Laberinto de historias

En una reciente propuesta de reforma, el ministerio de educación de aquel país está sugiriendo la enseñanza obligatoria de los hechos del holocausto en las escuelas públicas, evento europeo en el que perdieron la vida millones de judíos.
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A fines del año pasado, el gobierno español anunció que daría la nacionalidad automática a los judíos sefardíes de cualquier parte del mundo que la solicitaran. Con la medida se daban un paso importante en el reconocimiento de una parte de la historia de la península ibérica que ha estado relegada del imaginario cultural hispano.

En una reciente propuesta de reforma, el ministerio de educación de aquel país está sugiriendo la enseñanza obligatoria de los hechos del holocausto en las escuelas públicas, evento europeo en el que perdieron la vida millones de judíos, entre ellos un alto número de sefardíes residentes en Francia, Italia, los Países Bajos, Grecia, Bulgaria y la antigua Yugoslavia, descendientes todos de aquellos expulsados de España y Portugal en 1492 y 1496 respectivamente. En mayo del corriente, este último país también aprobó la nacionalidad para los judíos portugueses, tan antiguos como los españoles en Iberia y, como estos, desterrados.

En el hemisferio occidental, después de la independencia a partir de 1830, los judíos han disfrutado de una relativa tranquilidad social, existiendo comunidades numerosas en Argentina, Brasil, Venezuela y México, además de Estados Unidos. En casi todas ellas, los sefardíes pueden trazar sus raíces hasta el siglo XVI, ya sea de manera abierta como es el caso de los primeros judíos estadounidenses, o a través de los núcleos criptojudíos en México y Venezuela.

El impacto cultural de estas comunidades en la región está todavía por sistematizarse al mismo nivel que, por ejemplo, se hace con las culturas indígenas o africanas, integradas orgullosamente a las narrativas nacionales. Sin dudas, las tradiciones y los valores judíos forman parte de la riqueza cultural de Latino América, y podemos esperar que con el avance de la democracia en la región, avance además el estudio y la transparencia de su aporte a las diversas nacionalidades.

Volviendo a España y Portugal, es evidente hoy el movimiento a favor de un reconocimiento más activo de esta parte de su historia, a pesar de que no existen amplias comunidades hebreas en estos países. Junto a las leyes de inmigración mencionadas arriba, se puede hablar de organizaciones e iniciativas estatales y privadas encaminadas a valorizar la memoria de Sefarad, acciones consideradas como turísticas por algunos, como propaganda política por otros, pero en todo caso con resultados palpables en la asidua participación del público en encuentros científicos, académicos y celebraciones de la herencia sefardí.

El video que comparto aquí es la grabación del panel titulado "Zamora en el mapa de Sefarad", realizado en el Centro Sefarad-Israel de Madrid el pasado 2 de julio como preámbulo al Congreso Internacional que junto a un grupo de colegas españoles y estadounidenses organicé en la ciudad del Duero. Zamora es una de las provincias españolas de las que más inmigrantes han venido a las Américas desde la época colonial, existiendo localidades llamadas "Zamora" en México, Colombia, Ecuador y Argentina. En Cuba y Argentina además funcionan sendas comunidades de descendientes de zamoranos que han mantenido vivas las culturas locales de sus ancestros. Espero que este panel contribuya al conocimiento de una tradición de la cual todavía hoy podemos aprender y contar como nuestra.

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