El legado de Hugo Chávez

La dirigencia bolivariana de Venezuela ha tenido dos años para planificar el futuro después del fallecimiento su líder histórico. No es difícil imaginar el intenso trabajo de coordinación y apoyo entre venezolanos y cubanos de cara a lo que se ha convertido en una realidad y que, sin dudas, tendrá repercusiones en el desarrollo de los actuales movimientos revolucionarios latinoamericanos, aunque no en la dirección que los enemigos de los mismos creen.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

La dirigencia bolivariana de Venezuela ha tenido dos años para planificar el futuro después del fallecimiento su líder histórico. No es difícil imaginar el intenso trabajo de coordinación y apoyo entre venezolanos y cubanos de cara a lo que se ha convertido en una realidad y que, sin dudas, tendrá repercusiones en el desarrollo de los actuales movimientos revolucionarios latinoamericanos, aunque no en la dirección que los enemigos de los mismos creen.

La experiencia de la Venezuela de Hugo Chávez demuestra que las transformaciones sociales de izquierda son posibles operando bajo un sistema democrático de libertad de expresión, libertad de asociación y elecciones. Y este es el más importante legado de esta figura continental nacida en Sabaneta en 1954.

Entre 1998 y 2012, Chávez fue elegido, ratificado y reelegido cinco veces a la presidencia, renovó la constitución, redujo la pobreza en uno de los mayores países exportadores de petróleo del 50 al 27%, emprendió proyectos económicos masivos e impulsó la reforma continental justo en el momento que más se necesitaba para consolidar lo que es una profunda reestructuración económica y política en varios países de la región -Bolivia, Nicaragua, Ecuador- mientras colaboró con otros, menos radicales, pero igualmente importantes - Argentina.

Chávez y el movimiento bolivariano que fundó, además, lograron estimular la imaginación política de grupos sociales a favor de los derechos indígenas, de los afro descendientes y los pobres de centro y sur América al nivel que sólo Cuba pudo hacer en el ya lejano 1959.

El carisma mediático de Chávez, a veces excesivo, y su historia personal, salpicada de eventos relevantes como el golpe de estado de 1992 , que él mismo protagonizó en contra de Carlos Andrés Pérez, y la escaramuza del 2002, de la cual fue víctima, ayudaron a sembrar el mito de un hombre de acción zarandeado por fuerzas históricas oscuras que, sin embargo, logró vencer en buena lid y sin perder la ternura, otro de sus legados principales.

Atacados él personalmente, y el proyecto de nación que su movimiento propuso, desde todos los flancos, Chávez respetó las normas de convivencia política y Venezuela logró salir de varias crisis, manteniendo el reto de erradicar la pobreza, aumentar la educación y seguir su colaboración internacional, especialmente con Cuba, país con el que estableció formas económicas solidarias y de desarrollo mutuo.

Donde Chávez perdió el paso fue, desafortunadamente, en la arena internacional, fuera de América Latina, tratando de forjar alianzas estratégicas con países como Irán, enemigos abiertos de la democracia que la propia Venezuela practica, y en su retórica antiimperialista, cuando su país continua vendiendo un millón de barriles diarios de petróleo a Estados Unidos, país objeto de sus críticas.

Toca ahora a los seguidores de Chávez probar que el futuro de justicia social por el cual emprendieron el camino es más que la visión de un líder, es capaz de evolucionar coherentemente, ser rectificado si es necesario, y puede continuar realizándose democráticamente.

Popular in the Community

Close

What's Hot