'Fat shaming', la nueva forma de 'bullying'

Avergonzar a otros por su peso, aunque es de vieja data, es una nueva tendencia en las redes sociales y éstas están siendo silentes cómplices.
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Fat shaming o avergonzar a otros por su peso, aunque es de vieja data, ejercida sin el menor temor por "motivadores", coaches y entrenadores físicos para alentar -según ellos- a que la persona pierda peso, es una nueva tendencia en las redes sociales y éstas están siendo silentes cómplices.

El fat shaming se ha convertido en una nueva forma, grotesca y horrenda por decir lo menos, de violentar y agredir a otros, este fenómeno entre comillas nuevo en las redes sociales tiene ya tiempo produciéndose, pero ha arreciado con creces irónicamente gracias a esta lucha incansable de activistas de derechos humanos, blogueros y modelos de tallas grandes, por normalizar el trato con quien sea de talla grande. Porque por imposible que parezca, somos seres humanos también.

De las épocas recientes hay cinco casos significativos, pero solo uno se ha dado a conocer porque su protagonista tomó cartas en el asunto, y fue el caso de Samm Newman, cuando dejó conocer que Instagram le cerró su cuenta por una foto suya que consideraba ofensiva, solo porque ella posaba en ropa interior siendo de talla grande. Instagram posteriormente se disculpó diciendo que había sido un exceso, exceso que hoy luego de lo que me ha sucedido y sé, no me creo.

Recientemente en Skorch Magazine, revista para la que soy Editora por Latinoamérica, pasó una experiencia nunca vivida en su historia. Cuando se hizo pública la edición, el sitio de hospedaje digital issuu.com decidió retirarla alegando que tenía contenido ofensivo. ¿Quieren saber cuál era el contenido ofensivo? Que hicimos un editorial de trajes de baño y evidentemente al ser una Revista para tallas grandes aparecieron chicas de tallas grandes. Jessica Kane, la Editora en Jefe, tardó más de 72 horas en resolver el malentendido, sin mencionar lo molesto que fue todo el episodio para nosotros como equipo.

Hace unos tres años atrás en mi Revista Belleza XL compartimos con los lectores, como siempre, memes motivacionales, en esta ocasión era una chica en bikini de una talla 24 americana, aproximadamente. ¿Qué pasó? Nos reportaron no solo esa foto, sino las portadas inclusive. Bonita manera de ejercer la libertad de expresión, ¿no?

En la actualidad, mientras lees este blog, la nueva víctima del fat shaming es mi adorada y admirada Tess Munster, la modelo de tallas grandes del momento. La infortunada situación que ella está viviendo es que, un grupo, aún desconocemos quiénes, usando el hashtag #tessmunster en Instagram, suben fotos de cerdos, personas muy enfermas con obesidad mórbida y entre otras cosas, su encomiable movimiento #effyoubeautystandards (Al carajo los estándares de belleza) lo han convertido en #effyoulackofstandards (Al carajo tu falta de estándares), con comentarios tan llenos de odio y desprecio por el ser humano que ni por ética periodística deben citarse.

Como no ha sido suficiente, en la red social reddit.com estas personas conocidas como trolls, han inundado los foros de opinión con posts denigrantes, maléficos y crueles por solo dar algunos adjetivos contra la modelo. Para quien no cree que puede ser aún peor, lo es. Un locutor de radio de poco reconocimiento, pero bien conocido por ser un burlón a través de su programa, no solo habla de ella, cosas que un caballero jamás diría, sino que la denigra también en sus redes sociales (personal y de su programa). Su nombre me lo reservo, porque no le hago propaganda a lo malo, y porque además, en exclusiva me confesó para Huffington Post Voces que está tomando acciones legales contra ambas redes y el conductor.

Esta locura no se detiene. Hace dos semanas, cuando estaba viral el reto que le hice a Romeo Santos (quien por cierto no respondió) un conocido portal de entretenimiento, Es_enserio, a través de memes en Instagram tuvo la enorme gentileza de compartir con su millón de seguidores mi propuesta a Romeo y la respuesta fue poco menos que un horror. Al despertar me encuentro con la sorpresa de que mi cuenta fue reportada por subir contenido inapropiado. Mi Instagram no puede ser más limpio, aburrido y libre de negatividad porque no he encontrado las formas. ¡En serio!

Este problema serio, realmente serio, de intolerancia, está lejos de detenerse, porque al parecer a la raza humana se nos olvidó eso: ser humanos, respetar al prójimo, algo tan aparentemente sencillo pero increíblemente difícil. Los directivos de las redes sociales tienen que hacerse un replanteamiento profundo de sus políticas, porque hablando ahora como abogado, no actuar ante una situación de violencia como éstas, es ser cómplice, y ellos lo están siendo. Me consta que estas situaciones las hemos reportado miles de veces y no pasa absolutamente nada, sea la red social que sea.

Hemos llegado a un punto como humanidad de aplaudir y escudar la grosería bajo el pretexto de libertad de expresión. ¿Y mi libertad de no ser irrespetada, agredida y atormentada dónde queda?

Este tema está muy en boga, se conversa mucho y hasta se hacen programas en cadenas importantes donde se discute y muestra las consecuencias desgarradoras del cyberbullying, pero ya conociendo todos la plaga que esto representa, es ya momento de que nos movamos a hacer algo más, porque con advertir no es suficiente.

Recuerda que tus derechos terminan cuando comienzan los míos.

Di 'No' al 'fat shaming'

Como siempre déjame saber qué piensas a través de mis redes sociales:

En Twitter: @barretoleyva.
En Instagram: @barretoleyva.
En Facebook: Jennifer Barreto-Leyva.

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