El plazo para recuperar la democracia en Venezuela vence el 7 de octubre de 2012.
Ese día los ciudadanos venezolanos definirán si Hugo Chávez, después de 13 años de gobierno autoritario, permanece en el poder o, si por el contrario, el candidato de la oposición, Henrique Capriles, surge como el líder capaz de reestablecer las libertades civiles y la estabilidad democrática en el país latinoamericano.
Hoy Venezuela es un país donde el imperio de la ley ha desaparecido, dando paso a la violencia y la corrupción que se han enquistado en el conglomerado social. Los servicios básicos y la infraestructura están en plena decadencia. Derechos fundamentales como la propiedad privada y la libertad de prensa son inexistentes. Todo sumado a secuestros recurrentes y el arresto rutinario de aquellos que critican el régimen actual. Internacionalmente, el gobierno de Chávez se ha alineado con regímenes autoritarios como Irán, Belarús y Siria, al tiempo que es uno de los cuatro países que reconocen la independencia de los territorios ocupados de Georgia a cambio de la provisión militar de Rusia.
Por primera vez, desde que Hugo Chávez llegó al poder, existe una gran apuesta por el cambio, sustentada en el entusiasmo y optimismo que produce la candidatura de Henrique Capriles.
Como parte de la campaña anti-socialista que la Organización Democrática Internacional de Jóvenes (IYDU por su sigla en inglés) decidió impulsar en América Latina, esta alianza global de jóvenes de centro-derecha ha realizado un monitoreo permanente de las elecciones en Venezuela y ha tomando atenta nota de las denuncias sobre fraude electoral que ha formulado la oposición.
La comunidad internacional también ha expresado reiteradamente su preocupación con respecto a los procesos electorales anteriores y ha puesto en duda la validez de los resultados. En este sentido, la IYDU considera inaceptables las retaliaciones que han sufrido los electores contrarios al régimen de Chávez, así como las restricciones que este régimen impone a la oposición.
Las últimas encuestas predicen un resultado muy ajustado entre Chávez y Capriles. Por este motivo, la IYDU hace un llamado a la comunidad internacional para que garantice un proceso electoral pacífico y transparente en Venezuela.
La IYDU también quisiera hacer un reconocimiento especial al duro trabajo que uno de sus miembros - 'Partido Proyecto Venezuela' - está realizando para promover el éxito de la campaña de Henrique Carriles.
Los resultados electorales en Venezuela tendrán un impacto significativo no sólo para este país, sino para América Latina y el mundo entero, considerando la fuerte influencia y apoyo que el gobierno de Chávez ejerce frente a otros regímenes autoritarios y de corte socialista como Irán, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia.
Después de 13 años de un gobierno despótico y antidemocrático como el de Hugo Chávez, hoy Venezuela tiene una oportunidad real para restablecer la democracia y el imperio de la ley. La comunidad internacional debe asegurar que esta oportunidad no sea despojada arbitrariamente de las manos del pueblo venezolano.
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