Silvia lo dejó todo en Barcelona y se instaló hace tres años en Miami, para comenzar una nueva vida. No llegó sola. Trajo a su marido Javier y a sus hijos Marc y Gerard. El viraje suponía un cambio de vida radical. Cambiaría el clima, el estilo de vida mediterráneo y también la profesión.
De empleada de DuPont durante 20 años en España, pasaría a ser una empresaria sin ánimos de lucro, enfocada en conseguir empleo para personas discapacitadas que la sociedad, el establishment, no ve como posibles trabajadores.
Su proyecto para dignificar a discapacitados psíquicos funcionaría a través de una bakery, o lo que es lo mismo, una panadería-dulcería. Su hijo mayor, Marc, es autista. A pesar de que le iba muy bien con DuPont, Silvia sufría en Barcelona porque no veía avances significativos en el desarrollo personal de Marc. Entonces, un hecho inesperado dio un giro a todo y les llevó a instalarse en un panorama bien diferente.
Nada tienen en común Barcelona y Miami, excepto los catalanes que puedan estar viviendo por aquí, en la ciudad donde el sol posiblemente castiga demasiado. Esta es la historia de una empresaria de nuevo tipo.
- ¿En qué consiste tu proyecto y en qué punto de realización está?
- Se trata de dar oportunidad de empleo a personas que tienen autismo, que son adultos y que tienen también lo que se llama discapacidades de otros tipos. Sobre todo autismo. Uno de cada 68 niños tiene autismo.
- ¿En Estados Unidos?
- En Estados Unidos.
- Es una cifra muy fuerte.
- Muy fuerte. Ahora hay muchos pero habrá muchos más, porque la tendencia es que cada vez se detectan más. Ahora están las primeras generaciones de niños que ya recibieron sus terapias. Todo esto empezó a tratarse y a diagnosticarse bien hace unos 25 años. Estas son las primeras generaciones de niños tratados, con autismo, pero no quiere decir que no tengan talento; el talento se les ha potenciado con la educación, las terapias. Todo esto, en este país, es excelente, por eso considero que ellos están preparados para trabajar.
- ¿Entonces cuál es el problema?
- Que hay un estigma muy fuerte en las compañías. Contratarles no está en la agenda de las compañías. Aún la sociedad no ha evolucionado al punto de entender que son personas, y que tienen talentos y que todos los talentos hay que aprovecharlos, que la diversidad es buena. Pero en contraste hay estudios con personas que trabajan y que tienen discapacidad.
- ¿Esto que comentas es en base a tu experiencia o es una suposición?
- Se han hecho estudios que demuestran que todos estos estigmas en la mente de los que contratan no son reales, que realmente tiene muchas ventajas contratar a gente con discapacidades y con autismo. Hay algunas empresas que son la excepción, pero necesitamos que existan muchas más.
- ¿A qué edad los dejan de asistir socialmente?
- Lo que he visto en Estados Unidos es que hasta los 22 los tratan bien y los llevan a las escuelas maravillosas que hay aquí, pero cuando tienen 22 años y les toca trabajar y la oportunidad no está.
- ¿Exactamente en dónde va enfocado tu proyecto?
- Es un non profit que sería una panadería al por mayor, comenzando por vender a
particulares. De momento comenzamos con un producto, los macaroons, sin gluten. Los hacemos con muchos sabores (coconuts macaroons, por ejemplo). La idea es poderlos vender a todo el país.
- Veo que también tienen panellets
- Es que hemos hecho una mezcla de las dos recetas. Los panellets (dulces típicos de Catalunya a base de piñones) y los macaroons, que llevarán boniato.
- ¿Qué van a hacer tus empleados?
- Los vamos a educar en lo que se llama el job training, enseñarles cómo funciona una empresa, y darles todo el componente social, enseñarlos a relacionarse con los colegas. Las personas que me gustaría contratar se han estado preparando durante todo un año para ser pasteleros. Son personas con autismo y a la vez con mucho talento. Algunos ya se han graduado en una escuela maravillosa aquí en South Miami, Jre Lee Educational Center, que tiene un programa muy bonito para preparar como pasteleros a personas que tienen discapacidades. En estos momentos estamos explorando la posibilidad de un acuerdo estratégico. Esta sería mi primera fuente para contratar personas.
- ¿La idea entonces es que esas personas tengan un salario como cualquier trabajador?
- Los autistas quieren lo mismo que queremos nosotros: ser independientes. Ten en cuenta que hay personas autistas y pobres, así que imagínate lo difícil que es. Ellos también quieren casarse y tener una familia, vivir en un apartamento igual que el común de los humanos, aunque en el apartamento estén tutelados luego, pero quieren independizarse. ¿Qué otra cosa necesitan ellos? Pues que la sociedad les acepte, que les entienda, que les quiera. Lo mismo que queremos todos.
Lo más importante para mí es la independencia, pero otro factor también importante es la socialización. A ellos y a otros tipos de discapacidades les afecta mucho la falta de socialización, y esta tal vez es una oportunidad. Otra razón es que salga ganando toda la comunidad. En lugar de mantener personas con las ayudas, el discapacitado pasará a ser contribuyente.
- ¿En qué punto está tu proyecto en estos momentos?
- Como hice voluntariado en esta escuela de South Miami, pues ya tengo una demostración de que ellos lo pueden hacer. Ya he creado toda la empresa y lo tengo todo a punto. Lo que me falta ahora es un local donde empezar. Tengo el apoyo también de la comunidad, de asociaciones de autismo. Lo que me falta es empezar, también me faltan dos cocinas profesionales.
- ¿De dónde viene el nombre "Miami is Kind"?
