Cómo la triangulación de los Hispanos puede ayudar a los Estados Unidos a innovar en política exterior

Sin duda los hispanos pueden fomentar las relaciones entre los EE.UU. y zonas estratégicas. Sin embargo, primero hay que superar un obstáculo que durante décadas ha sido pasado por alto, y es la necesidad de una mayor representación en el Departamento de Estado.
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Mientras la relación entre Latinoamérica y regiones emergentes como Asia y el Oriente Medio es bien sólida, el debate sobre la incorporación eficiente de la más grande diáspora de los Estados Unidos, la comunidad hispana o latina, nunca fue más relevante para la política exterior estadounidense. Y es que abrir las puertas para que los Latinos representen a los Estados Unidos en el exterior podría crear oportunidades para una triangulación que desarrollarían las relaciones con agentes claves que puedan promover relaciones políticas y económicas en todo el mundo de manera efectiva. Sin duda los Hispanos pueden fomentar las relaciones entre los EE.UU. y zonas estratégicas. Sin embargo, primero hay que superar un obstáculo que durante décadas ha sido pasado por alto, y es la necesidad de una mayor representación en el Departamento de Estado.

Según el Pew Hispanic Center, hay 51.9 millones de Hispanos en los Estados Unidos, lo que corresponde a un 16.7% de la población estadounidense. Sin embargo, "desde la década de los ochenta el porcentaje de hispanos en el Departamento de Estado ha oscilado no más allá del 5%; por ello el número de hispanos empleados no se ha equiparado con los cambios demográficos" dijo el ex embajador de Estados Unidos en Argentina, Lino Gutiérrez.

Una razón para este bajo porcentaje puede deberse a la historia de la agencia, "En el pasado, el Departamento de Estado parecía formado únicamente por hombres formados en universidades del Ivy League", añadió Cresencio Arcos, ex embajador de Estados Unidos en Honduras. Sea cuál sea el caso, los hispanos han sido muy poco representados en los puestos que conforman el Servicio Ejecutivo Superior y el Servicio Civil dentro del Departamento inclusive en comparación con otros grupos minoritarios tanto hace 20 años como actualmente. Como resultado de esto, se produce una dañina disparidad entre una comunidad creciente y talentosa comprometida con servir a su país y los puestos que ellos no están ocupando.

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Al enviar Latinos y Latinas a otras regiones fuera de América Latina, los Estados Unidos pueden sacar mayor provecho del poder de su diversidad. Tal y como dijo en 2012 el Senador Robert Menéndez, Jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado: "Nuestro servicio diplomático es más fuerte cuando representa la amplia variedad de experiencias y conocimientos que los estadounidenses poseen". Siguiendo esta línea, el Secretario Adjunto para Comercio Internacional del Gobierno Estadounidense, Francisco J. Sánchez destacó "los beneficios de un personal diverso y sólido especialmente a organismos que trabajan en política exterior y asuntos de seguridad nacional". Hoy día, desde altos cargos de la Casa Blanca hasta el Consejo de Trabajadores Hispanos de las Agencias de Asuntos Exteriores (HECFAA) han puesto su foco de atención en el tema. Por ejemplo, en 2011 el Presidente Obama firmó una Orden Ejecutiva para el aumento de la diversidad y la inclusión. Así mismo, la HECFAA se encuentra asistiendo permanentemente a la captación y retención de hispanos como personal en las agencias de asuntos exteriores de los Estados Unidos.

Política
Los Latinos pueden sin duda ayudar en la creación de vínculos y asociaciones porque nacen y se crían dentro de un entorno diverso y usando el segundo idioma más hablado del mundo. Por ejemplo, Pablo Quintanilla, antiguo miembro del servicio diplomático del Departamento de Estado dijo que utilizaba el "Mes de la Herencia Hispana" como un vehículo para traer a colación el tema de la diversidad de razas y lengua entre la población joven de China. "Cuando la comunidad china vio un hispano hablar en Mandarín, quedaron gratamente sorprendidos. Fruto de esto me percaté de que existía un vínculo especial en nuestra relación de cooperación Sur-Sur".

Es por esto que el envío de Latinos a Asia crea un vínculo cultural más eficiente y eficaz que puede añadir valor para la construcción de unos lazos sólidos de cooperación con esta región cada vez más importante e influyente.

