Las palabras Sí, Cooperación y Bien Común

La demora en la aprobación de la reforma de inmigración, además de ser moralmente una vergüenza, es también una falta de visión política de los republicanos.
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La demora en la aprobación de la reforma de inmigración, además de ser moralmente una vergüenza, es también una falta de visión política de los republicanos.

El 1 de Septiembre se cumplen 3 meses de que el Senado aprobó una propuesta, que no es perfecta ni complace a todos los involucrados, pero pone al país en el camino correcto hacia un sistema de emigración de cara al siglo XXI.
reforma migratoria
El crecimiento de la población latina es imparable así como el incremento de otras comunidades de Asia, África y Europa que igualmente esperan una reforma de inmigración que les dé apoyo y seguridad en lograr el sueño de una vida mejor para ellos y sus familias. La batalla que lideran en la actualidad las comunidades latinas por la reforma de inmigración es también una lucha a favor de esos otros grupos que igualmente ya están impactando la vida nacional y en particular las elecciones, aunque en números menores.

Con su demora en la cámara de representantes, los republicanos se autoexcluyen de una acción que en la mente de la mayor parte de la ciudadanía es justa y no debiera ideologizarse en contra de principios básicos como el trabajo, la familia y la búsqueda de la felicidad. Un ejemplo reciente de evolución social importante ha sido el reconocimiento del matrimonio gay, algo que hace cinco años no era posible. Como este, la reforma migratoria es hoy más razonable que nunca y en modo alguno representa una violación ni de la constitución ni de la historia de este país.

No hay dudas de que la reforma pasará en tanto está siendo apoyada por diversos sectores, entre ellos, un buen número de compañías y empresas que necesitan el talento y la mano de obra de quienes quieren venir a invertir y trabajar, así como por comunidades y organizaciones civiles y religiosas de todo tipo, pero sobre todo, la reforma es apoyada por una población estadounidense cada vez más consciente de las necesidades de una nación globalizada y abierta a cambios que un día parecerían imposibles.

Los representantes republicanos deben parar de politizar e ideologizar el asunto de la reforma de inmigración; actuar como adultos y ponerse a trabajar en diseñar una visión más eficaz para su partido que incluyan las palabras Sí, Colaboración, y Bien Común.

La lucha por la reforma migratoria

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