Reconozco que muchas veces fantaseo con la idea de tener una profesión completamente diferente a la de ser escritor. ¿Cómo será levantarse por la mañana y poder cumplir con tus obligaciones sin tener que enfrentarte al caos de una página en blanco? ¿Cuál será la sensación de ejecutar una rutina laboral que no implique tener que devanarse los sesos inventando algo que no existe? ¿Qué se sentirá no estar todo el día pensando en gente que no existe, y en problemas que tampoco existen, para inventar historias que existirán solo mientras haya alguien que las lea en un papel?
Llevo casi quince semanas trabajando en esta novela del periodista que comienza a sumergirse, casi sin desearlo, en una intriga policial que viene desde los años 50 y que hasta el día de hoy sigue sin dilucidarse. Como se imaginarán, el esfuerzo por mantener en alto la historia, el ritmo y la acción de una novela de este tipo, es una tarea titánica. Y uno nunca puede enfrentarse a ella en solitario.
¿Cuál es mi consejo? La lectura. Leer mucho. Yo leo muchísimo mientras escribo.
¿Y qué leo? Bueno, por lo general me hago una selección de libros que tengan que ver de alguna manera con lo que estoy escribiendo. De esa manera entro en "sintonía" con colegas que ya hicieron ese trabajo antes que yo, aprendo, y no le permito a mi cerebro que se relaje mientras no estoy sentado tecleando frente a mi computador.
Comparto con ustedes los libros que se acumulan en mi mesita de noche durante estás últimas quince semanas:
"Y no quedó ninguno", de Agatha Christie. Algunos dicen que es la mejor novela policial que se ha escrito. Y yo lo creo. Es un libro perfecto, con un final inesperado y que deja al lector helado y sin respiración. ¿No lo han leído? Corran en este momento a su librería más cercana. Se lo agradecerán toda la vida.
Las obras completas de Arthur Conan Doyle. ¿Por qué? Porque es uno de los pioneros de la literatura policial. "Estudio en escarlata", "Las aventuras de Sherlock Holmes", "El sabueso de los Baskerville", son lecturas imprescindibles para un escritor que se aventure en estas aguas.
"Sacrificio a Mólek", de Asa Larsson. Una novela que te deja con los pelos de punta. Así de simple.
"La mujer que arañaba las paredes", de Jussi Adler-Olsen. Otra historia que, como la que yo escribo, se cuenta simultáneamente en dos épocas distintas. El personaje central es inolvidable, tanto por su personalidad como por todo lo que le hacen...
Y no solo leo literatura, sino que también manuales y ensayos. Y en esa categoría, les recomiendo mucho el libro "Todo lo que sé de sobre novela negra", de P. D. James, una de las escritoras más reconocidas del género. Este es un texto ameno, entretenidísimo, sobre ella nos va contando su proceso de escritura, sus lecturas favoritas, e incluso chismes entre escritores.
Bueno, dejo este texto y regreso a mi novela antes de que las ideas se me vayan volando. La próxima vez les contaré acerca de los posibles títulos que tengo en mente, tanto del libro como de los capítulos internos... ¡No es fácil esto de escribir, mejor dicho! Gracias por leerme.