El Making Of de un Libro: Los malos ganan

En toda novela policial, siempre hay un momento clave que está concebido para emocionarnos al máximo. Lo llamo "cuando los malos ganan". ¿Qué significa eso? Ahora mismo se los explico.
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detective or Murderer enters the door
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En toda novela policial, siempre hay un momento clave que está concebido para emocionarnos al máximo y obligarnos a seguir leyendo. A ese momento se le llama "el punto de no retorno". Yo, personalmente, lo llamo "cuando los malos ganan". ¿Qué significa eso? Ahora mismo se los explico.

Cuando uno comienza a leer una historia de corte policial, uno sabe de inmediato varias cosas: sabe que habrá al menos un muerto, varios sospechosos, muchos giros inesperados de la historia, y que al final todo el entuerto será resuelvo por un hábil detective que nos explicará, paso a paso, cómo fue que todo sucedió. Eso quiere decir que, pase lo que pase, nos enteraremos la verdad.

Lo anterior no quiere decir necesariamente que "los malos" van a perder y "los buenos" van a ganar. Una historia policial puede terminar con la develación de la verdad, pero el autor del crimen puede escaparme y quedar impune, por ejemplo. O puede ser, como en el caso del libro que escribo, que el crimen haya sucedido hace mucho tiempo y -quién sabe- a lo mejor el asesino ya murió. Pero su fechoría salió a la luz.

El punto es que todo autor necesita otorgarle a su propio texto un carácter novedoso, único y fresco. ¿Y cómo se refresca un género que tiene ya casi dos siglos de vida, y cientos de exponentes que ya han contado sus aventuras policiales en todos los idiomas posibles? ¿Cómo se puede ser original con un género que tiene reglas tan específicas e identificables?

La respuesta es simple: echando mano a lo que yo llamo "cuando los malos ganan". Eso quiere decir que un punto de la historia, por lo general cuando ya hemos traspasado la mitad, haremos atravesar a nuestro detective por su peor momento. Su investigación parecerá tan muerta como un cadáver. El misterioso asesino, de quien aún no sabemos su verdadera identidad, llevará la delantera y parecerá imposible capturarlo. El héroe de la historia se enfrenta a su noche más oscura. Nada le resulta. Todas las pistas lo llevan a un callejón sin salida. Está a punto de tirar la toalla y jubilarse como investigador.

¿Por qué hago esto? Muy simple: porque "la recuperación" del héroe le da una nueva fuerza y energía al último tramo de historia. Porque la investigación no solo cobra nuevos bríos cuando el detective se da cuenta que sí es posible seguir adelante, sino que él mismo se siente como el Ave Fénix resurgiendo de las cenizas de lo que consideraba que era su fracaso. Además, el hecho de hacer creer por un momento que "los malos" van a ganar hace mucho más emocionante el hecho de que "los buenos" tomen de pronto la delantera y atrapen a los causantes del crimen inicial.

Por lo general, atravesar ese período donde "los malos ganan" es fundamental para inyectarle conmoción y urgencia al final del libro. Además, nos saca a los escritores del letargo que siempre suele ocurrir hacia la mitad de la historia y, por un momento, hace creer al lector que este libro no será como los demás libros policiales y que quizá, solo por esta vez, el detective fracasará estrepitosamente en su búsqueda de la verdad.

En quince días, les daré más trucos para estructurar una novela policial. ¡Gracias por seguir leyéndome!

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