¿Amor en todas las tallas?

Es común ver parejas con diferencias entre su peso o talla, pero cuando la mujer es quien tiene sobrepeso, es cuando la calamidad comienza...
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A la fecha ha habido una especie de resistencia mediática a la diversidad en la raza humana, lo que es contradictorio con la realidad, porque nada más diverso que ésta.

Venimos de distintos colores, estaturas, pesos y demás características físicas, por tanto además de la lógica, lo normal y obvio es que nos asociemos de distintas maneras con personas diferentes a nosotros.

De todas las resistencias, de las que se ha enraizado en lo social más es la disparidad de peso o talla en una pareja, haciendo mella con creces en la mujer, poniéndola en una situación de violencia y desigualdad sin precedentes en este particular.

Para decirlo un poco más sencillo, es común ver parejas con diferencias entre su peso o talla, pero cuando la mujer es quien tiene sobrepeso, es cuando la calamidad comienza, haciendo cuesta arriba y una verdadera tortura para ambos el camino. Burlas y comentarios pesados de familiares, conocidos, y afines, cuestionando la salud mental, emocional y "atrevimiento" de los que yo llamo valientes, al lanzarse a una relación con una mujer de talla grande.

Casos ha habido y he conocido de todo tipo, una presión y burla que raya en lo grotesco, donde se prueba no solo el amor, sino la resistencia, paciencia, y la calidad de los sentimientos entre dos.

Cada vez que converso del tema, saltan entre los caballeros las alarmas, porque les han hecho creer que si se enamoran de una mujer más grande que el promedio, sea por altura, pero aún más por el peso, son enfermos, desviados o tienen problemas emocionales y recurren a una "gorda" porque no había nada mejor, poniendo en evidencia lo que comento letras atrás.

Ha sido tan agresiva la lavada de cerebro, que conversando aún con quienes están seguros de que prefieren un tipo equis de mujer a su lado, suelen preguntarme (y cuestionarse) con cierto temor si creen que hacen lo correcto. Aunque soy partidaria de los estudios serios y responsables, a veces no hace falta más que tantear lo que pasa en la calle, entre la gente común y corriente, sin mayor experimento que observar y se encontrarán realidades apabullantes y ésta es una de ellas.

Para tranquilidad de todos, amar a una mujer o un hombre con más peso que tú no es una enfermedad, desviación o anormalidad, es un amor más, como otro cualquiera.

Sí existe una desviación relacionada con el tema y se llama anamastofilia, es una parafilia y se cumple cuando surge excitación única y exclusivamente con y por el sobrepeso de otros. Una tendencia de la psicología asegura que existe solo en hombres, bien sean heterosexuales u homosexuales, ambos calificados con nombres distintos, dependiendo de la orientación sexual. Los heterosexuales se denominan "chubby chasers" o perseguidores de gordas, y los heterosexuales "bear chasers" o perseguidores de osos, como se denomina a los hombres con sobrepeso en el ámbito multicolor.

¿Cuándo preocuparse? Cuando hay obsesión por solo admirar, valorar y respetar un tipo de belleza, un tipo único de cuerpos y esta obsesión afecta la vida del individuo. Las parafilias, para quienes desconocen de qué se trata, es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra cosa o actividad que lo acompaña, en este caso el sobrepeso del compañero/a sexual.

Es por eso que, bien sea para un lado o el otro, las personas con este trastorno son bastante fáciles de identificar, ya que sus comportamientos, conversaciones y dinámicas acaparan un importante porcentaje del ámbito sexual, lejos de lo que se pretende para un compañero de vida: convivir, compartir, futuro, amor y mucho más.

En próximas oportunidades seguiré ahondando del tema que da para mucho que hablar.

Por ahora, bien seas la amada, amado o el/la amante disfruta y valora lo que tienes, de tu valiente personal. Hay pocos y hay que cuidarlos...

¡Hasta la próxima!

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