Pie de Foto: Danica Patrick, en el auto No. 10, intentó sin éxito, sacar de la carrera al No. 83 de Landon Cassill, y al final de la maniobra, fue ella quien tuvo que retirarse.
Hay cosas de los deportes que nunca voy a entender.
El domingo, en la quinta carrera del Chase Final de la NASCAR en la pista del Kansas City Speedway, Danica Patrick hizo una de esas cosas que, lejos ayudarla en la carrera en particular o en su incipiente participación en la Serie Sprint de la NASCAR en general, la dejó fuera de competencia.
Patrick estrelló su coche de frente contra el muro de protección después de intentar sacar de control a Landon Cassill en la vuelta 155 de la carrera como "venganza" por un toque lateral que el No. 83 de Cassill le había dado un par de curvas antes.
El problema es que Cassill no perdió el control del todo tras el toque por atrás que Patrick le dio en la esquina izquierda de la defensa y en cambio, el No. 10 de Patrick empezó a hacer un trompo, bajó del peralte en la salida de la cuerva y, aunque aparentemente podría haber recuperado la dirección y continuar hacia adelante, se fue de frente contra la barrera, donde impactó su coche de frente y luego giró para golpear también por atrás.
La maniobra la dejó, una vez más, sin la oportunidad de demostrar que está en la Serie Sprint de la NASCAR mucho más que por ser una pieza de mercadeo, sino una piloto que puede competir de igual a igual con el resto.
Patrick explicó que "estaba frustrada" por las maniobras hostiles de que ha sido víctima de parte de Cassill y otros pilotos de la NASCAR que no terminan de aceptar que una mujer pueda estar compitiendo a su mismo nivel, y explicó que si no hacía algo al respecto, nadie la respetará.
Pero como se vio el domingo en el Kansas City Speedway, las cosas no le pudieron haber quedado peor.
Su supuesta "venganza" es similar a lo que pasa en el béisbol cuando un pitcher golpea a un bateador rival y en la siguiente oportunidad, el lanzador del equipo "ofendido" se "venga" con un pitcheo intencional para "igualar" las cosas.
Son reglas no escritas tanto en el béisbol como en la NASCAR, pero en ninguno de los casos tienen sentido alguno.
En los deportes, como en muchas otras cosas en la vida, no hay mejor venganza que superar al resto de la competencia. Pasarles por encima y humillarlos con resultados concretos, no con acciones aisladas, por muy escritas que estén en las tradiciones.
Patrick, por ser mujer, supuestamente está en desventaja en la NASCAR -al igual que lo estuvo en la Serie Indy -, pero reduciéndose a las mismas reglas escritas de los "clubs de hombres necios", simplemente se iguala a ese nivel en lugar de superarlos.
Si en lugar de intentar sacar de la carrera a Cassill Patrick le hubiera pasado y cruzado la meta por delante de él, habría tenido una mejor "venganza".
Al final Cassill fue el que terminó burlándose de Patrick abiertamente en la comunicación por el radio que se transmite por la televisión al decirle: "Regla número 1 de la NASCAR cuando intentas sacar de la carrera a otro piloto... asegúrate de no estrellarte".
Cassill había dicho antes que golpeó al No. 10 de Patrick simplemente "porque estaba en el camino" y Danica cayó en la trampa.
Si corre más y mejor que le resto, el respeto que tanto exige, llegará solo; pero si continúa bajando al nivel del resto, nunca logrará ese respeto.
Respeto como el que Matt Kenseth se ganó al cruzar la meta en primer lugar en Kansas para anotarse su segunda Victoria en el Chase Final de la Serie Sprint de la NASCAR, en una carrera que marcó un nuevo récord con 14 suspensiones por accidentes.
Para Kenseth, esta fue su segunda victoria del Chase Final, su tercera de la temporada, la primera en Kansas y la 24va. de su carrera.
Tras la carrera de Kansas City, la clasificación del Chase Final sigue encabezada por Brad Keselowski, Jimmie Johnson, Denny Hamlin, Clint Bowyer y Kasey Kahne, en los primero cinco puestos a falta de cuatro carreras.
¿Podrá Danica Patrick ponerse a esa altura algún día?
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