Los españoles se auto-rescatan en las urnas

En este nuevo tiempo, como se le da dado en llamar, ha emergido un fuerte liderazgo femenino concentrado en el bienestar inmediato de sus localidades, pero con redes de acción a nivel nacional.
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Las recientes elecciones municipales y autonómicas en España no han dejado incólume a nadie. Si bien la derecha concentró sus votos en un solo partido, el PP, el país como un todo giró a la izquierda, votando a un arcoíris de coaliciones, cuyo principal objetivo es contener las políticas de austeridad, eliminar la corrupción y recuperar los servicios sociales, principalmente salud y educación, deteriorados debido a las privatizaciones y reformas del gobierno de Mariano Rajoy.

La marea de los movimientos sociales que empezó en el 2010 con el 15M ha logrado articularse políticamente y el pasado 24 de mayo protagonizó un asalto democrático a las instituciones. De norte a sur y de este a oeste, la filosofía del Sí Se Puede perforó la muralla del PP y no es un secreto para nadie que el próximo paso será organizarse para ganar las elecciones generales este otoño.

El PP, que ha sido el partido más votado, parece no haber tomado nota (pública) de lo sucedido al su presidente declarar horas después que no hará cambios en su estrategia política y que confía en que ganará las elecciones. Los analistas de todas las tendencias no paran de calificar los resultados como un batacazo para el PP, un mazazo y una debacle. Y saben lo que dice.

Por más de 20 años el partido de Rajoy ha gobernado frecuentemente con mayorías absolutas en casi todo del país cultivando al electorado mediante compras y prebendas que en los últimos meses salieron a la luz mediante sonados casos de corrupción. La pérdida de las mayorías absolutas a manos de los movimientos sociales significa que las prioridades cambiarán y los presupuestos se distribuirán de manera diferente.

En este nuevo tiempo, como se le da dado en llamar, ha emergido un fuerte liderazgo femenino concentrado en el bienestar inmediato de sus localidades, pero con redes de acción a nivel nacional: Carmena Carmona (Ahora Madrid) en Madrid, Ada Colau (Barcelona en Comú) en Barcelona y Mónical Oltra (Compromís) en Valencia. Todas ellas activistas contra los desahucios y la corrupción y valedoras del diálogo y la transparencia, palabras claves en el vocabulario del cambio.

Al día siguiente de su victoria, la muy posible alcaldesa de Madrid Carmena Carmona fue a trabajar en el metro, siendo su foto el símbolo de una nueva ética más cercana a la gente - no coches pagados por los contribuyentes, o guardaespaldas. Junto a estas tres mujeres, el electorado multi-generacional han impulsado a una nueva generación de líderes, cuya misión, de acuerdo al cúmulo de prácticas y declaraciones, es transformar la cultura política de abajo hacia arriba, desde los municipios, las diputaciones, los estados hasta la cúpula del país.

¿El gran ganador del 24 de mayo? En mi opinión Podemos, el partido creado por Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Iñigo Errejón, que en poco más de un año ha logrado colocarse en toda la estructura político institucional, algo que al otro partido emergente, Ciudadanos, le ha costado diez años. En el camino Podemos se ha dejado a Monedero, el menos disciplinado de sus fundadores, a favor de una moderación que les ha permitido transversalizar su alcance y estructurar un partido que pueda competir (y ganar) en las elecciones generales con Pablo Iglesias a la cabeza.

Canciones del cambio

Ada Colau, El Run Run

José María González, Comparsa por Cadiz Sí se puede

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