Ropa vieja de falda cubana (RECETA)

De mi cocina a tu cocina siempre latina, les traigo la receta de mi abuela y madre de crianza Celeste, acompañado de mi historia personal sobre lo que un plato de "ropa vieja" representó en mi núcleo familiar compuesto por tres generaciones de mujeres: mi bisabuela, abuela, madre y yo, ¡la cuarta generación!
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ropa vieja

- Por Lourdes Ruiz Toledo, Lourdes Sin Límites

¡Celebremos las raíces hispanas recordando platos favoritos que nos traen anécdotas de nuestros países natales!

Yo a los 6 ó 7 años vivía convencida que el nombre de este plato tradicional cubano, "Ropa Vieja", había surgido porque cuando la carne se separa en hilachas luce como un trapo viejo todo roto.

Hay varias versiones sobre el origen de este curioso nombre. Una leyenda es que hubo un hombre muy pobre que no tenía dinero para que su familia comiera carne, y un día triste y hambriento juntó sus harapos, los vendió y con el poquito dinero que consiguió, compró un puñado de carne para la cena de su familia esa noche.

En realidad este plato es original de las Islas Canarias donde lo prepararan con tres tipos de carne diferentes y garbanzos. Los españoles en su paso por Cuba nos dejaron esta reliquia culinaria. Los cubanos modificamos la receta quitándole los garbanzos y utilizando sólo el corte de la res llamado 'falda'.

De mi cocina a tu cocina siempre latina, les traigo la receta de mi abuela y madre de crianza Celeste, acompañado de mi historia personal sobre lo que un plato de "ropa vieja" representó en mi núcleo familiar compuesto por tres generaciones de mujeres: mi bisabuela, abuela, madre y yo, ¡la cuarta generación!

Mi pasión por la cocina comenzó de niña en Cuba mirando a mi abuela y mi mamá cocinar... o mejor dicho, inventar en el aire recetas con lo poco que tenían disponible.

¡Me encantaba ayudarlas, ser su 'pinche' de cocina! Claro que de paso aprovechaba a robarme poquitos de lo que estuvieran preparando para comérmelo cuando no estuvieran mirando. Me fascinaba la raspa de los calderos y esperaba ansiosamente a que terminaran de hacer los dulces caseros y que el arroz se pegara para comerme la raspita. ¡Era una comelona!

Mis obligaciones de ayudante eran simples: limpiar el arroz de las basuritas que traía, lavar la lechuga que comprábamos en la hortaliza de los chinos de la esquina, deshojar el maíz, quitarle las pelusas etc.

Perfeccioné el arte de deshilachar la carne hervida para hacer "ropa vieja", lo único que al final mi ayuda daba pérdida. Yo ponía una hebra de carne en el plato y me comía dos. Cuando mi abuela me pillaba me decía, "Niña, deja de comer que no va a alcanzar para el almuerzo y no hay mas".

Crecí durante una época en Cuba en que la comida estaba racionada por una libreta de abastecimiento que indicaba la estricta y pequeña cuota alimenticia que cada familia tenía derecho a recibir según el gobierno.

Comer carne de res era un lujo y conseguirla de contrabando podía representar años de encarcelamiento. Mi madre me tenía prohibido contarle a mis compañeritas del colegio qué comíamos en casa, sobre todo cuando se trataba de platos extintos y exóticos como el bistec de palomilla, vaca frita y la deliciosa "ropa vieja" de mi abuela con arroz blanco, platanito maduro y aguacate. ¡Un plato que mi hijo, igual de glotón que la mamá, cada vez que lo hago se le hace la boca agua!

Yo como buena comelona callaba los secretos culinarios de mi casa y me limitaba a disfrutar los creativos manjares que mi abuela preparaba con poco pero con mucho sabor y amor.
¿CUÁL ES TU PLATO FAVORITO DE TU PAÍS?

DESDE MI COCINA:

RECETA: Ropa vieja de falda cubana

VIDEOS: COCINA FÁCIL

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