Autoestima, ¿un asunto de dos?

Siempre le digo a la gente que si ellos no se aman no pueden esperar que alguien más lo haga; y es que es así, en la medida que nos amemos, así mismo seremos percibidos.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

Si algo tengo como bandera en la vida es el tema de la autoestima y sano amor propio. Para sobrevivir en el mundo, en la vida, pero en especial cuando se trata de regiones o zonas, nuestros países, los hispanoparlantes, son las sociedades más agresivas culturalmente hablando cuando se trata del autoamor, visión y percepción de los cuerpos como temas relacionados.

Siempre le digo a la gente, en cada oportunidad que tengo, que si ellos no se aman no pueden esperar que alguien más lo haga; y es que es así, en la medida que nos amemos, aceptemos y "vendamos" ante el mundo, así mismo seremos percibidos, tratados y consecuentemente así serán los resultados de toda interacción que tengamos.

¿Pero no se han puesto a pensar que quizá esto no sea suficiente? Y es que aunque digamos lo contrario, siendo todos seres individuales, ¿el tema de la autoestima es más un tema de dos que de uno solo? Y es que todos los estímulos del exterior son importantes como valiosos y necesarios. Si alguien era un ejemplo de lo que el mundo exterior podía generar en un ser humano era la ya desaparecida Joan Rivers, quien en una ocasión desnudó públicamente su mente con la Doctora en Psiquiatría, la británica Pamela Stephenson, y en una sesión única confesó que era así de temeraria, burlona y ácida porque era su manera de lidiar con sus complejos e inferioridades.

Rivers decía, con dificultad al reconocerlo, que toda su rabia, molestia e inconformidad constante con el mundo tenía como explicación que ningún hombre le había dicho que era hermosa, siempre una gran mujer pero nunca hermosa. Que era lógico y normal -según ella- que a los ojos de su madre ella fuera una niña hermosa, ya que todas las madres veían hermosos a sus hijos, pero que en el plano de mujer, jamás había sido tocado ese lado tan necesario de la autoestima, en todo ser humano. Ella se veía "gorda y fea", los dos adjetivos calificativos que lamentablemente unimos y asociamos en automático.

Y, ¿a qué viene esta reflexión? Pues como bola de nieve en las recientes semanas ha venido creciendo, silente pero imparable, la polémica por el anuncio publicitario que hiciera a principios de septiembre del 2014 Carolina Lemke Berlin para su colección de monturas de anteojos o lentes correctivos como propuesta para el 2015. Al salir el comercial, enseguida todos optaron por vapulear a Bar Rafelli, la modelo de renombre que protagoniza el comercial, donde evidentemente se insulta y estereotipa de forma negativa la imagen femenina y lo que se etiqueta como sexy o como antiestético. Pero Bar es la última culpable en esta cadena macabra donde solo unos pocos no han caído, la cadena e industria tanto rentable como imparable de programarle el cerebro a la gente con conceptos enfermizos sobre sí mismos.

Cuando eres contratada como modelo de una imagen, inclusive para una pasarela, a veces es ya cuando estás frente a la cámara o ante el público que te enteras qué vas a hacer o para quién vas a trabajar, cosa que hace aún menos responsables a los modelos sobre lo que van a modelar. En ocasiones te hacen unas fotos o video pidiéndote equis situación y ahí murió tu trabajo como tu posible responsabilidad en el tema. Por lo tanto, Bar Rafelli es la que menos pinta en este cuadro, a mi parecer peligrosamente macabro.

Si bien es cierto que uno está, beisbolísticamente hablando, con bate en mano, cuando se trata de nuestro cuerpo, lo que entra en nuestra mente y cómo permitimos que el exterior nos influencie, somos nosotros quienes decidimos, quienes tenemos la última palabra, pero el exterior influye, y vaya que influye.

Puedo estar todo el día reforzando mi autoestima con las mejores herramientas y más apropiados recursos, pero basta que alguien nos critique, vapulee o a veces hasta nos mire de la manera equivocada para que eso siembre la agobiante duda sobre nosotros mismos, cosa que nos lleva al principio: si tú no crees en ti mismo, ¿entonces quién?

Por eso, más allá de que existan códigos de ética en el ejercicio de profesiones clave, el tener responsabilidad por todo lo que sale de nosotros, llámese periodistas, publicistas, directores de medios, etc., es algo que debe partir única y exclusivamente de nosotros mismos, son cargos y profesiones que debido a la situación complicada del mundo en la actualidad deberían ocupar personas conscientes de todas las repercusiones de cada accionar en su trabajo, porque vaya que se le tiene la mente distorsionada y el autoestima destruida con esta suerte de shampoo las 24 horas del día a nivel publicitario y mediático no a toda pero sí a una enorme porción de la población que con preocupante énfasis lo manifiesta, sin ir muy lejos, en las redes sociales que tan peligrosamente son tan influyentes.

Por lo pronto, insisto, queda de nosotros y solo de nosotros construir a pesar de toda la influencia negativa, una autoestima fuerte, sana, y eso comienza limpiando toda la toxicidad de las personas que tengamos a nuestro alrededor. Rodéate de gente positiva y constructiva en tu vida.

Echa un vistazo al comercial y como siempre déjame saber qué piensas a través de mis redes sociales.

¡Hasta la próxima!

Popular in the Community

Close

What's Hot