Jenaro Prieto: Humo de pipa

Encontré este libro hace algunos días, escarbando en los rincones más inaccesibles de Literatura Chilena, en la Biblioteca Municipal de San Antonio. Tinturado con pequitas de humedad y con su tapa desteñida, aún conservaba el título legible y la totalidad de sus amarronadas páginas.
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Encontré este libro hace algunos días, escarbando en los rincones más inaccesibles de Literatura Chilena, en la Biblioteca Municipal de San Antonio. Tinturado con pequitas de humedad y con su tapa desteñida, aún conservaba el título legible y la totalidad de sus amarronadas páginas.

Ya al hojearlo recordé algunos de los artículos leídos en ediciones recopilatorias más recientes, algunos de ellos muy populares y jocosos. El Prólogo dejaba en claro que era una edición póstuma con artículos seleccionados de El Diario Ilustrado, donde el autor escribió por más de 30 años con el seudónimo de P.

El autor, abogado y periodista nacido en 1889 en Santiago de Chile, considerado un hombre conservador proveniente de la vieja oligarquía, no daba tregua a los potentados de su propia clase, desnudando cada una de las incongruencias y absurdos de su comportamiento. Pero lo hacía a través de un fino humor, y con tanta gracia, destreza y elegancia que los embestidos no podían menos que sentirse halagados o destornillados de risa, pero nunca agredidos.

Jenaro Prieto aborda todo tipo de temas, desde las improductivas sesiones del congreso hasta las bellaquerías periodísticas, y lo hace utilizando artilugios a destajo, como hacer hablar a loros oposicionistas y momias egipcias o burlarse de los excesos poéticos de Pablo Neruda.

Dentro de esta selección viene incluida la secuela Tontilandia, que es un conjunto de artículos escritos a partir de 1928, que recrean a un país muy parecido a Chile llamado Tontilandia, y donde el aparente absurdo de lo narrado no es sino la descripción hiperrealista de la conducta habitualmente muy surrealista de los chilenos.

Agudo e ingenioso resulta su Romance Tontilandés, incluido en este mismo libro:

Romance Tontilandés

Non miredes, non miredes

Estos yermos, Capitán,

Que tierras son de don Sandio,

¡Pena grande es las mirar!

Reynos de orates son ellos,

Magüer su mentida paz:

¡Quienes no han perdido el seso

Aína lo perderán!

Aquí se yanta a deshora

Que está trocado el yantar,

Los horologios se atrasam

Que fueros el sol non ha,

Mengua sufre quien labora

E dá gran prez el folgar.

Las doncellas mucho más,

Villanos é fijosdalgos

Van maldiciendo a la par:

Que sobran desaguisados

E guisos han de faltar.

Pués afirma el buen don Sandio

¡Téngalo Dios en piedad!

Que para finchar talegas

E para se trasladar

Sin tanto apremio en los carros

Hay que comer caro e mal.

Dos fijas tiene don Sandio,

Son Porfía y Necedad:

Entuertos que ésta ficiere

La otra mantenerlos ha.

Malandrines paniagudos

Fuero gozan para hurtar,

Si el servidor es honrado

Presto lo ajusticiarán.

Orates están los homes

E los validos, muy más:

El uno clama por guerra,

El otro demanda paz,

Diz un tercer que el dinero

Háse en cofres de guardar,

Un cuarto ducados pide

Por plantar un robledal

Que cubra valles é montes

E todo el orbe entablar.

Porfía non dice nada,

Mas se huelga Necedad.

Cual garzotas por las nubes

Volando van carne é pan.

Falconeros les dan caza

Sin poderlos alcanzar.

Pragmáticas van y vienen,

Gabelas vienen y van.

Don Sandio manda á las vacas

Que más leche deben dar.

A Porfía ellas se acogen

E don Sandio a Necedad.

El oro en los lavaderos

Non plugo a nadie buscar

Pues judaizantes afirman

E lo juran por Jehová

Que el afincado en las arcas

Es más bruñido metal

E cuesta menos sudores

E menos riesgo sacar.

Sube un mancebo al tablado

E a la guerra invita ya

Sin armas é sin mesnada,

Sin agravio que vengar

Que da buen vivir la guerra

Si la facen... los demás!

Non miredes, non miredes

Estos yermos, Capitán:

Tierras son de Tontilandia

Que os pueden Sandio tornar.

22 de julio de 1942

Jenaro Prieto, conocido mundialmente por su novela humorística "El socio" (1928), escribió también una novela previa de no menos valor titulada "Un muerto de mal criterio" (1926), y un par de libros de crónicas tituladas "Pluma en ristre" (1925), y "Con sordina" (1930). Falleció en Santiago en 1946.

Humo de pipa, de Jenaro Prieto
Editorial del Pacífico S.A.
Santiago de Chile, 1955

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