(Pie de Foto del blog: Brad Keselowski se benefició de los errores de cálculos de sus rivales, y cruzó la meta en primer lugar al volante del auto #2 Miller Lite Dodge, en las 400 Millas AAA del Dover International Speedway, la tercera carrera del Chase Final de la Sprint Cup de la NASCAR.)
No hay nada más estresante que ir en un viaje y de pronto ver que se prende la señal de alarma que indica que el tanque de gasolina se está quedando vacío.
En los autos de la Serie Sprint de la NASCAR no existe esa luz en el panel de instrumentos. La señal de alarma llega con un grito del Jefe de Mecánicos a través del sistema radio de intercomunicación entre los pits y la cabina del auto.
¡No te va a alcanzar la gasolina!
Ese fue el común denominador en las últimas 50 vueltas de la carrera AAA 400 en el Dover International Speedway - la tercera del Chase Final de la Serie Sprint de la NASCAR-, en la que Brad Keselowski cruzó la meta en el auto #2 Miller Lite Dodge, gracias a que tenía más gasolina que sus rivales.
Esta fue la segunda victoria de Keselowski en tres semanas, y la quinta de la temporada, lo que lo catapultó al primer puesto en las clasificaciones del Chase Final, con cinco puntos de ventaja sobre Jimmie Johnson, que terminó cuarto, y 16 puntos por encima de Denny Hamlin, el ganador en la segunda fecha en New Hampshire, y con solo siete carreras en el calendario.
Keselowski había tenido pésimas experiencias en el óvalo de una milla del Dover International Speedway, donde su posición final promedio habia sido la 17ma. en cinco carreras, pero la buena estrategia de su equipo y exactamente la contraria de los rivales, le permitió llevarse el triunfo que quizá no merecía.
El domingo, Hamlin estuvo a ocho vueltas de lograr su segunda victoria consecutiva en el Chase Final, pero al igual que Johnson, recibió el fatídico grito de alarma de su Jefe de Mecánicos y no tuvo otro remedio que pasar por los pits para recibir la suficiente gasolina para terminar la carrera en octava posición.
Por su parte, Jeff Gordon, literalmente se tuvo que conformar con un segundo lugar en Dover porque, aunque sus mecánicos no llegaron a decirle que no iba a tener suficiente gasolina para terminar, sí le tuvieron que decir que redujera la velocidad para poder terminar, a pesar de que tenía un buen auto para aspirar a la victoria. Gordon ahora marcha en el 10mo. puesto del Chase Final, quizá demasiado lejos para aspirar al título.
Para Keselowski, la inesperada victoria - por méritos propios y errores ajenos -, no solo lo puso de líder sino que además le ayudó a mantener en alto sus posibilidades para lograr el campeonato que, a fin de cuentas, es el objetivo para cuando llegue el 18 de noviembre en el Miami Homestead Speedway, la última fecha del calendario 2012.
Más allá de lo anecdótico, me llama poderosamente la atención que los ingenieros de los equipos afectados no sean capaces de calcular cuánta gasolina se necesita para terminar una carrera de 400 millas.
Después de todo, son ellos los que ponen a punto los motores, saben exactamente la potencia y los que les dan las instrucciones a los pilotos para acelerar a fondo o conservar gasolina, como lo hicieron con Gordon el domingo.
La próxima carrera del Chase Final de la Serie Sprint de la N ASCAR será en el Talladega Superspeedway, donde Keselowski ya ganó en mayo pasado y ahora llegará en inmejorable posición rumbo al título.
Ojalá que también llegue con suficiente gasolina.
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