España en movimiento

Mientras, la calle es un hervidero. He estado visitando España cada verano en los últimos cuatro años y es la primera vez en todo este tiempo en que algo diferente está sucediendo.
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The Spanish flag flies atop center court as Netherlands' Kiki Bertens plays Germany's Andrea Petkovic in the French Open tennis tournament at the Roland Garros stadium, in Paris, France, Monday, June 2, 2014. Spain's King Juan Carlos, who led Spain's transition from dictatorship to democracy, will abdicate so his son Felipe can become the country's next monarch, Spanish Prime Minister Mariano Rajoy told the country Monday in an announcement broadcast nationwide. (AP Photo/Darko Vojinovic)
The Spanish flag flies atop center court as Netherlands' Kiki Bertens plays Germany's Andrea Petkovic in the French Open tennis tournament at the Roland Garros stadium, in Paris, France, Monday, June 2, 2014. Spain's King Juan Carlos, who led Spain's transition from dictatorship to democracy, will abdicate so his son Felipe can become the country's next monarch, Spanish Prime Minister Mariano Rajoy told the country Monday in an announcement broadcast nationwide. (AP Photo/Darko Vojinovic)

La chispa se produjo el pasado 25 de mayo con las elecciones europeas. Podemos, la organización surgida de la indignación del 15-M, en sólo cuatro meses pudo estructurar una Agenda política, presentarse y ganar cinco escaños en el Parlamento Europeo.

Calificado de extrema izquierda por unos y de utópicos por otros, lo cierto es que Podemos dio la sorpresa atrayéndose el voto descontento del PSOE, IU e incluso el de algunos centristas del PP, actualmente en el gobierno.

Las mareas de indignados que tanto hemos visto en los últimos años en las calles de las mayores ciudades españolas finalmente se tradujeron en participación democrática y ello, como en toda democracia que se respete, ha cambiado el juego.

La plana mayor del PSOE inmediatamente ha comenzado a renovar sus cúpulas, empezando por el mismísimo Alfredo Rubalcaba, quien horas después del batacazo renunció. En un año habrá elecciones autonómicas y los observadores dan a Podemos como la nueva fuerza política emergente con posibilidades de prácticamente arrasar en el país.

El PP ha comenzado a apoyarse más en el protagonismo de los jóvenes de su partido para no continuar perdiendo en el futuro y así cada agrupación política ha sonado las alarmas frente a la evidente regeneración del debate nacional expresada en las urnas. Incluso la corona española se ha llamado a contar, abdicando el rey Juan Carlos I bajo el presupuesto de que "es la hora de las nuevas generaciones" quiere decir, su hijo Felipe, quien en breve se convertirá en Felipe VI.

Mientras, la calle es un hervidero. He estado visitando España cada verano en los últimos cuatro años y es la primera vez en todo este tiempo en que algo diferente está sucediendo.

La abdicación del rey, además, lanzó sobre el tablero un tema incluso más radical y complejo: monarquía o (tercera) república. Desde el mismo 2 de Junio, fecha en que Juan Carlos anunció su decisión, las manifestaciones no han parado de sucederse y la pasión sobre el asunto llega hasta los bares. Una encuesta nacional afirma que el 62% de la población quiere un Referendum para decidir sobre una de las dos formas de gobierno, aunque la mayoría continuaría prefiriendo una monarquía constitucional.

Pero como está el panorama de sorpresas no es muy posible que se realice y cualquier cambio importante continúe dentro de los límites de la actual constitución.

Lo que sí es indudable es que España está abocada a profundas transformaciones políticas que retarán el status quo. Pablo Iglesias, el líder de Podemos, ha repetido en varias ocasiones que no son una organización para testimoniar sino para permanecer y que van a por todas, que son ambiciosos y se presentarán en todas las elecciones venideras. Pero igual el resto de los Partidos y la Casa Real se han puesto las pilas y la maquinaria democrática que parecía adormecida se ha puesto en movimiento.

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