Lo primero que llama la atención con respecto al caso Zimmerman es que desde un comienzo este señor ha sido presentado por una parte importante de la prensa como víctima cuando en realidad fue él que cometió el crimen. Me he quedado en un espasmo al leer que el presidente Obama pidió aceptar la decisión de un jurado obviamente prejuiciado, cuya fundación moral tiene que ver con la conservación a una ley violenta - Stand your Ground- que con el respeto de la vida humana. El presidente debió haberse abstenido de algo así y tenía que haber llamado a una investigación exhaustiva del caso. Zimmerman es un asesino y eso lo sabemos todos.
De mantenerse la absolución de este señor, las consecuencias serán desastrosas y sentará un precedente nefasto para casos similares. No puede ser que la ley otorgue el beneficio de la duda a individuos que se erigen en vigilantes de la comunidad y cuyas motivaciones son de dudosa catadura ética. Imagine que su hijo, hermano o familiar, pareja, compañero de clase sale a comprar una soda y se encuentra con un individuo a quien su cara no le gusta e inicia un altercado amparado en los prejuicios y en un sistema legal que le da la razón. Su conocido termina muerto y el asesino sale libre. ¿Qué Ud haría?
Debemos solidarizarnos con la familia de Trayvon porque su hijo podría ser el hijo de cualquiera de nosotros y porque el sistema legal debe ser corregido para servir a la comunidad, no a leyes violentas fundamentadas en una percepción atávica de lo Otro, en este caso la diferencia racial. Como siempre ha sucedido en los mejores momentos de la historia estadounidense, este caso debe convertirse en una oportunidad para crear consciencia y movernos colectivamente hacia un sitio mejor en las relaciones sociales.