MéxicoPolítico: Vázquez Mota y la República de la anécdota

Con la visita de Josefina Vázquez Mota a las instalaciones de la Universidad Iberoamericana ciudad de México, se cumplió satisfactoriamente el objetivo del Foro Buen Ciudadano de establecer un diálogo con los cuatro aspirantes presidenciales y la comunidad universitaria.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

elecciones mexico

Con la visita de Josefina Vázquez Mota a las instalaciones de la Universidad Iberoamericana ciudad de México, se cumplió satisfactoriamente el objetivo del Foro Buen Ciudadano de establecer un diálogo con los cuatro aspirantes presidenciales y la comunidad universitaria. Este ejercicio plural y democrático trajo consigo implicaciones que tocan en lo sustancial el proceso electoral y que seguramente influirán en el voto razonado de algunos ciudadanos.

En resumen, de los cuatro candidatos quien mejor sorteó su encuentro con estudiantes, profesores y trabajadores de la Ibero fue Andrés Manuel López Obrador. Quizá influyó que fue el primero en asistir y aún no detonada el movimiento estudiantil hoy conocido como "yo soy 132". También porque su discurso no fue abordado con demagogia, y por el contrario, estuvo muy centrado en las ideas, en las propuestas y las definiciones de gobierno. A pesar de que los estudiantes fueron críticos en sus preguntas y fueron más allá del lugar común, reconocieron que López Obrador respondió responsable y congruentemente y se lo reconocieron al ovacionarlo a su salida con el grito unísono de ¡Presidente!.

La visita de Gabriel Quadri, candidato del partido de Elba Esther Gordillo, fue una visita accesoria que no tuvo pena ni gloria. A los organizadores del evento les costó trabajo llenar el auditorio, pero al final el candidato Quadri repitió las mismas frases que lo han acompañado en su triste y casi invisible campaña electoral.

Por su parte quien se llevó el peor descalabró no sólo del evento sino de su campaña en lo general, fue sin duda el priista Enrique Peña Nieto. Aquel viernes negro lo evidenció como un candidato prefabricado desde el escenario televisivo quien no supo contener los ánimos desbordados de los jóvenes que lo llamaban a rendir cuentas sobretodo por el caso "Atenco". Lejos de mostrarse como un estadista de primera línea, Peña Nieto y su equipo reaccionaron al bote pronto denostando a los jóvenes y creyendo -una vez más- que el daño se corregiría con un puñado de espots publicitarios.

Ninguno de los guiones escritos en Televisa para el candidato Peña Nieto consideraban a un grupo de jóvenes insatisfechos y demandantes que ocuparían la calles luego del abucheo ocurrido en la Ibero. Pero lo cierto es que la movilización consecuencia de aquel reclamo de justicia, articuló a los jóvenes en torno a dos peticiones muy precisas, válidas y legítimas: 1) democratización en los medios masivos de comunicación y 2) mayor acceso a la información para que el voto sea razonado. Lo anterior cambió por completo el rumbo de las campañas políticas, pues se puso en entredicho el papel televisoras -supuestamente imparciales-; pero también las encuestas fueron llamadas a cuentas por su alto impacto propagandístico y casi nula certeza y metodología.

De ahí que la cuarta candidata tenía que llegar con tacto y astucia a la Ibero, pues su antecesor había sido abatido por la crítica responsable de los jóvenes, y ella que carga a cuestas los sexenios del frívolo Vicente Fox y del violento Felipe Calderón, no tendría mucho margen de maniobra. Por eso suspendió su primera visita y posteriormente reagendó para llegar debidamente preparada para intentar hacer un buen papel con los jóvenes inconformes.

Así, la visita de Vázquez Mota a la Ibero fue un derroche de logística y astucia. Previamente se buscó el acercamiento con jóvenes simpatizantes y se trazó toda una estrategia que evitará que el evento se saliera de control. Muy temprano aparecieron entre los asistentes las playeras que consignaban la leyenda "Si soy perfecta, orgullosamente Ibero" como una forma de contrarrestar la pifia ocurrida semanas antes en otra institución educativa, donde Vázquez Mota declaró que no era perfecta y que por eso había estudiado en la Ibero; de hecho, a medio evento Vázquez Mota se quitó el saco y se puso la playera.

También, uso la estrategia del tiempo. Al contrario de la prisas que siempre tuvo Peña Nieto para no lidiar mucho con los jóvenes, Vázquez Mota dispuso todo el tiempo necesario para dialogar. Además hizo propios los objetivos y el espíritu del movimiento estudiantil y prácticamente deshabilitó en pocos minutos el discurso de los jóvenes.

No obstante -el sol no se puede ocultar con un dedo- y pronto Vázquez Mota quedó disminuida en su intervención oral. De nada sirvió la logística y astucia de sus operadores ante el discurso limitado y nulo de ideas de la candidata. Los puntos concretos de gobierno que supuestamente abordaría en la primera parte de su intervención, se transformaron en anécdotas varias y vacías que no tropezaron ni por error con una sola idea especifica. Llegada la fase de las preguntas, Vázquez Mota confundió el recinto académico con una foro religioso y se levantó a responder como si fuera un predicador que busca sanar con verborrea los malos del corazón.

Prácticamente ninguna pregunta tuvo una respuesta contundente. Todas las respuestas se perdieron en la retórica y en el anecdotario de vida. Literalmente, nada sustancial. Casi al terminar su visita un grupo de valientes y dignos estudiantes entraron al auditorio a solicitarle a la candidata compromisos con el reconocimiento de las víctimas de la guardería ABC de Sonora y por la muerte de periodistas. Apenas y puedo entender la lógica de la petición y sólo se limitó a decir que estaría con todas las personas, incluso con quienes no coincidían con ella; restándole todo valor a la dignidad del movimiento.

Pero Vázquez Mota no se fue limpia de la Ibero, si bien un grupo de estudiantes la vitorearon igual que los hicieran con López Obrador, también a la salida la esperaban con un ataúd y una corona de flores que simbolizaban su complicidad en la muerte y violencia que han imperado en México.

Calmadas las aguas, pronto nos dimos cuenta que el evento no fue un éxito rotundo como Vázquez Mota y su equipo de campaña quisieron creer. Simplemente porque no hubo ideas propositivas en la candidata panista, todo se quedó lamentablemente, en la República de la anécdota.

Popular in the Community

Close

What's Hot