Wall-e y la cultura del confort

En Wall-e, la película de Pixar y Disney estrenada en el 2008, los seres humanos del futuro viven en el espacio exterior, en una nave llamada Axioma, en un estado de inutilidad física al que llegaron seducidos por promesas como "nosotros lo hacemos por ti", "no hace falta caminar" y "la frontera final es la diversión", promesas de comodidad total y de una vida feliz.
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This film still released by Disney Enterprises and Pixar Animation Studios shows a scene form "WALL-E." The film is one of the most successful Pixar films. (AP Photo/Disney Enterprises and Pixar Animation Studios)
This film still released by Disney Enterprises and Pixar Animation Studios shows a scene form "WALL-E." The film is one of the most successful Pixar films. (AP Photo/Disney Enterprises and Pixar Animation Studios)

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En Wall-e, la película de Pixar y Disney estrenada en el 2008, los seres humanos del futuro viven en el espacio exterior, en una nave llamada Axioma, en un estado de inutilidad física al que llegaron seducidos por promesas como "nosotros lo hacemos por ti", "no hace falta caminar" y "la frontera final es la diversión", promesas de comodidad total y de una vida feliz.

Cuando Wall-e logra colarse a la nave Axioma, ve por primera vez en vivo a seres humanos. Pero se encuentra con personas muy distintas a las que veía bailando y cantando en su viejo VHS. En ese mundo mecanizado, robots y máquinas hacen absolutamente todo por los seres humanos, desde moverlos hasta alimentarlos. Pero ese estilo de vida, lejos de activar la diversión, creatividad y felicidad, les quita la forma física a las personas y las hace seres aburridos y desmotivados.

La cultura del confort

En la ciencia ficción siempre hay algo que nos habla de nosotros mismos. Wall-e nos muestra la cultura del confort que estamos construyendo, llevada a su extremo. Claro que nosotros no usamos sillas flotantes, pero poco a poco estamos dejando de usar nuestro cuerpo de forma retadora y dinámica. Con los autos, los controles remotos y las escaleras mecánicas, cada vez tenemos menos retos corporales en la vida cotidiana. Pero pagamos un precio muy caro por el supuesto confort.

La paradoja del confort

A veces parece que inventamos cosas para no tener que movernos. Creemos que al no hacer las tareas cotidianas estamos guardando energía para hacer otras cosas más importantes, cuando en realidad nos estancamos y perdemos energía.

Entre más nos movemos, más energía tenemos y mejor está nuestro cuerpo.

El movimiento es la expresión primaria de la vida, y de tu ser. El cuerpo está hecho para moverse, tú estás hecho para moverte. Cuando dejamos de movernos, perdemos energía, los huesos se descalcifican y los músculos se debilitan, las ideas no fluyen y las emociones se estancan.

No me mal entiendas, la cultura del confort nos ha hecho avanzar en muchos aspectos, ya que nos deja tiempo libre para crear, inventar y evolucionar. La clave está en usar las herramientas de confort como eso, como herramientas, y no para suplir las funciones de nuestro cuerpo.

La importancia de ponerle retos a tu cuerpo

Tu cuerpo está hecho para enfrentar retos: el primero y fundamental es mantenerte erguido en contra de la fuerza de gravedad. Este es un milagro evolutivo de nuestra especie al que a veces le damos poca consideración. Sin embargo, al pasar tanto tiempo sentados, parecería que hemos perdido nuestra capacidad innata de estar erguidos con facilidad.

Si ya no le pones retos al cuerpo, este va perdiendo funciones, y tú vas perdiendo vigor, salud y bien-estar.

Así que aquí te dejo algunos tips para empezar a ponerte pequeños retos de forma segura en tu vida cotidiana:

Estaciónate un poco más lejos de donde regularmente lo haces
Usa las escaleras en lugar del elevador
Carga tú mismo las bolsas del súper
A los lugares que estén cerca de tu casa, la tienda o el almacén, ve caminando.
Haz jardinería

Una de las cosas que hacemos cada vez menos en nuestras sociedades es caminar. Y esto está trayendo tremendas consecuencias para la salud: obesidad, diabetes, osteoporosis, etc.

Si tenemos un caminar elástico y dinámico, simplemente eso nos ayuda a fortalecer los huesos, activar la circulación, tonificar los músculos y darnos más energía. La confrontación suave y rítmica con la gravedad al caminar despierta tu cerebro y te ayuda a calmar las emociones, a desestresarte y a ser más creativo. Además, como decía Friedrich Nietzsche: "Todas las verdaderamente grandes ideas son concebidas al caminar".

Así que aquí te dejo un video que te va a ayudar a caminar mejor y te va a entusiasmar para que camines más todos los días.

Ahora ve, haz los movimientos y siente la energía que se despierta en tu cuerpo.

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