Claves del éxito cubano americano

Muchas veces pasamos por alto el efecto de la historia en el triunfo social de un individuo o una comunidad, tendiendo a representarlo como resultado de eventos recientes y en algunos casos como consecuencia de actos heroicos. Sin embargo, ese triunfo, definido como hecho ejemplar y modelo a seguir, es también parte de una evolución, cuyas raíces ayudan a entender el presente. Es cierto que, como parte del ajedrez político, el gobierno de Estados Unidos acoge y estimula la presencia de cubanos aquí, pero también lo es que esa presencia tuvo un lugar y un tiempo a donde mirar como parte de su adaptación al nuevo país.
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cubanoamericanos

Muchas veces pasamos por alto el efecto de la historia en el triunfo social de un individuo o una comunidad, tendiendo a representarlo como resultado de eventos recientes y en algunos casos como consecuencia de actos heroicos. Sin embargo, ese triunfo, definido como hecho ejemplar y modelo a seguir, es también parte de una evolución, cuyas raíces ayudan a entender el presente. Es cierto que, como parte del ajedrez político, el gobierno de Estados Unidos acoge y estimula la presencia de cubanos aquí, pero también lo es que esa presencia tuvo un lugar y un tiempo a donde mirar como parte de su adaptación al nuevo país.

Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se remontan al inicio de la colonización española del continente y están fundadas en un intenso intercambio comercial, político y cultural en ambas direcciones. La lista de nombres y acontecimientos que engrosan esa relación sería interminable, pero baste decir que nuestras historias nacionales están interconectadas de una manera que sería prácticamente imposible separar la una de la otra en todos los niveles de la vida moderna. Dos eventos simbólicos: en 1781, las damas habaneras donaron sus joyas a George Washington para la batalla contra los ingleses en Yorktown y uno de los barbudos que estuvo en La Habana con Fidel Castro en 1959 fue William Morgan, un nativo de Ohio, fusilado poco después por apoyar a los opositores de la misma revolución que meses antes él había ayudado a tomar el poder.

senador marcos rubio

La inmediatez de la prensa sobre Cuba muchas veces olvida que los cubanos han vivido en territorio estadounidense desde antes de 1959. Los padres del senador Marcos Rubio llegaron acá en 1956 en busca de mejores oportunidades económicas; los de Ted Cruz en 1957. El mismo Fidel Castro recaudó fondos entre la comunidad cubana de Nueva York en 1956 para su causa revolucionaria y no sería difícil calcular que el personaje de Ricky Ricardo de I love Lucy, respondió, en parte, a la audiencia cubana de aquellos años. El modo de vida americano no era extraño para la primera oleada de refugiados políticos en 1959, y por razones obvias, tampoco lo sería para quienes continuaron llegado posteriormente.

Otro factor que habría que tomar en consideración es la composición social de muchos de los cubanos que llegan de la isla. La primera ola conocía el know how del sistema capitalista. En muchos casos eran socios, empleados o amigos de los grandes inversores norteamericanos en Cuba. Dominaban el inglés, tenían capital o tuvieron acceso a préstamos que les permitieron levantar cabeza en la nueva situación. Querían que sus hijos y familiares se asimilaran a las instituciones americanas y, como estamos viendo hoy en todos los órdenes, lo lograron eficazmente. La ciudad de Miami, considerada la puerta económica hacia Latino América, es el centro de esa proeza en la historia reciente de los Estados Unidos. De hecho, en términos de población de la isla, esa ciudad bien podría ser la segunda cubana a nivel global.

Pero la primera ola de refugiados, en su mayoría exiliados políticos, no es la única que conforma la comunidad cubanoamericana hoy; en los últimos treinta años han llegado muchas personas que, nacidas y criadas en la revolución, y usando los conocimientos adquiridos en el sistema educacional implantado por esta, igualmente se han integrado a la vida social y económica de este país con asombrosa rapidez: deportistas, médicos, periodistas, académicos, científicos, artistas y en general una población que, cansada de las ineficiencias del sistema socialista, pero entrenada profesionalmente, ha sido capaz de reinventarse en el contexto capitalista e igualmente salir adelante.

En ese sentido, los cubano americanos son diferentes de otras comunidades latinas de reciente arribo a Estados Unidos, las cuales, además de la falta de oportunidades económicas en sus países de origen, deben agregar también la falta de oportunidades de instrucción y de educación. Un gran número de cubanos llegados antes y después de 1959 lo ha hecho con algún tipo de preparación en sus espaldas que les ha permitido navegar con éxito el mercado de trabajo y el sistema de enseñanza estadounidense.

El triunfo entonces, de los cubanoamericanos habría que percibirlo no sólo como el resultado histórico de las relaciones entre Estados Unidos y la isla, sino también como fruto de las contradicciones y, eventualmente, del fracaso del socialismo, tal como lo conocemos, en Cuba.

Sociedad: La vida en Cuba

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