Más allá del matrimonio igualitario

Todavía hay demasiados retos que enfrentan personas LGBT al intentar de realizar el sueño norteamericano. Estos desafíos incluyen la discriminación en el trabajo, la violencia contra personas transgénero y el racismo.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.
Parade viewers cheer at the 41st annual Pride Parade Sunday, June 28, 2015, in Seattle. Rainbows and good cheer were out in force Sunday as hundreds of thousands of people packed gay pride events from New York City to Seattle, San Francisco to Chicago to celebrate a Supreme Court ruling legalizing same-sex marriage. (AP Photo/Elaine Thompson)
Parade viewers cheer at the 41st annual Pride Parade Sunday, June 28, 2015, in Seattle. Rainbows and good cheer were out in force Sunday as hundreds of thousands of people packed gay pride events from New York City to Seattle, San Francisco to Chicago to celebrate a Supreme Court ruling legalizing same-sex marriage. (AP Photo/Elaine Thompson)

Millones de personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) despertaron a una realidad paradójica el 5 de noviembre de 2008. Mientras que la nación había elegido el primer presidente afro-americano, los votantes de California eligieron quitarle el derecho al matrimonio civil a parejas del mismo sexo y colocaron efectivamente en limbo legal el futuro de 18,000 parejas que se casaron durante el período corto cuando era legal casarse. Esa mañana, me paré delante de mis estudiantes de la preparatoria en el sur de Los Angeles. Inundado con confusión, desaliento e indignación por el resultado de la medida electoral (la propuesta 8), sentía que había decepcionado a mis alumnos.

El día anterior, mis estudiantes debatían la cuestión de la igualdad en el matrimonio civil. La mayoría de mis alumnos estaba en apoyo y esperaba un resultado positivo en la cuestión de la propuesta 8. Sin embargo, uno de los estudiantes en vez siguió el ejemplo de sus padres y se opuso a la igualdad para todos. Y aunque yo sabía que algunos de mis estudiantes eran gays y lesbianas, era el estudiante que se oponía a la igualdad para todos al cual sentí la más obligación de educar. Reflexionando sobre ese estudiante, pensé: ¿por qué cree que está bien negarle derechos básicos a otras personas? ¿Por qué desea que a sus compañeros de clase sean discriminados y maltratados por la ley?

Mucho ha cambiado en los últimos seis años. Tras la derrota desgarradora de la propuesta 8, activistas LGBT movilizaron a millones para reinstituir el derecho al matrimonio civil en California. En todo el país, en nuestros vecindarios, escuelas, iglesias, ayuntamientos, y canchas de futbol, platicamos con una multitud de personas con la esperanza de aumentar el apoyo por los derechos de personas LGBT. Nos unimos a los líderes en la lucha por los derechos civiles y funcionarios electos, entre ellos Dolores Huerta, y fuimos de puerta en puerta en lugares como el Este de Los Ángeles para hablar con los votantes sobre la importancia en el matrimonio igualitario.

Falta mucho por lograr en la lucha por la libertad y la igualdad para todos. Todavía hay demasiados retos que enfrentan personas LGBT al intentar de realizar el sueño norteamericano. Estos desafíos incluyen la discriminación en el trabajo, la violencia contra personas transgénero, el racismo perpetuado por agentes de policía a nivel local a través del país y la necesidad de reformar el sistema inmigratorio.

El año pasado, 12 mujeres transgénero fueron asesinadas por ser quienes son. En 31 estados, a las personas LGBT se les niegan protecciones explícitas contra la discriminación en el empleo, la vivienda y en los lugares públicos (como en el supermercado o aeropuerto). Además, una de cada cinco personas LGBT viven en la pobreza extrema. La meta de nuestra lucha toma en cuenta más que la igualdad en el matrimonio: todos merecemos trabajo con sueldo justo, protecciones contra la discriminación y una vida libre de violencia y homicidio.

La propuesta 8 cambió la trayectoria de mi vida y la de millones de personas. La medida de la boleta fue una derrota devastadora pero también un catalizador que impulsó un movimiento nacional y revigorizado a activistas como yo. En el verano del 2009, al ver mis alumnos salir de vacaciones, me comprometí a ampliar mi trabajo por la igualdad más allá de Los Ángeles. Salí del salón de clase y me uní a miles de líderes comunitarios para promover la libertad, la justicia y la igualdad para todos. Y para lograr esto, necesitamos cumplir con más que la igualdad en el matrimonio civil.

Matrimonio gay 50 estados

Popular in the Community

Close

What's Hot