Finalmente se aprobó en la Cámara de Senadores la propuesta de cambios a la Ley General de Contabilidad Gubernamental, una de las dos iniciativas preferentes de Felipe Calderón que pretende armonizar y homogeneizar la información presupuestaria en los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal.
Aunque muchos legisladores manifestaron reservas sobre si la ley se aprobaría, hay que decirlo: esta ley no es una gran bomba, como sí lo es la reforma laboral que se estaba discutiendo simultáneamente en la Cámara de Diputados. En la Ley de Contabilidad Gubernamental hay más condiciones y consensos, el terreno está mejor labrado.
En realidad no hubo grandes sorpresas durante la discusión. Las modificaciones a la Ley General de Contabilidad Gubernamental en el Senado fueron pocas. Quizá el cambio más importante respecto al ciclo presupuestario realizado por los Senadores fue incluir el tema de los ingresos excedentes, así como lo que se refiere a las adecuaciones presupuestarias y subejercicios en el gasto público. Ahora, según el dictamen aprobado, además de presentar informes periódicos respecto a los ingresos ordinarios y su fuente de financiamiento, se deberá también incluir información sobre los ingresos excedentes generados. De igual forma, respecto al ejercicio de egresos, los informes deberán identificar los montos y adecuaciones presupuestarias y subejercicios.
Sin duda, incluir ambos temas es fundamental, ya que existe un vacío de información respecto al uso y destino de los ingresos excedentes, así como a los criterios para su asignación. Lo mismo pasa con las reasignaciones de gasto y los subejercicios que ahora se reportan de manera muy agregada, y esto hace imposible conocer las razones por las cuales se hacen dichas reasignaciones de gasto.
Es relevante que la información se presente de manera detallada y se pueda conocer qué proyectos y programas de inversión recibieron recursos provenientes de ingresos excedentes. Lo más importante es que se puedan detectar los beneficios e impactos que se generan con estos recursos, tanto con ingresos extraordinarios como con ingresos por reasignaciones de gasto. También debe quedar muy claro qué se hace con los recursos que no son utilizados en el ejercicio correspondiente. Aunque es un avance que se hayan incluido ambos temas en la ley, falta aumentar el nivel de detalle con que debe ser presentada esta información, sobre todo en cuanto a los beneficios e impactos.
Ciertamente, era lógico esperar resistencia de algunos estados y municipios respecto a la aprobación de la ley, especialmente de aquellos que se oponen a la transparencia y que no han mostrado interés en mejorar ni la cantidad y mucho menos la calidad de información que presentan. Esos estados que ven a la transparencia como una amenaza, un verdadero peligro para sus gobiernos.
Sin embargo, no todos los estados y municipios actúan de la misma forma. Existen gobiernos locales que han mostrado estar comprometidos con la transparencia en la información presupuestaria, y no solo eso, hay entidades en donde las autoridades entienden la importancia de este concepto y lo impulsan.
Además, parece que estamos en el momentum de la transparencia. A nivel nacional, ha habido una corriente por la transparencia, desde la creación del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) en 2002 hasta la aprobación de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en 2006, que estableció una serie de mecanismos para que las entidades federativas reportaran su gasto, la publicación del presupuesto ciudadano a nivel federal y el portal de transparencia presupuestaria de la Secretaría de Hacienda, entre otros varios.
Adicionalmente, debido a las acusaciones de corrupción y mal manejo de los recursos de campaña y en relación con los gastos en publicidad oficial, Peña Nieto y su equipo han mostrado un particular interés para trabajar en temas relacionados. Incluso antes de tomar posesión como presidente, Peña Nieto ya envió al Congreso una iniciativa para reformar el IFAI.
En la actualidad, la coyuntura se presta para mejorar y aumentar la transparencia presupuestaria. Todo mundo quiere su ley en el tema, ya sea, en transparencia o en transparencia presupuestaria. Diversos legisladores se están poniendo las pilas en el Congreso y han presentado propuestas o están por hacerlo. Así que vienen más proyectos. Respecto a la ley de Contabilidad Gubernamental, ahora que está en la Cámara de Diputados, los legisladores tienen hasta el 31 de octubre para votarla. Esta es otra oportunidad más para impulsar temas importantes que amplíen el derecho a la información. Esperemos que en la práctica todos estos avances legales se traduzcan en nuevas prácticas de los entes públicos.´
¿Te pareció interesante este blog?
Mira qué opinan otros y deja tu comentario aquí