- Creo que en Miami hay mucha gente amable. Lo que quiero con este nombre es resaltar la importancia de ser amable. Es algo a lo que le doy mucha importancia. La gente a veces va con mucha prisa y se le olvida ser amable. Hay que parar y se amable. Entonces quiero ser una pequeña voz en la comunidad que diga: "Miami es amable". Ese concepto de ser amable vale para todo el mundo, porque a todos nos gustan que sean amables con nosotros.A las personas con discapacidad se les hace más necesario que sean amables con ellos. Necesitan que le dediquen tiempo, que les miren a los ojos, escucharles. Para mí es muy importante que la amabilidad enfrente a la discapacidad.
- ¿Por qué ese color corporativo?
- El azul es el color del autismo, y azul aqua es el color de Miami.
- ¿Por qué deciden venir a Estados Unidos?
En Barcelona mi hijo, que tenía entonces 9 años, no estaba progresando. Yo era muy feliz profesionalmente, me encantaba mi ciudad, llevaba como 20 años trabajando para DuPont desde allá. Es una compañía que admiro mucho, me sentía muy realizada pero mi hijo no progresaba. Un día llegué tarde a una videoconferencia de trabajo y les expliqué la verdad. Al otro lado de la línea me sale un señor que era un papá de un hijo autista. Al final de la conferencia me dijo: No te preocupes, te entiendo. Es muy duro convivir con el autismo. Si tienes la oportunidad de venir a Estados Unidos, hazlo. Aquí hay muchas terapias, muchas ofertas. Yo antes pensaba que mi hijo era inútil y ahora está trabajando en un banco. A mí se me saltaron las lágrimas. Fue un momento que me cambió la vida. Fue un colega de DuPont.Cuando colgué el teléfono pensé: "Me voy a Estados Unidos". Y esa noche se lo dije a mi marido.
- ¿Has encontrado aquí lo que esperabas?
- Sí. Al principio fue maravilloso. Me encantó todo lo que encontré a nivel de medicina, de escuela, de terapia. La única gran sorpresa fue cuando empecé a buscar empresas que contraten a personas con autismo. Y no había muchas. Una contradicción. Trabajé muchos años para DuPont y pensé que en este país, si te esfuerzas, consigues lo que quieres.
- ¿Y no es así? Eso es lo que se dice por ahí.
- Sí, eso es real si no tienes una discapacidad.
- ¿Una discapacidad psíquica o física?
- Todo el mundo reconoce que las psíquicas son más complicadas. Entonces fue cuando me dije: "Yo no lo he dejado todo para encontrar que mi hijo aquí no tiene futuro. Lo haré yo". Otro susto para tu marido. (Silvia ríe). No es lo mismo, ni remotamente, a lo que hacía antes. Esto es un non profit, veremos cómo va. Ahora lo que necesito es mucha ayuda. Necesito que las compañías sintonicen con esta idea revolucionaria y ayuden, no nos queda otra. Tenemos que
comprar máquinas, porque queremos hacer una fábrica.
- ¿En principio la fábrica está planteada para Miami?
- Me encantaría extenderla, pero primero hay que gatear, luego caminar y al final correr. La idea es empezar y ver si se venden los macaroons. Me gustaría que me dijeras cómo es el día a día de una familia que tiene algún miembro con autismo. Hace mucho tiempo que me di cuenta de que esto es una maratón. Tienes que ir avanzando poco a poco. Vas evolucionando por el camino. Vas aceptando, tienes disgustos, alegrías. Necesitas mucho apoyo. La familia es esencial. Tiene que estar unida al máximo, y luego recibir mucho apoyo de la comunidad, que es la intención de este proyecto. Dar esperanza a familias que piensan que sus hijos no son útiles para la sociedad. Las familias tienden a ver menos capacidad en sus hijos autistas o discapacitados que la que realmente tienen, porque vives todo el día con aquella discapacidad y te duele mucho y te cuesta verle las habilidades. Hay tres caminos en esto: están las personas que no pueden y se hunden, personas que están siempre con la negación y el sufrimiento; hay personas que lo sobreviven y van tirando, y luego hay muchas como yo de las que le ven el lado positivo. Sin Marc yo no estaría metida en esta empresa ni buscando un lado innovador. Cuando trabajaba en DuPont solo pensaba en ganar dinero y en ayudar a mi compañía. En cambio ahora estoy haciendo cosas que me dan más riqueza personal. Tengo la oportunidad de hablar con familias que sufren. Es una vida más humana, también dura. Necesitas buscar apoyos en todas partes. Antes yo era una persona más egoísta.
- ¿Qué grado de autismo tiene Marc?
- Autismo moderado, pero él tiene mucha impulsividad y esto lo hace más dependiente. Tengo mucha confianza en él. Se ha transformado mucho desde que estamos en Estados Unidos, ha hecho un largo camino. Yo no pierdo la esperanza de que un día pueda ser parte de "Miami is Kind". ¿Por qué no?
- ¿El proyecto está pensado para cualquier grado de autismo?
- Sí, esa es mi ilusión. Pienso que todos tienen algo que aportar. El trabajo dignifica a la persona y todo el mundo debe tener acceso al trabajo, de una manera o de otra. La persona que tiene una discapacidad más fuerte, nos regala su sonrisa, su inocencia y nos enriquece. Incluso a veces esto es rentable. Hay empresas que dedican tiempo y dinero en entretener a sus ejecutivos para que sean felices; se los llevan fuera y pagan un montón de dinero a terceras empresas. Se tiran pintura encima, por ejemplo. Si esas empresas contrataran alguien con discapacidad en su departamento, en dos días serían todos amigos. Los discapacitados generan amor entre las personas.
- ¿Tendrán unos salarios normales?
- Salarios normales y reales, por supuesto.
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>>>Fotos:
Miami is Kind
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