -hablar nada más- de índices, midamos entonces la gira de Quijano en esos términos. Resultado: No alcanzan la sostenibilidad. Sólo los atendieron 2 congresistas, por cierto demócratas, quienes están en la minoría en la Casa de Representantes. ¿Dónde se está debatiendo la reforma en estos momentos? En el comité judicial del Senado. ¿Cuántos Senadores los atendieron? CERO! Quiere decir que su visita al Congreso fue nada más turismo político. Uno de sus mayores logros fue obtener fotos en la puerta y en el balcón de la oficina del Portavoz Boehner. Ni la Rep. Ros-Lehtinen los atendió, ella prefirió atender otros asuntos. Eso quizá les recordó que: "donde manda presidente, no manda alcalde."

Para tratar de matizar lo oscuro de la agenda, les organizaron un par de reuniones con la Corporación del Milenio y Voz de América. ¿Y las reuniones con los que venían a cortejar? Sólo se reunieron con los miembros del octavo sector de Maryland y sus familiares; eventos que con suerte reunieron a varias decenas de personas. ¿Sobre su mensaje? La única conferencia de prensa que dio, tuvo que ocuparla para intentar justificar su controversial y desafortunada reunión con Heritage. ¿Qué les propuso a los salvadoreños en el exterior? Todavía estamos esperando.

La inadaptación de su equipo a los nuevos tiempos, Norman, quizá sólo le calentará aún más el clima político en su contra y probablemente lo conducirá a tomar ansiolíticos. Norman, como sugerencia para el bien de la diáspora, si es que hay una próxima vez, ¡por favor, si no ayuda, no estorbe!. Los salvadoreños en el exterior, sin duda, se lo agradecerán.

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