En diciembre de 2012, leíamos con entusiasmo que la Procuraduría General de la República había prohibido el uso de los detectores moleculares GT200 en dicha dependencia. El reportero Ignacio Alzaga, de Milenio, fue quien dio la nota original. En su texto, Alzaga indicó que "la Procuraduría General de la República (PGR) prohibió a finales de la anterior administración, mediante una circular, el uso en operaciones anticrimen de este aparato". Dos días más tarde, el periódico La Razón hizo eco del suceso -esta vez, en la pluma de David Saúl Vela-. En su nota, Vela indicó que "Jesús Murillo Karam [titular de la PGR] emitió una circular para prohibir el uso de los cuatro GT-200 que tiene la institución, al advertir que no se ha probado científicamente su utilidad".
Ni Alzaga ni Vela mostraron una copia de dicha circular en los diarios. Por esa razón, el físico Luis Mochán -quien ha sido uno de los más reacios detractores del GT200- acudió al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) para obtener una copia del documento. 50 días después de su petición, el IFAI declaró como inexistente el boletín con la prohibición. Entonces, ¿desapareció esa información o fue un error de veracidad de los reporteros? Mientras son peras o manzanas, los detectores continúan vigentes.
El bloguero Andrés Tonini, quien desde hace cinco años sigue con regularidad el tema de los GT200 en México, ha seguido documentando el uso de estos dispositivos en labores de seguridad en el país. Por ejemplo, en el estado de Chiapas se reporta bastante actividad al respecto. Estos aparatos han sido usados por el gobierno de dicha entidad para el operativo Diciembre Seguro 2012; en las ferias de Chiapa de Corzo, Villaflores y Berriozábal; en un Operativo Mochila en Tuxtla Gutiérrez; y en la Expo Feria Internacional Tapachula 2013.
Además, la Secretaría de la Defensa Nacional aún utiliza los GT200, como demuestra un operativo en la carretera Tapachula - Tonalá; igual que la Secretaría de Marina durante el Carnaval de Ciudad del Carmen, Campeche. Así mismo, ante el Congreso, el diputado Jorge Justiniano González Betancourt solicitó mayores fondos para el Ejército, poniendo como ejemplo a los GT200:
La pistola de detección molecular cuenta con una capacidad para almacenar hasta 12 tarjetas sensoras que detectan drogas, armas, dinero, psicotrópicos, explosivos y sustancias químicas, entre otros elementos prohibidos por las leyes mexicanas y sancionados en su comercio ilegal. En total, la Secretaría de la Defensa Nacional adquirió 66 equipos para todos los puestos de control estratégicos y se van a adquirir 60 más el próximo año. Estas pistolas moleculares no requieren baterías y funcionan con la energía estática del cuerpo, son muy sensibles y detectan el movimiento de las moléculas abarcando un radio de acción de hasta 300 metros.
El Dr. Mochán ya ha contactado por Twitter al reportero Ignacio Alzaga para cuestionarle sobre la autenticidad del boletín de la PGR. La ausencia de este documento levanta dudas sobre qué tan cierto es que los detectores moleculares serán retirados en México. Es preciso recordar que el diario El Universal publicó una editorial el 31 de diciembre en la que asegura que la Sección de Asuntos Antinarcóticos de Estados Unidos sustituiría los GT200 del Ejército mexicano a través de la Iniciativa México. ¿Qué tan fiable es esta aseveración, a la luz de la prohibición fantasma? Ojalá estas notas periodísticas puedan demostrar de dónde proviene su información, so pena de quedar al mismo nivel de los detectores moleculares: carentes de fundamento.