Dreamer: de vivir bajo un puente a un salón de clases... ¡Lo logré! (VIDEO)

En las últimas semanas empecé a estar ansioso por mi permiso de trabajo. Yo sabía que Dios estaba en control y que todo iba a estar bien, pero al ver a mis amigos conseguir su permiso de trabajo, me dieron ganas de conseguir la mío también. El 8 de enero, recibí una llamada de Satcha Pretto para ir a "Despierta América".
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jose luis zelaya

En las últimas semanas empecé a sentirme ansioso a causa de mi permiso de trabajo. Yo sabía que Dios estaba en control de lo que sucede y que todo iba a ir bien, pero al ver que mis amigos conseguían los suyos, crecieron mis deseos que recibirlo también. El 8 de enero, recibí una llamada de Satcha Pretto para ir a "Despierta América".

Como se pueden imaginar, no pude dormir durante los próximos días. Al acercarse el momento, recibí una llamada de uno de los productores que me decía que me preparara para una entrevista. Me informó que íbamos a estar hablando de mi viaje a Estados Unidos, la necesidad de una reforma general de inmigración, mis gorros tejidos y la historia de mi vida.

En los días previos a la entrevista, me dediqué a hablar con amigos y soñadores para llevar temas de conversación al programa.

El martes 15 de enero de 2013, tomé un avión a Miami para participar en el programa "Despierta América". Estaba muy nervioso, pero listo para hablar. La noche antes del show, se agolparon las memorias de cuando vivía debajo de un puente. Sentí emoción y gratitud por tantas personas que me ayudaron en la vida. Oré y dí gracias a Dios por esta oportunidad increíble. Traté de dormir, sin éxito.

Vinieron por mí para llevarme a los estudios de Univisión. Eran las 6:30 de la mañana. Mi corazón se aceleró; empecé a hablar muy rápido, y mientras hablaba en mi mente veía a ese chico que limpiaba parabrisas y zapatos, el mismo chico que se dirigía ahora a la televisión nacional para hablar de su vida, de tejidos y de inmigración.

Cuando llegué a los estudios, no pude contener las lágrimas. Yo no sabía lo que iba a suceder.

Me senté en la sala de grabaciones. Segundos después llego Satcha y un instante después, la entrevista habia empezado. "No estoy listo"... era el pensamiento que pasaba en mi mente.

Satcha me hizo una pregunta que me tomó desprevenido y me sentí confundido y nervioso. Luego me dijo que tenía una sorpresa para mi. Y fue entonces cuando vi a mi bella y espectacular abogada, Jessica Dominguez, caminar hacia nosotros.

No lo podía creer.. era como estar una película, sólo que esta vez yo estaba en ella. La abogada le enseñó a Satcha una flor de crochet que yo le había tejido en sus oficinas en Los Angeles. Y yo... lloré, me quebré, temblé de la emoción. Pero aún faltaba lo mejor, lo increíble, la sorpresa.

Sí, porque allí, en el programa, me dieron... ¡mi permiso de trabajo! Significaba que yo ya no iba a ser deportado. Significaba que podría enseñar, tener alumnos, y me imaginé allí mismo a mis estudiantes del futuro.

En un instante, mi sueño era realidad. Fue la segunda sorpresa más grande de mi vida. La primera fue cuando vi a mi madre por primera vez después de casi dos años de ausencia.

Este momento significa mucho para mi y para todos lo que me aman. En mis manos tenía ¡mi permiso de trabajo!... El arduo trabajo, las noches de desvelo estudiando, los dolores en las manos por tejer. Después de todo eso, ese momento valía más que el oro.

Estoy extremadamente agradecido con Dios, mi familia, mi abogada Jessica Dominguez, Satcha Pretto, mis maestros, "Despierta América", Univision y con todos mis amigos por darme una linda sorpresa.

¡Ahora podré ser maestro de Matemáticas! Y no puedo esperar el día que entre a mi salón de clases y diga: "Hola mis estudiantes, mi nombre es Mr. Z y todos ustedes van a ir a la universidad".

Estoy listo para dar clases y ser su consejero, su amigo, padre y el maestro que mis alumnos tanto necesitan.

Ahora tenemos que seguir trabajando y luchando más arduamente para que todas las familias trabajadoras de indocumentados en Estados Unidos puedan compartir el mismo sentimiento que mi familia y yo sentimos. Me comprometo a seguir luchando por una reforma integral de inmigración, para que las deportaciones de familias trabajadoras y decentes paren de una vez por todas. Hay que luchar para defender la integridad de nuestras familias y comunidades. ¡Reforma Migratoria ahora!

EL MOMENTO EN QUE RECIBO LA NOTICIA:

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