"Estamos juntando firmas para que la absurda Estela de Luz se convierta en Estela de Paz", tuiteó el escritor mexicano Juan Villoro. "Compañeros: firmen con nosotros para apoyar la campaña por la Memoria y la Paz", publicó el actor y productor Gael García Bernal. "FIRMA", escribió la periodista y activista Lydia Cacho, adjuntando un enlace aque demanda al presidente Enrique Peña Nieto que el monumento se convierta en un memorial de las víctimas de la violencia.
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Actor Gael Garcia Bernal arrives on the red carpet for the 85th Annual Academy Awards on February 24, 2013 in Hollywood, California. AFP PHOTO/JOE KLAMAR (Photo credit should read JOE KLAMAR/AFP/Getty Images)
Actor Gael Garcia Bernal arrives on the red carpet for the 85th Annual Academy Awards on February 24, 2013 in Hollywood, California. AFP PHOTO/JOE KLAMAR (Photo credit should read JOE KLAMAR/AFP/Getty Images)

gael garcia bernal

"Estamos juntando firmas para que la absurda Estela de Luz se convierta en Estela de Paz", tuiteó el escritor mexicano Juan Villoro. "Compañeros: firmen con nosotros para apoyar la campaña por la Memoria y la Paz", publicó el actor y productor Gael García Bernal. "FIRMA", escribió la periodista y activista Lydia Cacho, adjuntando un enlace a una petición en Change.org que demanda al presidente Enrique Peña Nieto que el monumento se convierta en un memorial de las víctimas de la violencia.

Éstas son algunas de las personalidades que han iniciado una campaña a favor de la Estela de Paz. La petición va firmada por otras figuras públicas como Alejandro González Iñárritu, Enrique Krauze, Daniel Giménez Cacho, Alfonso Cuarón, Diego Luna, Carlos Bolado, entre otros. La iniciativa ha sido impulsada desde inicios de año por el poeta Javier Sicilia, dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, quien presentó el 9 de enero una propuesta formal a Peña Nieto para convertir a la Estela de Paz en el "Memorial de las Víctimas de la Violencia en México y Estela de Paz."

A inicios de febrero, escribí un texto sobre el futuro del Centro de Cultura Digital de la Estela de Luz que preveía este escenario. En enero, el CCD suspendió la mayoría de sus actividades (con excepción de las proyecciones de cine y las exhibiciones), bajo el argumento de una evaluación interna. Han pasado tres meses de 2013 y el sitio web del Centro aún luce sin programación. La dichosa evaluación coincide con la petición formal de Sicilia sobre el cambio de la Estela, por lo que parece que dicha solicitud no ha caído en oídos sordos en el gobierno federal.

Precisamente, es al gobierno de Peña Nieto a quien más le conviene el surgimiento de esta campaña. La postergación de la programación del CCD es sintomática de la situación y hace dudar de la continuidad del proyecto. Al entregar el espacio al Movimiento por la Paz, el gobierno federal recibiría otro espaldarazo de la opinión pública, algo que ha buscado insistentemente en estos primeros meses. Es probable que la decisión ya esté tomada (o al menos, como sugieren los acontecimientos, considerada), pero hay que rentabilizar al máximo los beneficios.

En ese sentido, la campaña por la Estela de Paz presenta una oportunidad de que el gobierno proyecte una imagen de apertura. El sacrificio es mínimo si se compara con la ganancia: una demarcación clara de la política de Calderón y un bono político con un sector de figuras públicas vinculadas al activismo. La pérdida, como he señalado, es cerrar uno de los espacios más innovadores para el fomento cultural en la capital, pero parece que ya está tomada la decisión de dejarlo marchitar hasta que se dé el anuncio oficial de la Estela de Paz.

Me queda claro que entregar la Estela de Luz al Movimiento por la Paz es una jugada de ganar-ganar. El movimiento habrá cumplido uno de sus objetivos simbólicos -en lo jurídico, ya lograron la aprobación de la Ley General de Víctimas-; mientras que el gobierno convierte un error de Calderón en un acierto de Peña. Una oportunidad inmejorable en términos de imagen pública para la gestión presidencial.

El perdedor de la decisión, por supuesto, es el Centro de Cultura Digital. Si finalmente se concreta la Estela de Paz, habría que estar atentos al futuro de este espacio cultural. ¿Permitirá el Movimiento por la Paz que el CCD continúe sus operaciones? ¿Habrá algún plan del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) para reubicarlo en otro sitio? ¿Está contemplada siquiera la continuidad de este centro? Como ya dije: es encomiable el esfuerzo por crear un memorial sobre la violencia para 'recuperar' a la Estela de Luz. Empero, es preocupante que, en aras de un espacio simbólico, se vaya al traste un proyecto cultural importante cuyo pecado capital fue instalarse en los sótanos de la manzana de la discordia.

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