La generación del 2014 despierta en Venezuela

El núcleo del problema no está en que se reconozcan los bandos con dos modelos distintos de país, socialismo VS capitalismo, va mucho más allá.
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An anti-government demonstrator stands with a tri-colored ribbon covering her mouth that reads "Venezuela" during a protest in front of an office of the Organization of American States, OAS, in Caracas, Venezuela, Friday, March 21, 2014. Opposition lawmaker Maria Corina Machado is scheduled to speak before the OAS council in a closed-door session Friday in Washington D.C., presenting the situation in her country (AP Photo/Esteban Felix)
An anti-government demonstrator stands with a tri-colored ribbon covering her mouth that reads "Venezuela" during a protest in front of an office of the Organization of American States, OAS, in Caracas, Venezuela, Friday, March 21, 2014. Opposition lawmaker Maria Corina Machado is scheduled to speak before the OAS council in a closed-door session Friday in Washington D.C., presenting the situation in her country (AP Photo/Esteban Felix)

Venezuela arde por los cuatro costados, una explosión social de baja intensidad espontanea con mecanismos sorpresivos, guarimbas (lugar de refugio, cerca de las residencias donde vives) y barricadas (trancar la vía, con palos piedras, cauchos, arena), mecanismo de protesta que pululan en muchos lugares del país, es la expresión del "ya basta", producida por un coctel nada agradable, en un clima de impunidad; "inseguridad y escasez".

Las sociedades despiertan como si fueran insectos inteligentes abejas o hormigas que se comunican, una especie de danza para decirse unas a otras adonde ir, en búsqueda del alimento, o si se sienten en situación de peligro, defenderse. La sociedad venezolana se percibe oprimida, atacada. Como resultado, en ella despierta una ferocidad nunca vista, seria optimista al menos conocer por donde transitan estos ríos de fuego, y el desenlace.

El diálogo reciente gobierno-oposición cayó en la disputa de discutir por una botella vacía, cuando el verdadero problema es estructural, y en ausencia de los actores fundamentales, los jóvenes, los que quieren ser oídos, buscan una solución a los problemas que vive el país.

La verdad es que el centro del problema se desvió. El núcleo del problema no está en que se reconozcan los bandos con dos modelos distintos de país, socialismo vs. capitalismo, va mucho más allá.

El origen del problema está incubado en un embrión, en pie de lucha. La generación del 14, muy similar a la generación del 28, el siglo pasado, cuando un grupo de jóvenes enfrentaron al dictador Juan Vicente Gómez.

En ese entonces, se hizo un desfile desde la Universidad Central de Venezuela hasta el Panteón. Protagonistas políticos como Jovito Villalba, Rómulo Betancourt, y Juan José Palacios terminaron en la cárcel de la rotunda o en el Fortín solano de Puerto Cabello fueron reprimidos y encarcelados. 86 años después, algo muy parecido esta ocurriendo en el país.

En el 2014, se rebelan los estudiantes, son reprimidos por las fuerzas del orden público; lacerados por perdigones, bolas de plomo que incineran la piel, bombas lacrimógenas que producen lagrimeó abundante, irritación y hasta ceguera temporal.

Esos impactos físicos y psicológicos alteran la conciencia, y no se olvidan jamás, se llevan para toda la vida y renacen en la madurez. La situación es difícil pero es la escuela de los nuevos líderes unos 15 o 20 años más adelante serán estos con seguridad quienes tomen las riendas de un país en llamas, bomberos de la libertad.

Hay desesperación, se sienten sin esperanzas, la generación del internet, la generación Y, cuyas características relevantes coexisten en el planeta, la más informada de la historia, la libertad individual como heráldica, y bajo consumo de estupefacientes.

Es complicado vivir para los jóvenes, el desafío de luchar contra la censura, el monopolio de los medios, Tv, radio, prensa, contra un instrumento inteligente de vanguardia por medio del internet las redes sociales, el desafío: mejorar la calidad de vida en un país de renta petrolera.

La solución a corto plazo es excesivamente complicada, pesar de haber mediadores como Unasur, el Vaticano, y los ojos de la comunidad internacional.

Lo cierto es que sería difícil un gobierno de coalición, cuando el resentimiento es la crema de la súper torta de ambos lados, frente a un yoismo exacerbado, todos quieren ser, ven el desenlace a la vuelta de la esquina.

Sin embargo, los desencadenantes están allí, la solución pacifica es lenta: referendo revocatorio, o elecciones. Y con el artículo 350 de la constitución y consecuencias impredecibles, no hay manera de no ser violentos.

Crisis en Venezuela

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