VII Cumbre de las Américas: ¿Restauración de relaciones u obstrucción de los petrodólares?

Con la invitación de Panamá a Cuba para participar en la Cumbre el pasado mes de septiembre, Estados Unidos tenía pocas opciones a sopesar. Si se abstenía de participar, simplemente estaría aislándose aún más.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.
A billboard referring to the upcoming VII Summit of the Americas to take place next April 10 and 11, in Panama City, on April 6, 2015. AFP PHOTO/ Rodrigo ARANGUA (Photo credit should read RODRIGO ARANGUA/AFP/Getty Images)
A billboard referring to the upcoming VII Summit of the Americas to take place next April 10 and 11, in Panama City, on April 6, 2015. AFP PHOTO/ Rodrigo ARANGUA (Photo credit should read RODRIGO ARANGUA/AFP/Getty Images)

La inclusión de Cuba finalmente en la VII Cumbre de las Américas debiese ser por sí sola la noticia más importante del evento. De hecho, los países que tradicionalmente usaban el argumento de la exclusión para impedir acuerdos a nivel regional, hoy tendrían mesa limpia para dialogar y profundizar en temas que ameritan discusión.

No obstante, la influencia disipante de Venezuela a través de los petrodólares en el sur y el centro de América se ha puesto de manifiesto y busca empañar lo que puede ser una cumbre histórica.

Para los más de 900 millones de habitantes de las Américas, las cumbres de mandatarios tienden a acarrear un estigma de improductivas, los resultados de las últimas ediciones en Cartagena y en Trinidad y Tobago reafirman esa percepción.

Con el anuncio del presidente Barack Obama y del gobernante cubano Raúl Castro el pasado 17 de diciembre sobre la decisión de buscar normalizar las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba después de más de 50 años, todo parecía indicar que a sólo 4 meses de la Cumbre la mesa estaba servida para entrarle a lo sustancial.

La influencia de Estados Unidos para bloquear la participación de Cuba en las Cumbres habría generado una nueva ola de multilateralismo a nivel regional. Organismos alternativos a la cumbre, específicamente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la cual incluye a todos los países de las Américas a excepción de Estados Unidos y Canadá, podrían entenderse como una consecuencia directa de la posición de Estados Unidos.

Con la invitación de Panamá a Cuba para participar en la Cumbre el pasado mes de septiembre, Estados Unidos tenía pocas opciones a sopesar. Si se abstenía de participar, simplemente estaría aislándose aún más. Por el contrario, el presidente Obama decidió acertadamente participar y tres meses más tarde hacer el anuncio histórico para bajarle aún más intensidad a las relaciones de Estados Unidos con Latinoamérica.

Si bien el tema de Cuba ha sido un tema que ha eclipsado la agenda del hemisferio por años, parecería que los sentimientos anti-estadounidenses de muchos en el sur han enarbolado ahora la bandera de Venezuela para enlodar la mesa de negociaciones una vez más.

El detonante de esa nueva ola "anti-yankee" aparentemente se deriva por la sonada declaratoria de la administración Obama en la cual llama a Venezuela una amenaza extraordinaria a la seguridad nacional de Estados Unidos y aplicó sanciones a siete altos funcionarios del gobierno venezolano por violación a los derechos humanos y su involucramiento en actos de corrupción.

Estados Unidos ha tomado la decisión correcta de entablar negociaciones con Cuba para normalizar relaciones pero esa negociación no debe entenderse como un giro de 180 grados del país del norte en su posición histórica referente a la defensa de las libertades y los derechos humanos en el mundo. Venezuela pierde influencia y poco a poco Washington recuperará espacios.

La administración Obama ha destinado ya $1000 millones de dólares al triángulo norte de Centroamérica y la visita de Obama a Jamaica para reunirse y ofrecer ayuda al CARICOM son señales promisorias. La gran interrogante es el sur: ¿Estará en el interés de los países alineados al ALBA en Sudamérica darle la espalda a Nicolás Maduro?

Cumbre de las Américas en Panamá

Popular in the Community

Close

What's Hot