No soy experta en el taekwondo, pero gracias a que mi hija practica esa disciplina y ha participado en torneos, puedo considerar que los jueces y los petos electrónicos no estuvieron del todo bien en la Arena Excel.
Me gustaría citar tres casos que pude apreciar de los combates de los taekwondoínes mexicanos, el de Diego García de León, María del Rosario Espinosa y Erick Osornio.
El miércoles pasado, el 08 de agosto, en la categoría de 58 kilogramos los jueces negaron tres puntos al mexicano Diego García de León cuando éste le diera una patada en la cabeza a su contendiente y el juez llamado de vídeo, luego de revisar la acción, le negara al mexicano los puntos. Si bien es cierto que el Diego no ganaría el encuentro, también lo es que esa acción bajó el ánimo del azteca y lo dejó fuera de combate en la etapa preliminar.
El jueves, las malas decisiones de los jueces siguieron. Érik Osornio perdió en su debut en los Juegos Olímpicos en la primera ronda de la categoría de los 68 kilogramos del taekwondo ante el inglés Martin Stamper, por 2-5. El mexicano dio un combate soberbio, poniendo en aprietos al taekwondoín local, incluso sonaban y sonaban los golpes en el peto pero los puntos no se marcaron. Osornio mantuvo empatado el marcador a 0-0 en los primeros dos rounds y fue en el tercero cuando Martin colocó una patada arriba la cual se vio muy aparatosa pero no dio en el blanco.
No obstante, aunque pasó rosando la nariz del mexicano, pero no impacto, de inmediato el coach José Luis Onofre pidió la oportunidad de la repetición con el video. Pero de nada sirvieron los varios segundos que se tardaron los jueces en analizar el golpe, ya que se mantuvieron en su decisión y le dieron los tres puntos al atleta local, ¿favoritismo?
Lo último, ocurrió este sábado en la categoría de +67 kilogramos, en el combate que disputó la también mexicana María del Rosario Espinoza ante la representante de Samoa, Crawley Talitiga, le conecta tremendo puñetazo en el rostro a la mexicana, que le dejó el pómulo derecho inflamado, y los jueces, no sancionaron a la competidora.
En otros combates pude apreciar que los países pedían revisiones de acciones a los jueces cuyas decisiones no dejaron contentos a los contendientes ni a sus equipos.
Las mismas quejas se escucharon en los juegos olímpicos de Beijing 2008. Varias confederaciones señalaron que los petos no marcaban las patadas, que las decisiones de los jueces no fueron las acertadas y al parecer, la historia se repitió en Londres 2012.
Sin lugar a dudas, ser juez es una tarea que muy pocos quieren desarrollar y los admiro, pero en el caso de los tres combates de los mexicanos en Londres 2012, las acciones fueron más que claras, los mismos medios locales en México lo señalaron en sus transmisiones, y ellos prefirieron, como reza un popular dicho mexicano, "hacerse de la vista gorda".
