La bola de nieve que se incrementa con el transcurrir de las semanas, en tiempos 2.0 con el pasar de los días, lejos de no asombrarme, me perturba profundamente sobre las gravísimas consecuencias que está trayendo el no tener diversidad en los medios de comunicación y la severa carencia de educación en el hogar promedio. Grave lo que está sucediendo...
Este 2015 se estrenó en polémicas en las redes sociales con el muy vergonzoso bullying que padeciera Miss Suiza, Zoé Metthez, hace algunas semanas atrás por más de 48 horas continuas siendo trend topic en redes sociales, y donde se originó todo fue en mi país, Venezuela, en el transcurso del Miss Universo. No puedo estar jamás orgullosa de esto y mucho menos aplaudirlo y callarlo a cuenta de que es mi país o paisanos. Todo comienza en el momento en que entre Misses comparten fotos con sus distintas compañeras y sale a relucir una de ellas con mi paisana Migbelis Castellanos y otra, Alejandra Argudo, Miss Ecuador, y es cuando comienza el festival de burlas y comentarios todos irrespetuosos, porque Zoé salió sin maquillaje y aparentemente no está tan reconstruida como muchas otras jóvenes, compañeras de certamen.
Se lograban leer barbaridades de barbaridades, inclusive gente que decía "Por negra sí que no te puedes burlar porque es racismo, pero por fea sí". ¡Absurdo! Sigue siendo agresión, discriminación y tiene nombre: aspectismo. Por cierto, que en el festival de burlas a Migbelis la llamaban "Pigbelis", entre otras agresiones a su persona, por no estar esquizofrénicamente delgada como esos concursos lo exigen.
Y me pregunto lo de siempre, lo de hace 20 años cuando inicié este camino tan empedrado como era hacerle entender a la gente que no debe irrespetarse a otro porque no se considere hermoso y que la valía de alguien no depende de ello, entre muchas otras cosas. ¿Quién y qué le da derecho a la gente para que no solo señale, sino que abuse emocional y psicológicamente de otro, por no considerar que sea hermoso y por tanto un ser humano con derechos?
¿Está consciente la gente del severo daño que ocasionan cuando tienen el atrevimiento y grosería de estarle señalando al prójimo lo que según su gusto y educación considera que es válido o no?
De esta sopa he probado tanto que creo que he saboreado todos los tipos de abusos por mi apariencia física. No es solo mi peso, sino mis cejas. Me han llamado travesti, Frida Kahlo y pare usted de contar, y si nos vamos al tópico del peso sobran las experiencias, dolorosas todas, por ambos tópicos.
Lo más triste y que nos llama a la reflexión aquellos que somos expertos y/o conocedores del tema, es que estas manifestaciones de claro odio expresadas en violencia psicológica y emocional, son sencillamente el reflejo de tres temas importantísimos a resaltar: el primero, la falta de educación en casa. Si usted como padre permite y hasta aplaude y les ríe a sus hijos la "gracia" de señalar, quedársele viendo a alguien o hacer comentarios sobre su apariencia física, usted con su permisividad está enseñándoles a sus hijos que está bien lo que está haciendo y que es normal. Lo segundo, la severa falta de diversidad en medios de comunicación y publicidad en tipos de belleza y apariencia física, como punta del iceberg, porque vaya que la estigmatización de determinados tipos de personas ha hecho daño con creces. El tercer punto que se refleja de todo esto, y vendría a ser la consecuencia de los dos primeros, es el profundo rechazo que siente la gente hacia sí misma. Para los entendidos en psicología vendría siendo "traslación de responsabilidad", pero esta vez aplicado en nuestra autoestima. "Como yo no me gusto, no me acepto o mi vida es terrible, es mucho más fácil proyectar toda esa negatividad en los demás, antes de resolverlo en mí primero". Así piensa quien consigue placer o satisfacción en agredir a otro por como luce, y sin duda alguna las redes sociales tienen su cuota de responsabilidad en este libertinaje disfrazado como libertad de expresión. Estos tienen el control para regular estos ataques de odio irracionales y deben, si es que conocen eso tan mentado como responsabilidad social, poner mano dura a esta situación que a mi juicio si no se salió de control, está por suceder...
La belleza no solo depende de los ojos que la vea, sino de quien cría a esos ojos y de quien se ocupa de ver más allá de su nariz.
Si eres de los que disfruta o tiene por deporte agredir a otros por su apariencia, recuerda que esa vara con que mides serás medido. Recuerda que cuando agredes a otro por como luce, lejos de poner en detrimento a esa persona, estás gritándole al mundo qué clase de persona eres tú.
Iniciemos propuestas y un debate sano al respecto. ¡Es necesario!
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