MéxicoPolítico: México fallece y Peña Nieto débil ante estudiantes

La crisis de inseguridad que se vive en México ha escalado a niveles de violencia que rebasan toda imaginación posible. Ante estos hechos estrujantes, la clase política está ciegamente zambullida en el proceso electoral que no repara en ofrecer propuestas que den solución real e inmediata a la situación tan extrema de violencia e inseguridad.
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Cuarenta y nueve torsos humanos hallados en la carretera Cadereyta - Tamaulipas durante el pasado fin de semana, es la noticia que abre prácticamente todos los espacios informativos del país. La crisis de inseguridad que se vive en México ha escalado a niveles de violencia que rebasan toda imaginación posible. Cada día el país pierde espacios de gobernabilidad y por tanto de Estado, mientras tanto, la población cada vez está mayormente sujeta a los designios de los criminales.

Ante estos hechos estrujantes, la clase política está ciegamente zambullida en el proceso electoral que no repara en ofrecer propuestas que den solución real e inmediata a la situación tan extrema de violencia e inseguridad. Las promesas de los candidatos rayan en lo demagógico, populista, inalcanzable, insultante y en más de las ocasiones son ofrecimientos absurdos y ridículos.

Nada. No hay un sólo compromiso que atienda las verdaderas necesidades de un México abatido por el crimen organizado y deshonrado por sus autoridades de gobierno y su clase política. No sólo se ha deshilvanado el tejido social, sino también se han fracturado las estructuras que sostenían la tranquilidad y bienestar social y todo parece indicar que no hay soluciones prontas ni certeras que reparen dicho daño. La tragedia que estamos padeciendo es fruto de una larga historia de corrupción y mal gobierno que hoy ha rebasado los límites del descaro y la ambición.

Desde su fundación, el PRI traicionó los verdaderos anhelos de la Revolución Mexicana. Gracias a sus gobiernos corruptos, sexenio tras sexenio el país fue saqueado sistemáticamente. Las riquezas financieras, naturales y humanas fueron desvalijadas con la llegada de un nuevo presidente que siempre prometía un cambio; pero nada, lo único que sucedía y sucede a la fecha es que la pobreza se incrementa y el país no crece.

Ahora, el PRI pretende presentarse con un nuevo rostro haciendo creer a la población que es una institución política que ha cambiado; pero nada es tan engañoso como la supuesta metamorfosis que no se ha dado, pues el otrora partido hegemónico continúa teniendo las mismas prácticas de corrupción, autoritarismo y complicidad como lo has ha tenido desde antaño. El estado de Coahuila por ejemplo, fue literalmente saqueado por su anterior gobernador, Humberto Moreira, para inyectar recursos a las campañas priistas. También en el estado de México se ofrecen 550 pesos mensuales en efectivo a cambio de convencer a diez personas para que voten por el PRI.

Los únicos dos gobiernos emanados de Acción Nacional, tampoco llegaron a transformar la vida nacional. La complicidad, el tráfico de influencias y la corrupción han imperado de tal forma que no se puede detectar la mejoría en el nivel de calidad de vida, con los gobiernos panistas. Encontrar la diferencia entre PRI y PAN es prácticamente imposible, pues ambos partidos han promovido la misma política neoliberal que no ha llevado a los mexicanos a mejor puerto. Desde la llegada de los tecnócratas (entre ellos Felipe Calderón) la privatización de los sectores productivos del país ha sido el objetivo único de gobierno, en ello han perdido la noción de un gobierno eficiente con frutos satisfactorios para los ciudadanos.

Con los panistas, el desempleo ha crecido a tasas históricas, el acceso a la educación pública cada vez es más limitado y el estancamiento económico ha sido consecuencia de un ambiente de violencia y muerte imperante en todo el país. Los gobiernos panistas han defraudado la confianza de muchos de quienes en el año 2000 confiaron el cambio prometido. Ahora su castigo se ve reflejado en el escaso apoyo a su candidata y lo más seguro es que en poco tiempo quede rezagada del proceso electoral.

Los hechos de violencia y muerte no deberían estar alejados de la agenda de los candidatos y en particular del supuesto aspirante puntero. Pero lamentablemente la realidad dicta que Enrique Peña Nieto es un candidato construido desde el set de televisión, prohijado por los medios de comunicación y los dueños de los capitales más importantes para llevarlo a colocarlo a cualquier precio en la silla presidencial con el único objetivo de darle continuidad al proyecto neoliberal en donde sólo un puñado se hace más rico y la mayoría más pobre.

El crimen, la violencia y la muerte no sólo emanan de las bandas criminales, también proviene del Estado, como lo vimos en el caso de Atenco donde policías del estado de México, vejaron a los habitantes de aquella región al grado de encarcelar a ciudadanos inocentes y violar sexualmente a mujeres indefensas. Peña Nieto entonces gobernador, dio la orden de que la policía restableciera el orden incluso transgredieron la propia ley. Atenco es desde entonces un crimen de Estado que sigue doliendo en la población.

El tema "Atenco" fue una de las preguntas que no contemplaba Peña Nieto en su visita a la Universidad Iberoamericana, su respuesta fue tan hostil y provocativa como el hecho mismo. Mintió al decir que la Suprema Corte de Justicia de la Nación había avalado su decisión cuando la verdad fue exactamente lo contario.

Por eso la protesta de los estudiantes de la Ibero fue tan genuina como legítima. Peña Nieto que había estado todo este tiempo en la burbuja de los spots, tuvo que enfrentar a una masa con pensamiento crítico y consciente de la realidad, que no pudo someter con despensas o playeras. Hoy por hoy, la realidad está absolutamente alejada de las encuestas y de los contenidos de las televisoras; basta con mirar los contenidos de internet para saber y darse cuenta que sólo unos cuántos apoyan al candidato de televisión y muchos son los que verdaderamente anhelan un cambio.

Nota al margen:
La Universidad Iberoamericana es un espacio tan plural, que ese mismo día por la tarde, académicos cuya voz es significativa en la construcción de la opinión pública, lanzaron en su espacio radiofónico la idea de que los manifestantes podrían haber sido jóvenes ajenos a la comunidad universitaria de la Ibero. La sola insinuación de dicha idea es absolutamente inaceptable; ya que de ser así, en principio dejaría mal parados a los organizadores del foro, que si algo tuvieron fue compromiso, dedicación y profesionalismo y entre la logística de seguridad contemplaron el ingreso a las instalaciones conforme lo establece el reglamento de seguridad de la propia universidad. Además, enunciar que fueron jóvenes ajenos a la Ibero, dejaría abierta la puerta para pensar que la universidad prepara estudiantes sumisos y silenciosos que no son capaces de conformar una masa crítica de pensamiento; situación que nada tendría que ver con la realidad de los estudiantes Ibero que, si algo los caracteriza, es la sensibilidad humana prohijada por el espíritu jesuita de velar ante todo por los derechos humanos, la justicia, la igualdad, la solidaridad y la libertad en todas sus formas y expresiones.

Comparto el video que grabé con mi celular y que exhibe la protesta genuina y legítima de los estudiantes de la Ibero:

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