Hace un par de fines de semana estaba dando mi taller El Cuerpo Consciente con un nuevo grupo. Uno de los alumnos se levantó luego de las primeras sesiones y me dijo: siento que me quité 10 años de encima.
No es la primera vez que oigo esto de parte de mis alumnos. Uno de los grandes beneficios de recuperar la conexión con tu cuerpo, y de armonizarlo con la mente, es el recobrar una sensación interna de juventud, de vitalidad.
Y también es común que escuche exactamente lo opuesto cuando vienen por primera vez a mis talleres o consulta privada: lo viejos que se sienten en su cuerpo, más allá de su edad.
Uno de los miedos más grandes que escucho en mi consulta es acerca del tiempo y sus efectos, como perder movilidad o tener que vivir con dolores o con limitaciones al envejecer.
Escucho cosas como estas:
"Temo perder movilidad cuando sea más vieja"
"Me falta energía, es por la edad"
"Ya no puedo confiar en mi cuerpo"
"Me asusta llegar al punto a no poder moverme y entorpecer mi cuerpo y mi cerebro"
"Pienso que con la edad me voy a ir jorobando más"
¿Tú también piensas así? ¿Temes que con el tiempo pierdas movilidad, energía y ya no puedas expresarte en el mundo?
Estos pensamientos ni siquiera dependen de la edad que tengamos, ya que conozco a personas de 30 años que hablan así. Estos miedos son fundados en cómo vivimos, en la mala manera en que usamos nuestro cuerpo y lo desgastamos, pero no son un destino marcado.
Tú no tienes que vivir así, temeroso al futuro y perdiendo capacidad en tu cuerpo. Tienes en ti mismo los recursos para mantenerte con salud y energía, solamente tienes que saber cómo acceder a ellos.
Tal vez aquí estás pensando: "mmm...pero envejecer es un hecho biológico que trae ciertas consecuencias"
Si, absolutamente, tienes toda la razón, pero esas consecuencias biológicas no tienen que impedirnos hacer cosas y sentirnos vivos, con ganas y con energía. Y quizá ahora te estés diciendo: "bueno, pero eso no es lo que he visto en mi entorno".
Otra vez tienes razón, porque nuestra cultura nos lleva hacia un lugar de deterioro, pero hay otro ejemplos. Uno de ellos es mi querida maestra Ruthy Alon, formadora senior del método Feldenkrais, quien a sus 80 años asegura que se mueve mejor cada año, puedes verla aquí:
Te comparto este video porque estoy convencida de que es importante cambiar nuestras creencias respecto a qué es envejecer y que miremos otros modelos de vitalidad y juventud a cualquier edad.
No tienes que tener miedo al futuro, a perder flexibilidad y vivir con dolor, a verte obligado a dejar de hacer lo que te apasiona: hay otra manera de estar en el mundo. Tengas la edad que tengas, puedes sentirte joven y vigoroso honrando tus experiencias, mientras mantengas activo tu cerebro.
¿Por qué tu cerebro? Porque de él depende cómo te mueves, cómo piensas y cómo te sientes. Porque ser joven depende más que nada de cómo te sientes, cómo te mueves y cómo piensas.
Si te sientes cansado, viejo y sin vitalidad tal vez sea porque has dejado de ponerle retos a tu cerebro, de crear nuevas conexiones, de expandirte. Y si te sientes muy bien, siempre puedes estar aún mejor, continuar desarrollándote constantemente, y teniendo aún más capacidad de hacer y disfrutar, manteniéndote con la energia de la juventud.
Aquí tienes dos estrategias que puedes empezar a utilizar ya mismo para rejuvenecerte desde el cerebro, hacia afuera!
- Presta atención mientras te mueves.
Muchas veces nos movemos de manera mecánica. Seamos honestos: la mayor parte del día. Ahora sabes que estás sentado leyendo esto, pero, ¿sabes qué haces con tus ojos? ¿Con tu respiración? ¿En qué lugar de tu espalda cargas más peso? Nota qué haces con una mano y con la otra. ¿Dónde está el pie derecho y el pie izquierdo? ¿Cómo te vas sintiendo a medida que guías tu atención a ti mismo con estas preguntas? ¿Puedes "despertar" tus partes con tu atención?
Prueba el prestarte atención mientras caminas, estás sentado, te lavas los dientes, conduces o haces calquier actividad. Y lo que no se siente bien, modifícalo! Esto te otorga presencia, la capacidad de estar en el aquí y ahora, lo cual es muy atractivo! Además te ayuda a prevenir lesiones, ya que no te esperas a que el dolor se instale, sino que te puedes dar cuenta de la primera incomodidad, y evitar que siga avanzando!
- Haz variaciones
A medida que vivimos, creamos patrones, maneras de conducirnos, de realizar todas nuestra actividades (caminar, sentarse, peinarse, estudiar, escribir, etc). Estas maneras las repetimos a lo largo de los años, y se convierten en parte de nosotros.
La rutina nos lleva a una inercia en donde el cerebro ya no busca nuevas formas, y entonces es cuando empezamos a perder vitalidad, disposición a hacer algo nuevo y, en definitiva, envejecemos.
Muchas veces caemos en un círculo vicioso de repeticiones desgastantes y fatigantes. La manera de salir de ese círculos vicioso es ponernos a nosotros mismos variaciones.
Hay muchas actividades que puedes hacer de maneras diferentes en tu día. Por ejemplo: toma una ruta diferente para ir a tu trabajo, coloca el bote de la basura en un lugar diferente, péinate con la otra mano, conoce a nuevas personas, prueba una comida nueva.
Trata de cada día propornete hacer algo novedoso, ¡o de hacer lo mismo de una manera nueva! Esto va a aumentar tu creatividad y vitalidad.
Para que te motives aún más a empezar a aplicar estas estrategias ya mismo y vivir sus beneficios, mira este video de Ruthy Alon en acción:
¡Lleva estas estrategias a tu vida cotidiana ya mismo, y vas a notar cómo tu cuerpo se mueve mejor, tu cerebro prospera y tu ser se expresa juvenilmente! Y cuéntame acá abajo en los comentarios tu experiencia.