Cuba y los viajes en los tiempos del cólera

Acaba de entrar en vigor la reforma migratoria en La Habana y el mismo día el gobierno reconoce 50 casos de cólera. ¿Cómo afectará ese reconocimiento el otorgamientos de visas? ¿Quién quiere turistas potencialmente infestados llegando a sus costas? En cualquier caso, como se dice en el argot popular, de Cuba siempre tenemos una de cal y otra de arena.
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Acaba de entrar en vigor la reforma migratoria en La Habana y el mismo día el gobierno reconoce 50 casos de cólera. ¿Cómo afectará ese reconocimiento el otorgamientos de visas? ¿Quién quiere turistas potencialmente infestados llegando a sus costas? En cualquier caso, como se dice en el argot popular, de Cuba siempre tenemos una de cal y otra de arena.

La medida de dejar viajar ya ha impactado, incluso, a prominentes opositores como Yoani Sánchez y Guillermo Fariñas, quienes se habían cansado de pedir autorización para ir a recoger sus múltiples premios internacionales y ahora podrán hacerlo. Los analistas no esperan, sin embargo, una estampida ciudadana ni Estados Unidos parece estar muy preocupado con el asunto tampoco. Al final, es una buena noticia que Cuba derogue sus obstáculos a los derechos al viaje, un valor tan acendrado en la cultura occidental.

En España, el anuncio parece haber empujado a Rajoy a prohibir todo contacto de la embajada de ese país con los disidentes en Cuba, aunque la liberación de Ángel Carromero - al final eso es lo que es- seguramente ya contemplaba ese tipo de pago del favor. España es uno de los países que más verá el efecto de la apertura de puertas migratorias en la isla: miles de cubanos y cubanas ya residen en la península...

Las consecuencias potenciales del nuevo escenario migratorio en Cuba ha disparado las alarmas en una parte del sector político de Miami que ya está proponiendo la eliminación de la Ley de Ajuste por la cual nos hemos beneficiado miles de cubanos en este país. En otras palabras, una papa caliente en los corrillos de la calle 8. Nadie sabe cómo evolucionará el asunto y cuál sus ramificaciones en el mapa electoral del estado de la Florida.

En la isla, quienes sueñan con viajar enfrentarán ahora los laberintos de un proceso de visado y la burocracia cubana se dará cuenta, ojalá, de cuán absurdo ha sido mantener la férrea regulación de los viajes por tantos años. Algo sí está claro: los cubanos tendrá una inundación de realidad internacional tanto aquellos que puedan viajar, así como los que no al darse cuenta que ni afuera es tan bonito ni adentro tan feo.

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