Kris Balderston, antiguo Enviado Especial de Asociaciones Globales del Departamento de Estado para la Secretaria Clinton y actualmente socio principal de Fleishman-Hillard dijo, "La comunidad latina se identifica y va de la mano de otras diásporas y culturas porque tienen experiencias e historias comunes; estas similitudes pueden forjar vínculos de confianza de forma más rápida, añadiendo un valor incalculable con el tiempo tal y como lo han hecho la diáspora judía en Brasil o la irlandesa en EE.UU."

Economía
En el año 2000 solamente había tres acuerdos de libre comercio entre Asia y Latinoamérica, pero en 2010 el total era de 45. Este aumento de 1.500% demuestra la fuerte relación económica entre ambas regiones. De acuerdo con el BP Statistical Review of World Energy, de 2005 a 2011, China, India y Singapur sumaron cerca del 37% de la totalidad de las exportaciones de petróleo de Latinoamérica y el Caribe. Lo que esto significa es que existe la infraestructura y la demanda estadounidense para actualizar, fomentar y liderar de forma innovadora nuevas relaciones entre América Latina y Asia, estrechando vínculos económicos. Si permanece como está y no se encuentran formas para promover, movilizar y designar Latinos a regiones fuera de Latinoamérica, los Estados Unidos podrían correr el riesgo de quedar detrás de Asia en la carrera de la triangulación.

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En la actualidad, el Departamento de Estado está haciendo un gran trabajo apoyando a su población para que estudie en el extranjero así como contactando con grupos afines para movilizar cambios. El Programa Fulbright gestionado por el Instituto de Educación Internacional (IIE) está aumentado de forma considerable el muy importante aprendizaje de idiomas y experiencias internacionales. Otro apoyo relevante son las becas Gilman, dirigidas al envío de estudiantes de entornos desfavorecidos a países no tradicionales. Esto es importante, ya que podría ayudar en el proceso de reclutamiento y contratación tal y como lo hacen las becas los Pickering y Rangel, cuyo objetivo es atraer a los estudiantes más destacados de grupos que históricamente no han sido representados en el servicio diplomático de manera que busquen una carrera profesional en el Departamento de Estado. Además, bajo el mandato de la Secretaria Clinton, el Departamento de Estado lanzó el primer Foro Global de Diásporas bajo la Iniciativa de Asociaciones Globales. Según palabras de Kris Balderston, esto supuso un camino para "juntar diásporas de forma conjunta con socios para solucionar problemas de forma innovadora".

"A pesar de un intenso esfuerzo de obtener diversidad de candidatos, la principal barrera para acceder sigue siendo la falta de conciencia", citó un oficial del Departamento de Estado de manera confidencial dedicado a la contratación de personal. Si esto es así, una sencilla y efectiva forma de aumentar la contratación y permanencia de Hispanos es dándole a la comunidad un espacio y rol más destacado en puestos nombrados tales como Embajadores, Subsecretarios y, quizás algún día, el cargo de Secretario de Estado. De acuerdo con palabras del Embajador Gutiérrez, no es casualidad que "cuando Hillary Clinton y Colin Powell fueron Secretarios de Estado, el número de afroestadounidenses y mujeres que tomaron el examen para el servicio diplomático aumentó exponencialmente. Es por esto que creando nuevos vínculos con hispanos, el Departamento de Estado podría aprovechar el potencial de la diversidad de la población estadounidense, así como superar de forma innovadora los obstáculos de conciencia y percepción de manera que le dé ímpetu a sus iniciativas de reclutamiento y contratación.

Teniendo en cuenta que los Estados Unidos se enfrentan al reto de competir en un mundo donde la formación, desarrollo y retención del capital humano es preponderante, tenemos que preguntarnos: ¿podemos realmente esperar estar a la altura del resto del mundo si continuamos a no incorporar y adoptar nuestras diásporas, en especial la mayor del país? La realidad es que no podemos. Por ello, si vamos a invertir esta tendencia, tenemos que reclutar más a través de un enfoque en crear más métodos de alimentación (pipeline) tales como programas de estudios en el exterior, el nombramiento de más Latinos a posiciones de alta dirección e iniciativas de tutores y mentores. Debemos comprometernos a superar la marca del 5% antes mencionada, porque el no cumplir con la diversidad cultural no sólo llevará a enviar mensajes contradictorios al mundo de que la igualdad y la representatividad no son importantes en política exterior, pero que va contra nuestra creencia fundamental de que de muchos, somos uno. Una vez que esto se consiga, los Estados Unidos podrá continuar a impulsar con aún más fuerza el esfuerzo por un mundo más democrático, seguro y próspero para el beneficio del pueblo estadounidense y de la comunidad internacional.

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