A medida que se acerca la época de graduaciones, recordamos las oportunidades y promesa que representan los Estados Unidos. Pero para los jóvenes que fueron traídos a este país por un familiar indocumentado - sin que ellos tuvieran ninguna culpa - la promesa del Sueño Americano está rota. Muchos de estos jóvenes ni siquiera sabían que no nacieron aquí hasta que fueron a solicitar su licencia de conducir o un empleo a tiempo parcial. Estos jóvenes han estudiado aquí, han trabajado aquí, han construido una vida aquí y, sin embargo, nuestras leyes dicen que, a pesar de todos sus esfuerzos, no son parte de nuestra sociedad. Estos jóvenes están atrapados en medio de un sistema que ignora el hecho que ellos no han cometido ningún delito, pero igualmente los castiga, en su búsqueda del Sueño Americano.
Es una situación desgarradora para estos jóvenes. Es también una situación que requiere que los estadounidenses encuentren un balance entre la compasión y la ley y el orden. En estos casos, el sentido común debe ser el árbitro, para que no tengamos una sub-clase permanente de jóvenes en limbo. Nuestros miembros del Congreso y senadores son electos para resolver estos asuntos, pero hasta ahora no han solucionado este problema. Existe una propuesta de ley conocida como el "Dream Act" que otorgaría la ciudadanía a los niños y jóvenes en esta situación, y a la misma vez permite que sus familiares soliciten la ciudadanía, a cambio del servicio militar o estudios universitarios por dos años. Desafortunadamente, los elementos que conforman esta propuesta de ley están enredados y llenos de lagunas legales, y por eso la propuesta nunca ha obtenido el apoyo necesario de ninguno de los partidos políticos durante los últimos 12 años. Este problema no va a desaparecer; y se requiere un liderazgo fuerte para alcanzar una solución viable que respete las leyes de nuestra nación.
Dicha solución está siendo desarrollada por el senador Marco Rubio de la Florida - - el entiende la necesidad que tenemos de soluciones con sentido común que puedan unir a los estadounidenses y sus miembros del Congreso. El tiempo para un nuevo enfoque es ahora. El senador Rubio propone una alternativa de política pública conservadora al "Dream Act". Dicha alternativa permitiría que los hijos de padres indocumentados quienes fueron traídos a los EE.UU. cuando eran menores - y no tienen la culpa de las acciones de sus padres - puedan obtener una visa de estudiante o de trabajo mientras asisten a la universidad o sirven en las fuerzas armadas por cuatro años. Después de esos cuatro años, ellos podrían solicitar la residencia legal a través del sistema de inmigración legal ya establecido. De esta manera, los jóvenes pueden obtener su estatus legal a través del sistema de inmigración actual.
La mayoría de los estadounidenses son justos y compasivos y, al mismo tiempo, quieren que nuestras leyes y fronteras sean respetadas. En una reciente encuesta publicada por la Red de Liderazgo Hispano (HLN, por sus siglas en inglés), por un margen de 83% a 12%, los votantes estadounidenses apoyan "permitir que los niños de inmigrantes indocumentados que han estado aquí por años obtengan la residencia legal después que terminen su servicio militar en las fuerzas armadas de Estados Unidos". Asimismo, por un margen de 67% a 29%, los votantes apoyan "permitir que los niños de inmigrantes indocumentados que han estado aquí por años obtengan la residencia legal después de graduarse de la universidad". El apoyo a dichas propuestas cruza las líneas partidistas e incluye a republicanos, demócratas e independientes.
Además, cuando se pidió a los encuestados que escogieran entre la versión fallida del "Dream Act" y la alternativa del senador Rubio, los estadounidenses a través de todos los partidos políticos apoyaron la versión del senador Rubio. Tanto los votantes hispanos como los independientes prefieren la versión del senador Rubio por un margen de 57% a 33%, mientras que el electorado más amplio prefiere la versión del senador Rubio por un margen de 55% a 32%.
Esto demuestra que existe una solución viable que puede unirnos a todos en el futuro.
Las personas de buena voluntad están en desacuerdo sobre muchos de los aspectos del debate sobre inmigración. Sin embargo, permitir que los hijos de inmigrantes indocumentados que han crecido en los Estados Unidos tengan la oportunidad de obtener su estatus legal a través de una visa de trabajo mientras sirven honorablemente en la fuerzas armadas o se gradúan de la universidad es un aspecto del debate que une a la mayoría de los estadounidenses, sin que importen las líneas políticas o raciales.
Podemos soñar en grande y nuestro Congreso puede hacer la diferencia. Nuestros funcionarios electos deberían tomar la decisión responsable de trabajar con el senador Rubio en su propuesta y así resolver este problema. El sueño de muchos depende de ello.