MéxicoPolítico: La propuesta de cambio de Andrés Manuel López Obrador

En efecto, los mexicanos necesitamos un cambio, pero éste no será responsabilidad de López Obrador, será en todo caso responsabilidad de cada uno de nosotros. O seguimos permitiendo el maltrato de la clase política y los poderes facticos, o le damos un cambio radical a la historia de nuestro México.
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No cabe duda que este 2012 es un año electoral sui generis, nunca como antes, los candidatos son sus propios enemigos. Lo vimos primero con Peña Nieto quien no tuvo la capacidad racional de recordar al menos tres libros que hubieran marcado su vida en plena feria internacional del libro de Guadalajara, justo cuando presentaba un libro de su hasta entonces autoría, porque después en entrevista con el analista Leo Zuckerman aceptó que él no lo escribió; luego de ello, vino una cadena de pifias como el que su hija y respectivo novio le llamarán prole y pendejos a los ciudadanos que su padre pretende gobernar, o bien, no saber el precio de la tortilla por no ser la señora de la casa, o el caso de no saber sobre la fluctuación del salario mínimo.

A partir de ese momento, los ciudadanos mexicanos descubrimos que el hombre invencible creado en el set de televisión, era absolutamente vulnerable y no tenía la habilidad necesaria para improvisar o construir una idea que no fuera leída en un teleprompter. Solo, Enrique Peña se autodesprestigió y entonces su equipo de campaña decidió apartarlo de los micrófonos y de los eventos que no estuvieran bajo control. Así, se construyó su estrategia de campaña, pensando en tapizar el país con su imagen de actor de telenovela, pero sin emitir una sola palabra.

Los anuncios propagandísticos que se transmiten por televisión, se grabaron en solitario. El candidato tricolor usa la formula de "te lo firmo y te lo cumplo" pero en un escenario de un México deshabitado. No hay personas en su alrededor, y cuando las hay, se trata de actores medianamente pagados.

A pesar de ello, las encuestas mezquinas siguen colocando a Peña Nieto como puntero, por la simple razón que están formulando preguntas de percepción y no necesariamente de acciones reales. Por ejemplo, en lugar de preguntar directamente por cuál candidato se votará, la pregunta se amaña y se limitan a cuestionar quién "creen" que va a ganar la elección. Evidentemente hay una diferencia entre una y otra.

Pero no sólo Peña Nieto se encuentra en el escenario de demostrar su torpeza y seguir adelante en las encuestas, también la candidata panista ha cometido una cantidad de yerros, que se sabe, la han dejado fuera de la contienda y sin embargo la demotecnia la mantiene en segundo lugar.

A Vázquez Mota le pega su pasado reciente. Las dos administraciones panistas de Fox y Calderón en las que Vázquez fue secretaria de Estado, no sólo quedan en deuda con los mexicanos, sino que traicionaron la confianza ciudadana al dejar al país en peores condiciones de las que se encontraba. Con los sexenios panistas, la corrupción y la pobreza crecieron de forma desorbitada, las prácticas que el PAN siempre criticó del PRI las replicaron y el autoritarismo renació en la figura de Calderón.

Por eso Vázquez Mota no puede presentarse en cualquier lugar sin recibir un reproche o un reclamo, porque a pesar de presentarse como "diferente" lo cierto es que no tiene elementos para diferenciarse de sus antecesores panistas o priistas. Desde el 30 de marzo pasado que iniciaron las campañas, la candidata no ha tropezado ni por error con algún argumento que dé solidez a su proyecto de gobierno.

La falta de una asesoría política adecuada, han hecho que Vázquez Mota cometa errores como decir que apoyará el lavado de dinero, dejar fuera de la fotografía a su hija obesa, presentarse con prisa a las entrevistas en medios de comunicación que le resultan incómodos, tomar la protesta como candidata con un estadio vaciándose mientras pronuncia su discurso, o simplemente cometer la estupidez de repartir propaganda electoral en la caseta de cobro de una de las principales carreteras de la ciudad de México justo el día en que los capitalinos deciden tomar unos días de descanso.

Pero eso no es todo, aquella mañana de la pifia de la caseta de cobro que perturbó aún más el tránsito vehicular, el equipo de campaña condujo a la candidata a "intentar" desayunar quesadillas en un poblado donde habitualmente los paseantes hacen un alto para comer y que para desgracia de los blanquiazules es un paraje perredista. Ahí, comensales y anfitriones echaron literalmente a Vázquez Mota del restaurante y una jovencita le increpó acremente sin tener una respuesta política y razonablemente correcta. Días más tarde, el equipo de Vázquez Mota cometió la pifia de escribir "Tlazcala" en lugar de Tlaxcala.

Con ello, se demuestra que tanto el PRI como PAN lejos de proponer candidatos inteligentes con capacidad de respuesta, han llevado a la contienda a personajes construidos desde las cúpulas del poder que podrán ser manipulados a diestra y siniestra.

Pero no todo los candidatos son torpes. Andrés Manuel López Obrador, es un político de larga trayectoria que si bien ha cometido errores, al menos sus yerros no han sido de la estulticia de sus adversarios. Mientras Peña Nieto aparece con distintas chamarras abrazando a señoras que reciben una pinchurrienta despensa a cambio de fotografiarse o salir en los spots de televisión y Vázquez Mota evadiendo todo tipo de preguntas, Andrés Manuel habla de cómo hará para que la economía del país crezca al 6%, explica además cómo generará los empleos que necesitan los jóvenes que egresan de las universidades y cómo recuperará el tejido social.

Pero "sospechosamente" Andrés Manuel no repunta en las encuestas. "Curiosamente" mientras sus adversarios son víctimas de sus propias guerras sucias, los encuestadores mezquinos no quieren reportar el repunte de López Obrador. Una vez más los intereses de los poderosos se ven amenazados por el "populista" que pretende un cambio digno para México y mediante sus gacetilleros insisten en decir que la contienda es entre EPN y JVM.

Sin embargo, la oligarquía desconoce o subestima el poder de los mexicanos organizados. La propuesta de cambio de Andrés Manuel está por encima de quienes insisten en desprestigiarlo. Los mexicanos sabemos que quien tenga memoria e inteligencia, no puede anhelar el regreso del PRI, pues sería como si después de la dictadura de Porfirio Díaz, éste se volviera a presentar como candidato a la presidencia; pero también se sabe que el PAN ha fallado y que doce años bastaron para hundir más al país.

En efecto, los mexicanos necesitamos un cambio, pero éste no será responsabilidad de López Obrador, será en todo caso responsabilidad de cada uno de nosotros. O seguimos permitiendo el maltrato de la clase política y los poderes facticos, o le damos un cambio radical a la historia de nuestro México.

Nota al margen. Isabel Miranda de Wallace, candidata del PAN a la jefatura de la ciudad de México, luego de presentarse como una ciudadana ejemplar que ha dado una importante batalla por los derechos de las víctimas del secuestro, fue exhibida en la portada de la revista Proceso como una mujer que hace catorce años fue encarcelada en el reclusorio norte por el delito de homicidio en grado de tentativa, entre otros delitos menores. La imagen de ella como iniciada por el delito referido y la de su hijo desaparecido, como contrabandista, ambas fotos tomadas por la procuraduría de justicia del D.F., hablan claramente de que los Wallace no son ni de cerca los ciudadanos honestos que quieren parecer.

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