MéxicoPolítico: Entrega pactada

Si El Chapo se queda en México, estamos hablando de un pacto con el capo más poderoso, el cual se prestó para tranquilizar los nervios de los inversionistas extranjeros a cambio de que el gobierno continúe brindándole protección y privilegios a su organización,
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Joaquin "El Chapo" Guzman Loera, drug trafficking boss, escorted in handcuffs by Mexican navy marines after his capture, Mexico City, Mexico, graphic element on gray
Joaquin "El Chapo" Guzman Loera, drug trafficking boss, escorted in handcuffs by Mexican navy marines after his capture, Mexico City, Mexico, graphic element on gray

En el ocaso del gobierno calderonista, los pronósticos políticos predecían que el PAN perdería la presidencia de la República. Los índices de violencia y sangre derramada a lo largo y ancho del país, difícilmente aseguraban la permanencia del partido de derecha, en ese sentido, la otrora aspirante presidencial Josefina Vázquez Mota, estaba de facto descartada para la contienda. Los únicos que darían la batalla para suceder a Felipe Calderón serían, López Obrador y Enrique Peña Nieto.

A pesar de los discursos políticamente correctos de procurar el Estado de derecho y de exponer las mejores intenciones para gobernar al país, ambos aspirantes sabían que tarde o temprano tendrían que negociar con los capos criminales para frenar el derramamiento de sangre y por ende los actos delictivos... A la vuelta del tiempo, ese momento le llegó a Peña Nieto.

En recientes días, Peña Nieto promovió en diferentes foros internacionales, las oportunidades de inversión económica que pueden tenerse en México como consecuencia de las recientemente aprobadas reformas energética y de telecomunicaciones. Países de primer mundo y empresas trasnacionales han mostrado un particular interés, sólo que le han reprochado a Peña, el clima de violencia, inseguridad y por tanto de incertidumbre política para poder invertir en nuestro país.

Por supuesto, el trabajo político del llamado Pacto por México que encontró las mejores maniobras para que las reformas prosperaran, se ve ensombrecido sino se logra que lleguen los recursos del extranjero. Por ello, Peña Nieto se vio obligado a dar un golpe certero para tranquilizar las inquietudes de los inversionistas y ofrecerles un clima de estabilidad.

La "captura" de El Chapo Guzmán, es precisamente esa señal que los inversionistas deseaban para llevarse la idea que el gobierno priista está trabajando seriamente en el combate al crimen organizado. En realidad, el gobierno pudo haber capturado a cualquier otro capo de la mafia, pero tenía que ser EL GRAN CAPO lo que dejaría muy claro que Peña Nieto no se anda con medias tintas; a pesar de que ha trascendido que fue el propio Joaquín Guzmán uno de los principales patrocinadores de la campaña política que llevó a Peña Nieto a la silla presidencial.

Si revisamos con atención, la "supuesta" captura de El Chapo Guzmán se trata de una historia ya conocida. Pablo Escobar fue aniquilado también por haber encendido un teléfono satelital; también días antes se había escapado. Escobar Gaviria igual que El Chapo también se encontraba con un solo guardaespaldas, porque días previos habían aprehendido o aniquilado a los sicarios de su primer cinturón de seguridad. ¡Vaya coincidencia!

Sin embargo, hay algo que rompe con la historia. Pablo Escobar estaba disminuido, había perdido poder económico, sus amigos ahora eran sus enemigos, su imperio se había diluido; no así con El Chapo Guzmán, éste conserva su poder político, económico y financiero. Su organización criminal es de las más influyentes en Estados Unidos, América Latina y Europa, y su estructura y operaciones son de las más sólidas del mercado negro. Quizá una o dos corporaciones criminales como la N'drangueta o la mafia Yakuza estén a su mismo nivel.

Por ello, cuesta trabajo aceptar que lo "capturaron" con un operativo terso y sin un sola bala. Es difícil aceptar que desde las 5:30 de la mañana cerraron el transito vehicular y El Chapo no tenía un solo hombre vigilando la calle. Es increíble que se hayan acercado los helicópteros y el capo siguiera dormido; que los marinos hayan subido las escaleras y nadie haya escuchado nada. En fin... todos y cada uno de los detalles de la versión oficial, construyen una historia increíble de contar y aceptar.

La hipótesis que emerge entonces es que todo esto es una entrega pactada. Si el gobierno de Peña Nieto entrega a El Chapo al gobierno de Estados Unidos, entonces habrá que reconocerle su templanza. Pero si El Chapo se queda en México, estamos hablando de un pacto con el capo más poderoso, el cual se prestó para tranquilizar los nervios de los inversionistas extranjeros a cambio de que el gobierno continúe brindándole protección y privilegios a su organización, como ha venido ocurriendo desde hace mucho tiempo.

Nota al margen

Televisa no aprende la lección. El joven economista y torpe periodista Carlos Loret de Mola se trasladó al condominio Miramar donde fue capturado El Chapo Guzmán. Allí pidió a los miembros de la secretaria de Marina lo acompañaran para hacer más espectacular su reportaje televisivo. A diferencia de periodistas locales y de otros medios nacionales que apenas y les permitieron entrar al departamento unos veinte minutos, el novel presentador de noticias tardó allí cerca de dos horas. Lo mejor (o lo peor según se quiera ver) fue que el periodista nos obsequió una cátedra de su periodismo crítico y profundo, gracias a Loret de Mola pudimos ver a través del canal de las estrellas el horno de microondas, la andaderas de las gemelas, la ropa revuelta y el sanitario donde fue capturado El Chapo Guzmán. ¡Qué belleza de periodismo!

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